EL AMOR MOLESTO de Elena Ferrante

EL AMOR MOLESTO de Elena Ferrante

Reseña de la novela EL AMOR MOLESTO | Elena Ferrante | Thriller | 1992

Un thriller doméstico y fascinante. Una primera novela aclamada por el público y la crítica.

CUADRO DE CONTENIDO


La contraportada del post es una vista de la madre muerta tal como sale en 'El amor molesto' de Elena Ferrante
Escena de la adaptación cinematográfica

La revelación más trascendente de la narrativa europea en el último cuarto de siglo.
Robert Saladrigas | La Vanguardia



Ficha

Portada de la novela histórica 'El amor molesto' de Elena Ferrante
TÍTULO: El amor molesto
TÍTULO ORIGINAL: L'amore molesto
AUTORA: Elena Ferrante
IDIOMA ORIGINAL: Italiano
TRADUCTORA: Juana Bignozzi
EDITORIAL: Lumen
AÑO DE PUBLICACIÓN: 2018 | 1ª Ed. 1992
ISBN: 9788426405265
GÉNERO: Novela, Thriller, Histórica
Nº DE PÁGINAS: 168



Sinopsis

Una mañana una mujer mayor aparece ahogada en el mar, vestida solo con un sujetador de encaje. Será Delia, su hija, quien tendrá que reconstruir la vieja historia que se esconde tras lo sucedido. En una frenética búsqueda que se debate entre la realidad y las tortuosas vías de la memoria, Delia recorre de nuevo Nápoles, su ciudad natal, reviviendo un pasado que se propuso olvidar, pero vuelve y duele.

Delia piensa, recuerda, busca, sabiendo muy bien que hay lazos entre madres e hijas que ni siquiera la muerte puede romper.




Yo comento

Llegué a este libro buscando autores nacidos en Nápoles para uno de mis retos. Y aunque no fuese mi primera opción, me decidí por él a causa del tamaño de la obra y a que se trataba de una historia cerrada, pues el primer libro escogido —de la misma autoría— formaba parte de una tetralogía bastante conocida y larga. Por eso, supe enseguida que sería la cuarta entrega del último reto al que me he unido este año: LA VUELTA AL MUNDO EN DOCE LIBROS 2024. ¡SIN LÍMITES! Y, por ello, haré un primer acercamiento al lugar y tiempo concretos —como ya es tradicional en esta aventura—, adonde nos llevará la cuarta escalala segunda en Italia— de este gran viaje alrededor del mundo y que en esta ocasión es la esplendorosa...




Nápoles, Italia

Declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, es una de las ciudades con más historia de Italia. Numerosos pueblos y culturas han pasado por sus tierras. Fundada en el s.VII a.C. como colonia griega con el nombre de Parténopesituada en la colina de Pizzofalcone—, enseguida se convirtió en uno de los puertos más importantes de la zona. Y a partir del s.V a.C. empezaron a llamarla Neápolis.

Las Guerras Samnitas marcaron el devenir de la ciudad. Durante la Primera, permanecieron del lado de los samnitas, pero en el transcurso de la Segunda, en el 328 a.C. algunos ciudadanos pro-romanos abrieron las puertas de la ciudad a las legiones romanas. A partir de ese momento, Neápolis formalizó una fuerte alianza con Roma, como civitas foederata. En torno al 90 a.C., la independencia de Neápolis desapareció, tras obtener sus habitantes la ciudadanía romana.

Bajo el dominio romano y pese a elegir el bando perdedor en las guerras civiles, así como a padecer varios desastres naturales en forma de terremotos y erupciones volcánicas, el puerto de Neápolis siguió prosperando y en sus alrededores —por toda la Costa Amalfitana— se fueron instalando las mansiones vacacionales de los patricios romanos. No sería hasta bien entrado el siglo V d.C. que el Imperio Romano quedaría dividido en dos y Neápolis sería el lugar elegido para el exilio del último emperador de Roma, Flavio Rómulo Augusto.

El recién constituido imperio Bizantinola rama oriental del antiguo Imperio Romano— enseguida posó sus ojos en la ciudad, y en el año 536 d.C.finalmente— los bizantinos asediaron y capturaron Nápoles para terminar convirtiéndola en un ducado dependiente del imperio que —paulatinamente— pasaría a convertirse en un estado autónomo prácticamente independiente, con una longevidad de cinco siglos durante la Alta Edad Media.

Los normandos tomarían el relevo en 1139 d.C. apoderándose del Ducado de Nápoles y anexionándolo al Reino de Sicilia. Después, Alemania, Francia o Aragón se sucederían en su gobierno. En el siglo XVI Nápoles ya formaba parte del gran Imperio Español, dentro del Reino de las Dos Sicilias. En 1600 era la ciudad más grande de Europa, con una población de unos 300.000 habitantes. Sin embargo, en el siglo XVII sufrió una depresión económica y fue devastada por la peste.


Mapa de Nápoles, la ciudad protagonista de la novela 'El amor molesto' de Elena Ferrante

Nápoles se recuperó aupada como capital del nuevo Reino independiente de las dos Siciliasla isla de Sicilia y el antiguo Reino de Nápoles— y vivió sus mejores momentos durante los siglos XVIII y XIX. Bajo la dinastía de Borbón-Dos Sicilias se realizaron muchos de los palacios y museos de la ciudad, que pasó a ser uno de los polos culturales y de desarrollo industrial más importantes de Europa.

El 7 de septiembre de 1860 el gran soldado Garibaldi llegó a la ciudad y la gente acudió en masa a su encuentro. El 21 de octubre de 1860, el pueblo de Nápoles votó abrumadoramente a favor de unirse a la nueva Italia unida.

Y ahí, Nápoles perdió definitivamente su centralidad de capital y empezó un periodo de decadencia que vería sus horas más bajas reflejadas en la destrucción de los bombardeos aliados en la Segunda Guerra Mundial. A partir de ese momento, se convirtió en una enorme aglomeración que enseguida desbordó el antiguo perímetro histórico rellenando todos los huecos vacíos de alrededor, formando barrios como el de los protagonistas de esta historia, que sobrevivían a base de engrosar la economía sumergida de la zona. Ella como modista y él como pintor de carteles y cuadros de mujeres escasas de ropa.


Nápoles y el Vesubio, la ciudad protagonista de la novela 'El amor molesto' de Elena Ferrante

Si bien la hija regresa en los noventa, cuando la ciudad está recuperándose de avatares pretéritoscomo un terrible terremoto en los ochenta o el desempleo masivo—, no puede evitar perderse en las ruinas de los lugares de ese pasado que tanto duele y que regresa cuando parecía estar olvidado.



Una ciudad dura

Narrado en primera persona durante veintiséis capítulos cortos, este thriller doméstico adictivo cuyo comienzo no es otro que el disparador de la historia —el hallazgo del cadáver de la madre el día del cumpleaños de la hija— lleva al lector a adentrarse rápidamentemediante flashbacks desde los años noventa— en la Nápoles de los cincuenta, una época recurrente en la bibliografía de su enigmática autora.


Un barrio de Nápoles, la ciudad protagonista de la novela 'El amor molesto' de Elena Ferrante

Un recorrido casi fantasmagórico entre recuerdos mentirosos hasta desvelar lo ocurrido con esa mujer, siempre desde la mirada de una hija que la detestó tan profundamente como para poner tantísima tierra por medio e irse a vivir a Roma.


La infancia es una fábrica de mentiras que perduran imperfectamente; la mía al menos había sido así.

Enseguida me transportó a mundos ya olvidados y que yo misma pude vivir en una época pasada algo posterior a la de la novela. El de las modistas. El de la escasez de recursos. El de los ultramarinos. El del machismo extremo que consideraba a las mujeres como simples posesiones. El de los abusos callejeros.


Detenida en el caos de la calle Salvator Rosa, descubrí que ya no sentía la menor simpatía por la ciudad de Amalia, por la lengua en que me hablaba, por las calles que recorrí de niña, por la gente. Cuando, en un determinado momento, apareció un trozo de mar (el mismo que de niña me entusiasmaba), me pareció papel de seda violáceo pegado en una pared desconchada.

Un panorama duro, como lo fueron esos momentos narrados, como lo es esa ciudad de posguerra, sucia, maloliente y deteriorada que nos muestra la autora, en la que resuenan palabras duras, insultos en un dialecto que la hija creía perdido en el olvido. Y como sigue siéndolo en los noventa, con calles muy poco seguras y con los mismos gritos desagradables en el mismo dialecto olvidado, pero escenificados de otro modo.


Parecían mujeres cuyos hombres se habían enriquecido de golpe y fácilmente, lanzándolas a un lujo provisional del que se veían obligadas a gozar con una subcultura de subsuelo húmedo y atiborrado, de tebeos semipornos, de obscenidades usadas como estribillo. Eran mujeres limitadas a una ciudad-asilo, primero corrompidas por la miseria, después por el dinero, sin solución de continuidad.



Historia de una reconciliación

Aunque, al final, toda esta búsqueda, toda esta odisea, toda esta catarsis, conduce a una conclusión muy simple: su madre es ella, y ella es su madre. Son mujeres. Son iguales. Son mucho más que madre e hija. Ambas están por encima de ese amor molesto que las unía hasta entonces y con el que, por fin, la figlia se ha reconciliado.


La madre y la hija en los 50, en la novela 'El amor molesto' de Elena Ferrante


Y me di cuenta de que, en esencia, eran las mismas que mi madre burlonamente me había gritado por teléfono, antes de ir a ahogarse. Palabras para perderse o para encontrarse. Tal vez quería comunicarme que también ella me detestaba por lo que le había hecho hacía cuarenta años. […] O tal vez quería simplemente demostrarme que también aquellas palabras podían decirse y que, al contrario de lo que había creído durante toda la vida, podían no hacerme daño.



Una novela dura

Es esta una de esas novelas que te revuelven por dentrosobre todo si eres mujer— y que pueden llegar a ser sumamente incómodas, o hasta insoportables.

Es una novela dura no, durísima. Tanto por la temática que aborda —maltrato a la mujer, relaciones materno-filiales imposibles, amores tóxicos, abusos, culpabilización de las víctimas, violencia cotidiana, fetichismo extremo— como por la forma de materializar el relato, usando palabras y escenas sin ninguna clase de censura.


El machismo en el Nápoles de los 50, la ciudad protagonista de la novela 'El amor molesto' de Elena Ferrante

Creo que ha habido lectores a los que esto les ha repelido la lectura, pero yo lo veo como otra de sus muchas virtudes narrativas, en unos tiempos en que cada día se impone un poco más cierto modo de censurar, esgrimiendo equivocadamente lo políticamente correcto. Y, sin embargo, hay cosas que no se pueden contaro expresar en alto— pero sí se pueden haceren secretosin que nadie se inmute.

Por ello, esta obra me parece muy importante. Porque aunque creamos que la mujer ya se ha equiparado con el hombre en todos los sentidos, la práctica realidad nos dice que aún hay mucho camino por recorrer.

Sociedades como la que se refleja en esta novela no están tan alejadas en el tiempo. Los problemas no han desaparecido, solo han cambiado sus nombres y sus formas.



Autora

Y qué decir de la autora... pues que ha llegado a ser tan misteriosa como la novela que nos ocupa. A día de hoy no se ha pronunciado acerca de su verdadera identidad. Sí, Elena Ferrante para quien no lo sepa— es un seudónimo.


No se dejen engañar. El mayor misterio no es quién es o quién deja de ser Elena Ferrante [...]: el misterio es su escritura y su capacidad de evocación. Un fenómeno torrencial, magnético, imparable.
Quico Alsedo | El Mundo

Se han vertido ríos de tinta dando razones de quién se esconde tras su nombre. Nadie sabe quién es Elena Ferrante, y sus editores de origen siempre han mantenido un silencio absoluto sobre su identidad. Se ha llegado a decir que podía tratarse de un hombre o que su recorrido vital ha discurrido por otros países, como si tuviera una especie de vida itinerante para no ser descubierta.

Siempre ha tenido un éxito de crítica y de público abrumadores, reflejado en numerosos premios y en artículos publicados en los periódicos y revistas más importantes. Con adaptaciones cinematográficasen su país y en Hollywood— de sus primeras obras publicadas y con series para conocidas plataformas de streaming.


Ferrante es una contadora de historias nata, tan extraordinaria y adictiva como mi también adorado John Irving, una escritora clásica en el sentido maravilloso de la palabra.
Milena Busquets

Y, sin embargo, yo luzco aquí mismo una fotografía de una mujer. Te preguntarás por qué y quién es ella y yo te respondo: es la traductora italiana Anita Raja casada con el escritor Domenico Starnone— la candidata más firme a hallarse detrás del seudónimo.


Elena Ferrante, autora de la novela 'El amor molesto'

Fue el periodista de investigación Claudio Gatti, mediante un trabajo publicado en Il Sole 24 Ore, Frankfurter Allgemeine Zeitung, The New York Review of Books y la web francesa de noticias Mediapart, quien resolvió al público el misterio. La autora insistió en que se respetase su intimidad y aseguró en una entrevista vía email:


No me arrepiento de mi anonimato. Descubrir la personalidad de quien escribe a través de las historias que propone, de sus personajes, de los objetos y paisajes que describe, del tono de su escritura, no es ni más ni menos que un buen modo de leer.
Elena Ferrante a Paolo di Stefano | Il Corriere della Sera

Fueron muchos los periodistas que investigaron el caso de esta autora, llegándose a filtrar las cuentas bancarias de la editorial responsable de sus publicaciones, con el objetivo de destapar su verdadera identidad. Pero uno en concreto —Tommaso Debenedetti— mantuvo haber obtenido la confesión de boca de la autora.

Primero confesó haber creado una falsa cuenta de Facebook de Elena Ferrantelo mismo que había creado falsas entrevistas durante más de diez años— para publicar lo siguiente:


Queridos amigos, ha llegado el momento de anunciar que Elena Ferrante soy yo, Anita Raja.

Luego, hizo lo propio con Twitter abriendo una cuenta a nombre de Anita Raja y publicando —entre otros— los siguientes tuits:


Abro este perfil en Twitter y pronto lo cerraré. Estaré aquí el tiempo necesario para explicarme.
Considero vulgar y peligroso el modo en que se ha llegado a mentir para desvelar mi identidad, violando la privacidad y las reglas periodísticas.
Lo repito: no hablaré más de Elena Ferrante, no responderé en su nombre, no diré nada acerca de sus libros. Os lo agradezco. Anita Raja

Y después, se dedicó a buscar a Anita Rajapor aquellos lugares que ella solía frecuentar— hasta que dio con ella. Al fin hablaron, y la entrevista fue la primera real que Debenedetti publicaba en 15 años. A la pregunta: ¿Cómo se sintió al leer el reportaje de Claudio Gatti, que aireaba no sólo su identidad; también sus ingresos y bienes inmobiliarios? Ella le confesó:


Gatti, a quien no conozco por cierto, ha aplicado a un asunto de interés cultural el método de investigación propio de las noticias sobre la Camorra. Muchos periodistas sabían que yo era Elena Ferrante pero respetaron mi decisión de permanecer en el anonimato. Gatti, sin embargo, es un símbolo de la degradación del periodismo.

Debenedetti: ¿Nunca sospechó que alguien acabaría pinchando el globo? Ella contestó:


Quizá haya pecado de ingenua por pensar que mi historia, mi vida, no le interesaba a nadie. A fin de cuentas, soy una simple escritora, no la reina de Inglaterra. ¿Qué más da si Ferrante es Anita Raja, María Bianchi o Paola Rossi?

Debenedetti: La pregunta que muchos de sus lectores se hacen, yo entre ellos, es cuánto afectará la revelación de su identidad a su escritura, a sus futuros proyectos. Mi interlocutora se quedó en silencio un momento, como si dentro de su cabeza Anita y Elena no terminaran de ponerse de acuerdo y dijo:


Sin duda escribir ahora resulta mucho más difícil —lamenta—. Elena Ferrante nació en el anonimato y a esa condición le debe toda su creatividad y cada una de las historias de sus libros. Sólo espero que todo este asunto se olvide pronto. Han atentado contra Elena Ferrante, pero no estoy segura de que haya muerto.

Y confesó:


Más que mentir, he jugado al despiste. Tú mejor que nadie, Tommaso, sabes que a veces para decir la verdad hay que recurrir a la mentira. Para que mi verdad, la verdad de Elena Ferrante no se extinguiera, tuve que dar algunas pistas falsas. No lo hice con mala intención, sólo para proteger a la verdadera autora, que no soy yo, insisto, sino Elena Ferrante.

Y Anita terminó vaticinando que nadie creería a Debenedetti. Algo que éste ya se imaginaba, dado su currículo. Y así ha sucedido.



Adaptaciones

Para finalizar, repito lo ya dicho. Según mis pesquisas, hay una sola adaptación cinematográfica de esta primera novela realizada en Italia. Y muy nominada y premiada en varios festivales importantes. Tal como queda expresado a continuación:

PELÍCULAS:

    1. 1995: L'amore molesto, película dirigida y escrita por Mario Martone, y protagonizada por Anna Bonaiuto y Angela Luce, con Gianni Cajafa, Peppe Lanzetta, Francesco Paolantoni y Licia Maglietta, entre otros.


PREMIOS:

Festival de Cannes 1995:

    1. Palma de Oro: Mejor película. Nominada

Premios David di Donatello 1995:

    1. Mejor película. Nominada
    2. Mejor director (Mario Martone). Ganadora
    3. Mejor actriz (Anna Bonaiuto). Ganadora
    4. Mejor actriz secundaria (Angela Luce). Ganadora
    5. Mejor fotografía (Luca Bigazzi). Nominada
    6. Mejor montaje (Jacopo Quadri). Nominada
    7. Mejor sonido (Mario Iacquone, Daghi Rondanini). Nominada
    8. Mejor producción (Angelo Curti, Andrea Occhipinti, Kermit Smith). Nominada

31 Festival Internacional de Chicago 1995:

    1. Mejor actriz - Hugo de plata (Anna Bonaiuto). Ganadora



Valoración

Estoy segura de que esta novela —a pesar de ser una ópera prima— es totalmente merecedora de un LEE completo. A mí me gustó muchísimo, pero no la disfruté tanto como para dárselo. La prosa de Elena Ferrante me pareció fabulosa, pero la verdad es que no estaba atravesando un buen momento anímico y, encima, simultaneé la lectura con ‘A sangre fría’ de Truman Capote. Ambas, historias bastante duras. Creo que eso pudo pasarme factura. Por eso...

Mi valoración es:
3/4 books
Gráfico de puntuación de ELEEA books: 3 de 4
¡Me gustó una barbaridad!
Una historia muy cruda.

PE: A l@s fans de la saga 'Las dos amigas' que hizo superventas a la Ferrante decirles que esta es una historia parecida, pero muy distinta. No busquéis ésta en la otra, porque os va a decepcionar sí o sí. A mí —que leía a la autora por primera vez— me ha gustado mucho, a pesar de lo desagradable por momentos del contenido.

Cuando visité Nápolesallá por 1994— solo lo hice de paso: mis destinos eran Pompeya y Capri. Dos lugares maravillosos ambos. Aunque mi visita se vio empañada por la del entonces presidente de los EEUU Bill Clinton. Nos desalojaron de la ciudad romana antes de tiempo y nos tuvieron retenidos tras las vallas del puerto cuando íbamos de vuelta a Roma. Nos fastidió la cena en un monasterio interesante —el más antiguo de Europa— y nos hizo pasar algo de hambre. Pero pudimos ver pasar el convoy impresionante de Clinton, con parafernaliade francotiradores en los tejados y sobrevolando en helicópterosincluida, como en las películas. Y delante teníamos unos edificios cuyas fachadas estaban acribilladas a balazos, no sé muy bien si de reyertas de la Camorra o como resultado de la metralla de las bombas de la Segunda Guerra Mundial. Las fachadas estaban muy deterioradas y eso es cuanto pude ver de la ciudad, que desde allí parecía bastante gris. ¡Un desastre! Menos mal que he podido recorrerla un poco —aunque sea de forma virtual— ahora. Ha sido todo un descubrimiento, pues tiene bastante más belleza de la que pude vislumbrar aquel día.



¡Salud y suerte!
La firma de MJ RU1Z para los posts de ELEEAbooks

¿Has leído algo de Elena Ferrante? Si es que sí, ¿qué opinas sobre sus obras? ¿Y sobre el anonimato de la autora?


Esta novela participa en el ‘Reto viajamos con los libros 2024’ mes de Abril y Nápoles, IT. Y en el 'Reto Genérico 2024' como thriller familiar. En el Reto autores de la A a la Z 2024 para completar la letra F. Y en el Reto La vuelta al mundo en 12 libros ¡Sin límites! 2024 como la cuarta escala del viaje en la ciudad de Nápoles.

4 comentarios:

  1. Hola, MJ! Ya sé un poquito más de Nápoles, una ciudad de la que solo conocía que tenía un club de fútbol en el que jugó Maradona y las referencias de las películas de gangsters. También me llamó la atención el tema del anonimato de la identidad de la autora. Bueno, aquí presumo que se trata más de uno de esos trucos de márquetin como en España el reciente caso de Carmen Mola.
    Por lo que comentas y las citas que incluyes en tu reseña me he quedado con dos cosas, una positiva y otra negativa. La positiva, que la autora no se haya dejado censurar por ese censor tan intangible, voluble e inquisidor que es lo políticamente correcto. Un censor que, por otra parte, aplica la ley del embudo en función de sus querencias políticas o ideológicas.
    Lo que me echa para atrás son algunas de las citas que compartes y que más que un texto de ficción, casi me parecen parte de un mitin político. Sobre todo esa que comienza con un Parecían mujeres... En esas palabras veo más a la autora y sus ideas que al personaje. Aprovechando el ejemplo, A sangre fría si no lo recuerdo más omite esta clase de juicios de valor. Truman se limita a mostrar los hechos y que el lector saque sus conclusiones, no añade su interpretación moral o ideológica como si tratara de convencer así al lector. No sé si estas citas son recurrentes en esta novela.
    Con todo, es novela negra, así que se encuentra en mi objetivo, ja, ja, ja... Un abrazo y gracias por tan completísima reseña. Un abrazo!!

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    1. Hola, David! Me alegro de haberte mostrado siquiera un trocito de la riquísima historia de Nápoles, a la que el lastre de la Camorra arrastra al más profundo desconocimiento, y hasta al olvido, de un lugar sin duda muy interesante.

      Dicho esto, he de decir que discrepo con algunas de tus impresiones, empezando por la obra de Capote a la que hago referencia, y que no pretendo comparar con esta ni en sus formas ni en sus planteamientos. Ni Capote fue tan objetivo —pues disculpa en cierta manera los crímenes narrados y deja una clara inclinación romántica a los hechos cometidos por Perry, uno de los asesinos con el que se vio muy identificado— ni la Ferrante se sobrepasa a la hora de poner en boca de su protagonista cosas tan reales como la forma de actuar de los nuevos ricos a los que se refiere. La primera no es una novela o, por lo menos, no una al uso —según palabras del propio autor— y la segunda como novela ha de poner las ideas de la autora en boca de los personajes, aquí sí. Se trata de una escritura muy personal, casi a modo de diario, y en el que los recuerdos —tomando forma de realismo mágico— entran continuamente en la trama solo al contemplar los antiguos lugares por los que transitaba durante su infancia esa protagonista que nos lo cuenta todo en primera persona.

      Si hablamos de la identidad de la autora, creo que ésta quiere el anonimato, no para vender más libros, sino para tener suficiente libertad para abordar temas tan duros como los que trata y hacerlo sin pelos en la lengua. Su comparación con Carmen Mola no tiene demasiado fundamento. Para mí, estos tíos que usaron el nombre de una mujer para firmar sus obras siempre me pareció muy oportunista, teniendo en cuenta que atravesamos una época en la que se les da a las mujeres —en apariencia— más cancha en ese aspecto. Y estos tres hombres —como experimento o demostración, quién sabe— firmaron con nombre de mujer para dejarlo claro y, de paso, vender más libros. No creo que sea ese el caso de la Ferrante, ya te lo he dicho. Es una autora feminista y femenina. Y tiene todo el derecho a permanecer en la sombra por las razones que sea. La verdad, yo también haría lo mismo. Eso de tener que firmar libros, hacer viajes de promoción, etc., etc., me parece lo peor de la profesión de escritor. Y, sobre todo, cuando sus libros se venden solos debido a la temática y a su buena calidad literaria. No le hace falta.

      Por último, yo no encuadraría esta novela dentro del género negro, sí es un thriller, pero doméstico, se usa la estructura de thriller pero para esclarecer las últimas horas antes de la muerte de la madre, y con ellas, la protagonista va reconciliándose con su pasado. A mí me gustó mucho, a pesar de la dureza de según qué escenas. Un abrazo!!

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  2. Buenos días, MJ.
    Muy interesante tu reseña, y curiosa tu elección de lectura para esta etapa del reto. Yo no he leído a Elena Ferrante, y no sé si alguna vez lo haré, al igual que me ocurre con el producto Carmen Mola. No me gustan que se utilicen argucias publicitarias en la literatura. Sin embargo, aprecio tu elección, ya que nos ha servido a quienes te leemos para acercarnos a Nápoles.

    Un saludo.

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    1. Gracias, Undine. Cuando elegí a esta autora no tenía ni idea de quien era ni de la polémica que había tras su identidad oculta. Solo me fijé en su procedencia napolitana, en que situaba todas sus tramas en la ciudad de Nápoles y en que tanto la crítica como los lectores hablaban maravillas sobre sus novelas. De hecho, su famosa trilogía de 'Las dos amigas' está ahora mismo emitiéndose en HBO max en formato serie titulada 'La amiga estupenda'. Y todo el mundo habla maravillas de ella.

      No creo que las circunstancias de Elena Ferrante tengan nada que ver con el caso Carmen Mola —cuyo nombre puede darnos pistas sobre las intenciones iniciales de los tres autores—. No creo que lo hicieran para vender más o menos, sino por pura ambición de ganar un premio literario bajo un seudónimo femenino y así demostrar —como he leído en algún artículo furibundo— que para ganar premios literarios hoy en día hay que ser mujer. Enseguida revelaron sus identidades, cosa que la Ferrante ni ha hecho ni desea hacer. Pienso que cualquier autor/a tienen derecho al anonimato si así lo desean. Yo creo que Elena Ferrante tiene unas circunstancias muy específicas —es una traductora reconocida y está casada con uno de los autores vivos más importantes de Italia— y pienso que no quiere que ambas carreras se entremezclen y se afeen una a la otra. Además, el anonimato también le permite una cierta autonomía —en los tiempos que corren— a la hora de expresarse con plena libertad para tratar los temas duros de sus novelas y hacerlo sin censuras de ningún tipo. Yo la aplaudo, algo que jamás haría con los otros tres.

      Yo creo que todo esto va más allá de una publicidad añadida. En ambos casos, eh. Y también pienso que la opinión debemos formarla en primera persona, leyendo primero. A mí me gusta hacerlo así, desde luego. Y, en la medida posible, acercarme a los autores y sus obras lo menos influenciada posible por opiniones o famas externas a mí, y formarme mi propia opinión tras la lectura. No obstante, comprendo tu postura, aunque no la comparta.

      Me alegra, al menos, haberte acercado un poco a Nápoles, a esta otra ciudad desfavorecida que también es Nápoles o que quizá, sea más Nápoles que la de los palacios. Porque, a fin de cuentas, las ciudades no las hacen sus edificios, sino quienes las habitan.

      Un saludo.

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