TIGRE BLANCO de Aravind Adiga
CUADRO DE CONTENIDO |
El mensaje de Adiga no es sutil, ni nuevo, pero la voz sardónica de Balram es cautivadora y sus agudas observaciones del orden social son al mismo tiempo acertadísimas y desasosegantes.The New Yorker
Ficha
TÍTULO: Tigre blanco
TÍTULO ORIGINAL: The White Tiger
AUTOR: Aravind Adiga
IDIOMA ORIGINAL: Inglés
TRADUCTOR: Santiago del Rey Farrés
EDITORIAL: Roca
COLECCIÓN: Miscelánea
AÑO DE PUBLICACIÓN: 2008 | 1ª Ed. 2008
ISBN: 9788493662813
GÉNERO: Novela, Contemporánea, Epistolar
Nº DE PÁGINAS: 304
Sinopsis
Para ello se traslada a Delhi, donde será contratado como chófer. Mientras los otros sirvientes hojean la última revista de sucesos, Balram empieza a vislumbrar cómo el Tigre va a poder escapar de su jaula. Claro que ¿qué hombre de éxito no se ha visto obligado a derramar un poco de sangre en su camino a la cima?
Yo comento
De nuevo llegué a esta novela —de rebote— mientras buscaba autores nacidos en la India para uno de mis retos. Y aunque no fuese mi primera opción, me decidí por él —sobre todo— debido a la inicial del apellido del autor —una letra aún vacía para Autores de la A a la Z 2024—, pues las de los escritores de los otros libros candidatos ya estaban cubiertas.
No supe enseguida que sería la sexta entrega del último reto al que me he unido este año, LA VUELTA AL MUNDO EN DOCE LIBROS 2024. ¡SIN LÍMITES!, pero terminé por decidirlo así —de nuevo— tras leer sus primeras páginas y a causa de la enorme fama que la precedía. Comenzaré, pues, con un acercamiento al lugar y tiempo concretos a donde va a llevarnos la sexta escala de este apasionante viaje literario alrededor del mundo, recalando —esta vez— en la intemporal...Delhi, India
Se le estima una antigüedad cercana a los 5000 años, solo corroborada por el folclore indio como el emplazamiento de la magnífica y opulenta Indraprastha —fundada alrededor del año 3500 a.C.—, capital de los Pandavas en la epopeya india Mahabharata. Pues a pesar de haber menciones de esta ciudad en otros lugares como el Templo Yogmaya, lo cierto es que no existen evidencias arqueológicas de su existencia tantos años atrás.
Los restos más antiguos están datados alrededor del año 300 a.C. Ello no coincidiría del todo con los escritos del historiador persa del siglo XVI, Firishta, donde registró que Delhi —o Dilli— habría sido fundada por Mana Dilu —el último soberano de la dinastía Maurya— unos cien años después. Sea como fuere, lo cierto es que desde entonces, el lugar ha tenido asentamientos continuos, padeciendo destrucciones y reconstrucciones sucesivas.
Nada menos que ocho ciudades ocuparon sus terrenos —a partir del año mil— hasta llegar a mediados del siglo XVII, cuando el Gran Mogol —o Imperio Mogol— estableció su capital en Shahjahanabad, el nombre original —que hoy alude afectuosamente a la ciudad vieja— de Delhi. De esa fecha es, precisamente, el admirado Fuerte Rojo, que formaba parte de la ciudad compacta y amurallada del momento:
El Fuerte Rojo |
Pocas ciudades han sido descritas en tantos idiomas, en términos casi antropomórficos, en poesía y en prosa, dibujadas y pintadas, como Delhi en la época del Gran Mogol, en sus años de desgracia en el siglo XVIII, en las décadas más tranquilas de principios del siglo XIX y durante el levantamiento de 1857.Narayani Gupta | Historiador urbano
Y así seguía siendo la Delhi de finales del XIX bajo la ocupación británica, un recinto amurallado rodeado por 117 kilómetros cuadrados de campos salpicados intensamente por las ruinas de las ciudades anteriores, que eran los lugares de picnic favoritos de los funcionarios británicos de paso. No faltaron las comparaciones con Roma, como en las descripciones que hizo de las ruinas Rose Macaulay en su libro Pleasure of Ruins.
Viejo Delhi amurallado |
Delhi. […] La capital de nuestra gloriosa nación. El lugar donde está el Parlamento, el presidente, todos los ministros y primeros ministros. El orgullo de nuestro urbanismo. El escaparate de la República.Balram Halwai
A partir de 1912 —cuando fue declarada capital del Imperio Británico en la India— Delhi experimentó un enorme crecimiento y cambios profundos usando dos premisas fundamentales: Los edificios gubernamentales habrían de distinguirse con arquitectura monumental y se trazaría una ciudad de nueva planta en los campos situados al sur de la ya existente.
Ciudad modelo de Edwin Lutyens |
Allí habrían de colocarse viviendas ventiladas y bulevares con árboles cuidadosamente seleccionados. Una ciudad modelo diseñada por Edwin Lutyens —especialista en arquitectura monumental y ciudades jardín—, que usó canales de agua, vegetación apropiada, y avenidas rectas y convergentes para generar brisa y frescor y, así, moderar en lo posible el clima.
El primer reto fue preservar 800 años de historia. Al planificar la nueva capital, ningún virrey quería enfrentarse con un motín causado por daños fortuitos a un antiguo santuario o a un lugar de culto. […] Desde 1931 Delhi se convirtió en Vieja Delhi, sugiriendo una elegancia venida a menos en contraste con las líneas estilizadas blancas y uniformes de las avenidas arboladas de Nueva Delhi. […] La irrupción de la verticalización de los edificios por los promotores y especuladores generó protestas y, en 1974, se creó una Comisión de Arte, semejante a la que existe en Nueva York, para regular los futuros edificios. El centro de Nueva Delhi sigue siendo un lugar abierto y de edificios bajos, tal como lo diseñaran Lutyens y su equipo.Narayani Gupta | Historiador urbano
Pero a partir de la independencia del Imperio Británico en 1947, el crecimiento de Nueva Delhi ha sido exponencial —en cuanto a ocupación del territorio como a número de habitantes— hasta alcanzar más de 15 millones en 2005 —justo el momento en que sucede la trama de Tigre blanco—. Y ha ido aumentando en altura y extensión hasta convertirse en una metrópolis del siglo XXI, llegando a absorber multitud de aldeas circundantes —conservadas sus casas y ocupados sus campos— creando colonias y verdaderas ciudades-satélite y extendiéndose, incluso, fuera de los límites del estado al que pertenece.
Tal es el caso de Faribarad, Bahadurgarh, Kharkhoda y Gurgaon que —construida en acero y vidrio a base de rascacielos y centros comerciales— constituye la parte más moderna de la megalópolis, a pesar de hallarse a unos 35 kilómetros del centro, unida, eso sí, mediante una autopista y el metro. Y es precisamente el lugar al que se mudan los protagonistas de la novela desde su residencia en Dhanbad para poder hacer negocios más cómodamente, instalados en la capital.
Gurgaon |
Incluso de noche, los trabajos de construcción continúan en Gurgaon. Los grandes focos brillan en lo alto de las torres; el polvo se eleva de los socavones; levantan andamios. Los hombres y las bestias (unos y otros desencajados de sueño, con ojos insomnes) van de un lado para otro acarreando cascotes o ladrillos.Balram Halwai
Sin embargo, no es oro todo lo que reluce. En medio de todas estas maravillas urbanísticas y de las ruinas y monumentos —algunos Patrimonio de la Humanidad— siguen existiendo barrios de chabolas e infinidad de homeless por toda la ciudad. Fiel reflejo de la sociedad india contemporánea y algo que Aravind Adiga retrata de manera magistral y cargado de ironía, y hasta de humor... negro, eso sí.
Pues bien, los ricos de Delhi, demostrando una vez más su conocido talento para la planificación urbanística, habían construido aquella zona de Gurgaon sin parques ni campos de césped ni zonas de juegos. Sólo edificios, centros comerciales, hoteles; edificios y más edificios. Había aceras afuera, pero allí vivían los pobres. O sea, que si querías darte un «paseo» tenías que hacerlo alrededor del recinto de tu propio edificio.Balram Halwai
Wen Jiabao
No lo sé a ciencia cierta, pero podría poner la mano en el fuego asegurando que uno de los detonantes —o el detonante— de esta historia vino de la mano del Primer Ministro Chino Wen Jiabao, que en 2005 hizo una visita a la India con el objetivo de estrechar relaciones comerciales y diplomáticas.
Como los dos principales países en desarrollo, ejerceremos una positiva influencia en Asia y en el mundo mientras vivamos en paz, con una profunda confianza y amplia cooperación».Wen Jiabao | Abril de 2005
Jiabao declaró que su visita a la India inyectaría vigor y vitalidad a las relaciones entre los dos países más poblados del mundo, con un total de dos mil trescientos millones de habitantes. Eso daría pie a Aravind Adiga —el autor— a dirigirle una serie de mails usando a su protagonista —Balram Halwai, apodado el tigre blanco— como interlocutor, para mostrar una realidad india bastante poco halagüeña y alejada de lo que las cifras económicas pudieran llegar a insinuar.
Jiabao visitó realmente ese año Bangalore —donde comienza la novela—, considerada como el Silicon Valley indio. Allí es donde Balram —nuestro protagonista— se ha convertido en empresario de éxito y desde donde le cuenta al chino su desasosegante camino hacia la cima siguiendo una farragosa escalada social y económica. O, como él lo describe, realizando un viaje desde la Oscuridad a la Luz.
Como todas las buenas historias de Bangalore, la mía empieza muy lejos de Bangalore. Yo vivo ahora en la Luz, ¿sabe?, pero nací y me crie en la Oscuridad. […] Ha de entender usted, Excelencia, que la India viene a ser como dos países en uno: una India de Luz y una India de Oscuridad.Balram Halwai
Autor
Una Oscuridad que Aravind Adiga —de seguro— no tuvo que experimentar en primera persona. Pues su familia —seguramente de clase media— fue una de las afortunadas que pudo emigrar a Australia, donde él tuvo la suerte de estudiar y desarrollarse como persona. No en vano, en la India había tenido el privilegio de asistir a un colegio inglés —en inglés— y posteriormente —para completar su currículo— de cursar estudios en instituciones tan prestigiosas como la Universidad de Columbia en Nueva York y el Magdalen College de Oxford. Y residió en Sidney, Nueva York y Londres.
En Estados Unidos trabajó primero como redactor especializado en temas financieros, para el Financial Times y el Wall Street Journal, también publicó artículos en el New Yorker, el Sunday Times y el Times of India, y fue corresponsal en Asia de la revista Time, justamente en los años en que escribió Tigre blanco —su ópera prima— galardonada con el prestigioso Premio Man Booker de ficción en 2008, y con la que —según sus propias palabras—:
Quería disgustar a todos, a la derecha y a la izquierda de esta nación.
Lo peor de India es realmente ver cómo es India. [...] Es mejor y más agradable quedarse con la visión romántica. Yo mismo estoy dentro, formo parte de todo lo que estoy atacando. Pero esta profunda desigualdad no sólo está mal desde el punto de vista moral, sino que también está llevando a la inestabilidad.Aravind Adiga
Un premio no exento de polémica. No solo por el contenido del libro sino por ser un autor desconocido. Como siempre en estos casos, se intentó desacreditar al autor desde varios frentes. Recibió, además, una crítica feroz de los medios indios, ofendidos por la imagen de su país que Adiga proporcionaba en la novela. Como muestra:
Es una novela poco real de un extraño. Un tratado de antropología cínica dirigido a una audiencia que indudablemente no es india.Amitava Kumar | The Hindu
Estructura
En ellos —y durante siete días— le cuenta todo cuanto es necesario saber para convertirse en un emprendedor indio de éxito —eso sí, respetuoso con sus empleados—, cómo salir de la jaula de gallinas, y cómo abandonar la Oscuridad para alcanzar la Luz.
Yo fui el chófer de mi amo; ahora soy el amo de mis chóferes. No los trato como a criados; no les pego, no los hostigo ni me mofo de nadie. Tampoco insulto a ninguno diciéndole que es de mi “familia”. Ellos son mis empleados; yo, su jefe.Balram Halwai
Se trata de un género epistolar que podríamos llamar ‘solo de ida’, pues el político chino es real y un convidado de piedra, y se supone que recibe las misivas, pero no las contesta. A pesar de ello, el autor sí nos muestra —aunque sea de forma indirecta— sus intenciones neocapitalistas, que son las mismas que persigue la India moderna.
Las castas
Por el camino, Balram le habla a Jiabao de pasada acerca su apellido y la casta a la representa, los pasteleros —aunque ya nadie de su familia se dedique a semejante oficio—, y da a entender que hoy día las castas han quedado reducidas a dos: ricos y pobres.
Balram Halwai en Laxmangarh |
Si bien, siguen existiendo aún —de alguna manera— esas diferencias entre ellas. Es como si la modernidad hubiera desordenado una sociedad perfectamente compartimentada en la que cada quien tenía claro cuál era su papel dentro de ella, aunque siga siendo profundamente clasista. Y ahora, solo existieran corruptos en todos los estamentos de ‘la mayor democracia del mundo’, incluyendo a quienes antes solo eran parte de las castas inferiores y que desde su nuevo lugar de poder muestran la misma actitud usurera que los ricos de toda la vida.
Verá: este país, en sus días de grandeza, cuando era la nación más rica de la Tierra, era como un zoo. Un zoo limpio, ordenado y bien conservado. Cada uno feliz y en su sitio. Los orfebres, aquí; los vaqueros, ahí; los señores, allá. El que se llamaba Halwai fabricaba dulces; el vaquero cuidaba vacas, y el intocable limpiaba las heces. Los señores eran amables con sus siervos. Las mujeres se cubrían la cabeza con un velo y bajaban los ojos cuando hablaban con un extraño.Balram HalwaiY entonces, gracias a todos esos políticos de Delhi, el 15 de agosto de 1947, es decir, el día en que los británicos se fueron, todas las jaulas quedaron abiertas. Los animales empezaron a atacarse y a destrozarse unos a otros y la ley de la jungla sustituyó a la ley del zoo.
En resumen: en los viejos tiempos había en la India un millar de castas y de destinos. Hoy en día sólo hay dos castas: la de los hombres con grandes barrigas y la de los hombres sin barriga.
Y sólo dos destinos: comer o ser comido.»
Los personajes
Tenemos al primer ministro chino como interlocutor mudo, cuya política económica define su presencia.
Balram como chófer de ricos |
Y está la familia de ricos —procedente del mismo pueblo que Balram— para la que éste consigue entrar a trabajar. Es una familia formada por un padre y dos hijos, uno de ellos educado en Estados Unidos y el jefe directo del protagonista. Todos viven del negocio del carbón y emplean la corrupción al más alto nivel para hacerlo. Ellos son la imagen de esa parte poderosa de la sociedad india que abusa sobre la más desfavorecida.
Esclavitud moderna
Dice Aravind Adiga que la India es el peor país del mundo para ser pobre, y creo que lo ha dejado bien claro en las páginas de su novela. La historia de una esclavitud moderna. De un país lleno de contrastes. De un lugar en apariencia moderno que conserva costumbres ancestrales y terribles. Donde la corrupción en su más alto nivel está a la orden del día, y donde una parte de la sociedad es invisible y tratada con consideraciones muy por debajo de las que corresponderían a cualquier ser humano.
Lo más importante que hay que saber es que aquí las calles son buenas, y la gente, mala. La Policía está totalmente podrida. Si te ven sin cinturón de seguridad, tendrás que sobornarlos con cien rupias. Nuestros amos no son tampoco ninguna maravilla.
Cuando van a sus fiestas nocturnas, es un auténtico infierno para nosotros. Has de dormir en el coche y los mosquitos te devoran vivo. Si son mosquitos de malaria, no hay problema; sólo te pasarás delirando un par de semanas. Pero si son mosquitos del dengue, entonces estás de mierda hasta el cuello; te morirás seguro.Balram Halwai
Adiga se mete con la política, con la religión, con la tradición. Sobre todo, la de ser fiel y honesto con el amo, a pesar de los abusos económicos y morales que éstos infringen a sus siervos, y de todas las humillaciones a las que los someten. Les llama gallinas dentro de un gallinero, resignados ante su destino. Y dice que viven en la Oscuridad.
Los gallos de la jaula huelen la sangre por encima de sus cabezas. Ven expuestos a su alrededor los órganos de sus hermanos. Saben que ellos serán los siguientes. Y sin embargo, no hacen nada para rebelarse. No intentan escapar de la jaula.Balram Halwai
Exactamente lo mismo se hace en este país con los seres humanos.
Tigre blanco
Esta es una novela dura, que muestra una imagen diferente de la India, más allá de los monumentos, de la espiritualidad o del floclore. Es actual y es desgarradora, pero también totalmente satírica y con grandes dosis de humor. Un revulsivo para quienes viven allí y una revelación para los foráneos. Narrada de manera ágil, cruda y sincera.
Balram con los empleados de su empresa de Bangalore |
Muestra cómo hacerse rico en un país como la India si no has tenido acceso a lo mínimo —por motivos externos a ti— y no te está permitido traspasar la barrera que separa a los dos grandes mundos en que se divide la sociedad: el rico y el pobre. Nuestro protagonista termina por conseguirlo pero, para ello, ha de infringir algunas leyes y usar grandes dosis de talento, como el tigre blanco que es.
Adaptaciones
Que yo sepa, hasta el momento solo existe una única adaptación de esta satírica e irreverente novela. Una oportunidad que un grande del streaming como Netflix no podía dejar pasar, y cuyo título y contenido son completamente fieles a la obra original. No es de extrañar, dado que Ramin Bahrani —el director— fue compañero de estudios de Adiga —en la Universidad de Columbia— y es amigo personal del autor. La prueba es que tiene su propia dedicatoria al comienzo del libro:
PELÍCULAS:
- 2021: The White tiger, largometraje indio-estadounidense, escrito y dirigido por Ramin Bahrani, y protagonizado por Adarsh Gourav, Rajkummar Rao y Priyanka Chopra Jonas.
Valoración
4/4 books
¡De la Oscuridad a la Luz!
Visitar la India nunca me ha atraído precisamente por esto. Ver esas desigualdades tan profundas no me resultaría agradable y no querría pertenecer a esa parte de la humanidad que las alimenta. Leer esta novela ha sido una gran experiencia y, para mí, suficiente. Prefiero ver este mundo dentro de unas páginas, digan lo que digan sus oriundos.
He visto la película y me ha gustado muchísimo. Casi clavada al libro y totalmente lograda. La recomiendo muchísimo. Al igual que la novela.
¡Hola, MJ! Joder, con perdón, menuda novela negra nos presentas y que desconocía por completo. Desde luego ya me sedujiste con el planteamiento de la misma y con ese contexto histórico de Nueva Delhi que, sin duda, nos sirve para comprender mejor qué crítica social, indispensable en el género, incluye el autor.
ResponderEliminarLeer más adelante que quería disgustar a la izquierda y la derecha políticas o que el autor fuera criticado por tener la osadía de mostrar su verdad ya terminaron por lanzarme a la búsqueda de esta novela. Excelente reseña, MJ. Un abrazo!!!
¡Hola, David! ¿Tú crees que es novela negra? No diría yo tanto, no sé.
EliminarEn cuanto a las ciudades que voy visitando en este reto, y a Delhi en concreto, me he ido dando cuenta de que eran todas muy pequeñitas hasta hace muy poco y que han pegado un reventón demográfico hace poco más de un siglo. Desde luego eso tiene que influir en la vida de sus habitantes a todos los niveles.
Al final, creo que ha sido el propio Aravind quien te ha convencido de leer su novela, y no yo. La verdad es que sí ha sido muy, muy osado. Así han sido las críticas. En fin... Gracias por tu visita, gracias por tus palabras, David. Un abrazo!!!