EL EMBARAZO DE MI HERMANA de Yoko Ogawa

EL EMBARAZO DE MI HERMANA de Yoko Ogawa

Reseña de la novela EL EMBARAZO DE MI HERMANA | Yoko Ogawa | Contemporánea | 1990 | Premio Akutagawa 1990

Metáfora de la soledad y del sentimiento de pérdida para la mujer japonesa de hoy en día, esta parábola se empieza leyendo con fascinación y luego no sin algo de pavor.

CUADRO DE CONTENIDO


Una ecografía como la de la novela'El embarazo de mi hermana' de Yoko Ogawa

Yōko Ogawa es capaz de dar expresión a los mecanismos más sutiles de la psicología humana en una prosa que es suave pero penetrante.
Kenzaburō Ōe



Ficha

Portada de la novela contemporánea 'El embarazo de mi hermana' de Yoko Ogawa
Premio Akutagawa 1990
TÍTULO: El embarazo de mi hermana
TÍTULO ORIGINAL: 妊娠カレンダ — Ninshin karendaa
AUTORA: Yoko Ogawa
IDIOMA ORIGINAL: Japonés
TRADUCTORA: Yoshiko Sugiyama
EDITORIAL: Funambulista
AÑO DE PUBLICACIÓN: 2007 | 1ª Ed. 1990
ISBN: 9788496601178
GÉNERO: Novela, Contemporánea
Nº DE PÁGINAS: 128



Sinopsis

La narradora nos describe, con insólito talento y bajo forma de diario, el embarazo de su hermana mayor; y lo hace de una manera aparentemente fría y analítica aunque no exenta de ironía. Así, pasada la fase de las náuseas, la embarazada recupera su voraz apetito y se pone a engullir compulsivamente una mermelada de pomelo que le prepara su hermana, episodio clave que llevará el relato a un inesperado desenlace.



Yo comento

Y de nuevo la costumbre se repite. Otra vez llego de rebote a esta novela buscando entre autores nacidos en Japón y que no hubiera leído anteriormente.

En principio me decidí por Yoko Ogawasobre todo— por la inicial de su apellidouna letra aún vacía para Autores de la A a la Z 2024—, pero he de reconocer que lo que me llevó de verdad a elegirla a ella fue saber que iba más allá de mi admirado Haruki Murakami, y quise ver su magia por mí misma.

Mi primer tanteo para el reto LA VUELTA AL MUNDO EN DOCE LIBROS 2024. ¡SIN LÍMITES! fue otra obra de la misma autora —La piscina—, pero la imposibilidad de conseguirla me llevó a mi elección final, una novela con un plus como obra premiada con el Akutagawa, que se salía de la normatanto o más que la otra— y trataba un tema peliagudo para las mujeres: el embarazo. O sea, una posibilidad menos atrayente que resultó ser una sorpresa turbadora al máximo.

Pero no nos entretengamos más. Comenzaré —como viene siendo habitual— con un acercamiento al lugar y tiempo concretos a donde va a llevarnos la octava escala de este apasionante viaje literario alrededor del mundo siguiendo los pasos de Phileas Fogg: este mes posaremos nuestro globo literario en lo alto del sagrado...



Monte Fuji, Japón

Sí, esa montaña de Japón representada hasta la saciedad en innumerables obras artísticas de todos los tiempos, que influyó en pintores como Vincent van Gogh o en músicos como Claude Debussy. Creo que es la imagen de Japón por antonomasia o, al menos, la que yo asocio con el país nipón. En parte gracias a la vista titulada ‘La gran ola de Kanagawa’ perteneciente a la serie Ukiyo-e ‘Treinta y Seis Vistas del Monte Fuji’ realizada durante el periodo Edo1830-1833— por el artista japonés Katsushika Hokusai, y que fue completada con otros diez grabados hasta alcanzar la cifra total de 46 xilografías. Hasta ese punto este volcán obsesionó a Hokusai.


'La gran ola de Kanagawa', la xilografía del Monte Fuji, etapa japonesa de 'La vuelta al mundo en 12 libros' con 'El embarazo de mi hermana' de Yoko Ogawa
La gran ola de Kanagawa de Katsushika Hokusai

Un monte con leyendas como la del cuento de la princesa Kaguya, donde se deposita y se quema el elixir de la vida en la cima. Adorado desde el punto de vista religioso, venerado por las tres religiones y culturas más populares del país: el sintoísmo, el budismo y el confucionismo. Inspirador de toda una secta —el Fuji-ko— que llegó a construir santuarios, monumentos rocosos y a potenciar el ayuno como medio de adoración, para resultar —debido a su fanatismo— finalmente prohibida. Como también lo fue la montaña —hasta el año 1872 de la era Meiji— al acceso de las mujeres. Una capilla llamada Nyonin-donrefugio de mujeres— les permitía esperar a sus maridos, hermanos o hijos mientras éstos coronaban la cumbre, pues la impureza que suponía que alguna pudiera tener el periodo o estar embarazada así lo dictaba —como en todas las demás religiones del mundo— para evitar que un lugar sagrado resultase mancillado.

Situado en las prefecturas de Shizuoka y Yamanashi, sus 3.776 m de altura le dan el título de la montaña más alta de la isla de Honshu, y de todo Japón. Se encuentra en el centro del país y al oeste de Tokio, desde donde puede divisarse en un día claro. Y a lo largo de la historia ha sufrido varias erupciones, aunque lleva más de trescientos años sin dar ningún sobresalto a la población circundante.

En cuanto a su nombre, no se sabe exactamente de dónde proviene. Podría debérselo a los samuráis que se entrenaban allí. O a los soldados que lo escalaron por diversos motivos. Aunque parece que según algunas crónicas, "fuji" pudiera haber surgido a finales del siglo IX o principios del X, gracias a la tribu indígena Ainu que denominaba Fuuchi-Kamuy a su diosa del fuego. Algo con mucho sentido, teniendo en cuenta que hablamos de un volcán.


Vista del Monte Fuji desde la pagoda Chureito, etapa japonesa de 'La vuelta al mundo en 12 libros' con la novela 'El embarazo de mi hermana' de Yoko Ogawa
Pagoda Chureito ante el Monte Fuji

Es también una de las estructuras geológicas más conocidas y fotografiadas de la Tierra, y ha sido declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en el año 2013. Rodeada de cinco lagosuno de ellos de aguas termales— y conectada por infinidad de grutas sagradas formadas los tubos lávicos de los tres volcanes que en realidad han dado pie a la formación de la montaña que podemos contemplar hoy en día.

Y desde el siglo VIIcuando la escaló por primera vez un anónimo monje budista— es un lugar de peregrinación dividido en ocho etapas. Las siete primeras públicas, y la octavadesde los 3.200 metros hasta la cumbreprivada, perteneciente al santuario sintoísta Fujisan Hongu Sengen Taisha desde 1606, cuando el fundador del shogunato Tokugawa le donó el pico del monte. Una circunstancia excepcional, pues desde 1860con la dinastía Meijitodos los santuarios privados fueron nacionalizados.

Justo el mismo año en que los occidentalesen concreto Sir Rutherford Alcockpusieron el pie en su cumbre por primera vez. Y, tras diversas etapas con condiciones diferentes, hoy cualquiera puede aventurarse a escalar la montaña usando una de las cuatro rutas dispuestas para ello. Los motivos para hacerlo pueden ser los que uno quiera, no solamente los derivados de la fe religiosa.



Estructura

Aunque un peregrinaje como ese quizá le hubiera venido bien a la narradora de nuestra historia para expiar sus culpas o, mejor, para no haberlas perpetrado jamás. Pues, como ella misma narra a modo de diario, la evolución del embarazo de su hermana va atravesando caminos cada día más oscuros hasta producirse ‘ese’ desenlace.


Retrato creado cin IA de la narradora de la novela'El embarazo de mi hermana' de Yoko Ogawa

...no soy capaz de entender el «matrimonio». Me parece una especie de extraño gas impenetrable. Un gas huidizo que no tiene ni contornos ni color, difícil de distinguir bajo el cristal transparente de un frasco triangular del laboratorio.
La narradora

Cada capítulo viene encabezado por la fecha y las semanas de gestación y tiene una extensión corta, muy corta, o algo más dilatada, dependiendo de lo que nos vaya contandosiempre en primera persona— la hermana menor. Algo inusual, si tenemos en cuenta que se trata del embarazo de otra mujer.



Autora

Pero es que Yoko Ogawa se quedó enamorada de los diarios desde que leyódurante su adolescenciael de Anna Frank. Y ellos han sido un recurso recurrente en su premiada obra. Con influencia de la literatura internacional en su infancia, de la literatura japonesa en su primera juventud, de grandes autores japoneses en su etapa universitaria en Waseda como Mieko Kanai, Kenzaburō Ōe y Haruki Murakami, y de las traducciones de algunos de ellos de literatura extranjera, ha logrado obtener los más prestigiosos premios tanto nacionales como internacionales y ver su obra traducida a infinidad de idiomas.


Yoko Ogawa, autora de la novela 'El embarazo de mi hermana'

La obra de Auster es una literatura narrativa que crea la ilusión de que el autor no es quien la inventa, sino que simplemente escribe algo que le explicaron. […] Cuando leí El palacio de la luna —publicado en japonés en 1994— deseé poder escribir de aquella manera. Pensé que debía convertirme en una mediadora de lo que hay en el mundo exterior.
Yoko Ogawa

Aunque quizá ese camino ya lo hubiera emprendido antes con ‘El embarazo de mi hermana’, pues no solo cuenta las impresiones en primera persona de la hermana menor, sino que hace descripciones agudas de lo que los demás protagonistas observan y sienten, mostrando un reflejo fiel de la sociedad japonesa y de los roles que todos desempeñan en ella. La embarazada cumple su obligación de ser madre, y el marido la acompaña —obligado a su vez— a cumplir su rol de padre, porque están en la edad de hacerlo, y es lo que la sociedad espera de ellos justo en ese momento.


Yoko Ogawa está considerada como una autora de culto en Japón, Francia y Alemania, gracias a 'El embarazo de mi hermana', que vendió más de 300.000 ejemplares, que fue galardonada con el prestigioso Premio Akutagawa en 1990, y que la encumbró a situarse en el lugar más destacado dentro de las letras niponas.
El editor



Una historia corriente

Es cierto, aunque esté contada de manera muy poco convencional, se trata en realidad de una historia corriente que, sin embargo, nos da bastante en lo que pensar. Para nada se expresan buenos pensamientos o deseos. Nadie lo hace —salvo los suegros de la hermana mayor—, pues las dos mujeres viven en la misma casa acompañadas del marido de la gestante, y ninguno de los tres miembros de esa ‘pequeña familia’ habla del niño que está en camino con el cariño que sería lógico mostrar en esas circunstancias.


Mi hermana y su marido no hablan del bebé delante de mí. Se comportan como si entre el hecho de estar embarazada y el de llevar un bebé en el vientre no hubiera relación alguna. Por este motivo, a mí tampoco me parece que el bebé sea algo concreto.

Pareja de la novela'El embarazo de mi hermana' de Yoko Ogawa

No hay el menor atisbo de ilusión por la futura llegada del pequeño. Solo incomodidad y extrañeza, como si se tratara de un alien que vaya a desequilibrar la balanza de la convivencia. Incluso me atrevería a decir que existe un cierto sentimiento de celos por parte de la narradora. Y no por no ser ella la futura mamá, sino por lo que el bebé vaya a quitarle una vez nacido. Incluso antes, ya le ha arrebatado algunas cosas, como comer tranquilamente en el interior de la casa.


—¿Qué sensación tienes cuando te sacan «fotos» del interior de tu cuerpo?
—Es como si sintiera vergüenza o tuviera cosquillas, una sensación extraña.



Trastornos alimenticios

Y es que los olores pueden llegar a ser insoportables durante los primeros meses de embarazo. Y los sabores van estrechamente unidos a ellos. Las molestias estomacales se hacen cotidianas. Luego pueden llegar los ‘antojos’, llamémoslos ‘manías’ por un determinado y —a menudoinsólito alimento, como la mermelada de pomelo.


—Además, quien lo desea no soy yo, sino el «embarazo» que está dentro de mí. Es el em-ba-ra-zo. Así que no se puede controlar.
—Ella ha ignorado mi voz y ha seguido con sus caprichos. Ha pronunciado la palabra «embarazo» de manera repugnante, como si estuviera diciendo el nombre de una oruga peluda.

Comer mermelada de pomelo compulsivamente en la novela 'El embarazo de mi hermana' de Yoko Ogawa

Pero, ¿y si la relación con la comida nunca hubiera sido la más idónea? ¿Y si ya estuviera a tratamiento por esa causa? —pues a las mujeres japonesas se las juzga muy duro si no cumplen los estándares estéticos socialmente exigidos—. No queda demasiado claro, aunque se vislumbra tal posibilidad. Y ello contribuiría a complicar aún más las cosas.


A pesar de que lleva más de diez años con el tratamiento, desde que iba al instituto, tengo la sensación de que los nervios de mi hermana no han mejorado. Su enfermedad siempre flota como las algas marinas en el mar. Nunca descansa en tierra arenosa, de manera serena.



Depresiones

Los embarazospor múltiples razones— siempre representan un desequilibrio para cualquier mujer. Ya sea por el cambio hormonal, por los miedos inevitables que surgen, o por las transformaciones que aparecerán en la propia vida cuando la nueva personita nazca. A ello se suman distintos tipos de depresiones que pueden amenazar a la embarazada en las diversas etapas del proceso.


Melancolía es lo que siente la embarazada de la novela 'El embarazo de mi hermana' de Yoko Ogawa

Antes de despertarme, cuando estoy a punto de salir de las profundidades del sueño, hay un momento en el que siento que las náuseas, la Clínica M. y esta barriga tan grande no son reales. En ese instante me sentiría contenta si todo fuera un sueño. Pero cuando ya estoy completamente despierta y contemplo mi cuerpo, se acabó todo. Me siento tremendamente deprimida. Y comprendo que tengo miedo de ver a mi propio bebé.

Cuando las circunstancias de partida ya no son tampoco muy normales… y es que Japón es como Plutón. En una sociedad en la que cada miembro tiene su lugar y cuya trayectoria vital está de alguna manera muy encorsetada por la colectividad. Cada persona debe ser y hacer lo que se espera de ella en cada etapa de la vida. Y sus miembros pueden verse abocados a vivir —con desgana— una vida que no les atrae en absoluto.



En resumen

Esta pequeña obra dibuja a la perfección el tipo de sociedad que es la nipona, la relación de frialdad practicada entre sus integrantes, la forma de abordar según qué circunstanciasen este caso un embarazo que no da la sensación de ser demasiado deseado— y ese modo de dejarse llevar por la corriente social.

En concreto, me ha parecido que la autora ha sido muy valiente a la hora de afrontar la parte oscura del estado de preñez. Sobre todo teniendo en cuenta la cultura a la que pertenece. Y también, al mostrarnos las actitudes de los familiares que rodean a la embarazada. Un acontecimiento feliz a priori puede llegar a convertirse en una historia de terror en todos los sentidos, y eso es lo que Yoko Ogawa ha mostrado.


Me he fijado en la cavidad en forma de haba. Era como si se escuchara la llovizna mojando la noche. La forma que había en la zona estrangulada de la cavidad era el bebé. Aquella sombra débil parecía estar a punto de caer hacia el fondo de la noche, a poco que soplara el viento.

Con un tono surrealista, con puntos grotescosa veces grotescamente humorísticos—, con un enfoque psicológicamente ambiguo e incluso perturbador y, a la vez, usando una escritura minimalista, sencilla y certera, a la par que bastante fría, Ogawa consigue enganchar al lector desde el principio y durante toda la narración, para acabar dando un golpe de gracia final que lo hace tambalearse. Y eso, precisamente, es la genialidad de esta pequeña gran obra no apta para todos los públicos.



Valoración

Está claro que —como muchas otras veces ha sucedido— esta obra también es una clara merecedora de un LEE completo. Yo tampoco se lo he dado en esta ocasión, y no porque no sea digna de alcanzar tal honor, sino porque me ha sobrecogido tanto su final que me ha dejado sin palabras, sin saber cómo tomarme esta novela, qué pensar de ella, y así permanecí durante unos cuantos días, hasta que por fin logré digerir su polémica trama. Por eso...

Mi valoración es:
3/4 books
Gráfico de puntuación de ELEEA books: 3 de 4
¡Me gustó una barbaridad!
Una obra inquietante.

PE: Esta novela, aunque cortísima, me ha descolocado al punto —una vez acabada la lectura— de tener que reflexionar hasta la locura sobre mis impresiones acerca de ella. Es de esas obras que puedes amar u odiar, pero que no dejan a nadie indiferente. Algo que, para mí, siempre supone garantía de calidad.

Durante unos díastras su lecturatuve que reposar lo leído para darle una valoración justa. Al final, como puedes ver, han sido cuatro estrellas en GR o su equivalente en este blog: tres de cuatro libros. La verdad es que la frialdad con la que la narradora cuenta la historia, así como el desafecto con el que se tratan los tres personajes principales, y ese final imposible de definir pudieron tener bastante que ver a la hora de pensar en mi valoración final y acabar negándole la máxima gloria.



¡Salud y suerte!
La firma de MJ RU1Z para los posts de ELEEAbooks

¿Has leído literatura japonesa? Si es que sí, ¿qué tipo/s?


Este libro participa en el Reto Autores de la A a la Z 2024 completando la letra 'O', en el Reto Genérico 2024 en el apartado de narrativa contemporánea, en el Reto Viajamos con los libros 2024 en el mes de Agosto y en Japón, y en el Reto La vuelta al mundo en 12 libros entrega del 21 de agosto correspondiente al monte Fuji, Japón.

4 comentarios:

  1. ¡Hola!
    pues ya somos dos las que admiramos a Murakami y que disfrutamos de la literatura japonesa (en mi caso, oriental en general)
    ¡Qué buena reseña hiciste!! Te cuento que he leído dos libros de Yoko Ogawa y me gusta mucho la autora. Este no lo conocía, pero me llama mucho la atención, el tema de que se muestre el lado negativo el embarazo y esa frialdad que comentas. Así ue me lo llevo
    Besos

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    Respuestas
    1. Hola, Marian. Me alegra que mi reseña te haya valido para interesarte por un libro tan 'peculiar' como es este. Yo con Murakami he tenido una historia de amor literario maravillosa durante un tiempo en que no paraba de leer sus obras, creo que he leído casi todas las más importantes. Incluso algunos libros de ensayo. Tiene un estilo envolvente a la par que sencillo que engancha muchísimo. Esta autora creo que ha bebido mucho de él, entre otros grndes autores contemporáneos. A mí me ha encantado. Y ya tengo en mi poder una distopía que me apetece muchísimo: La policía de la memoria. Con ella me pondré en breve, en cuanto termine el libro que tengo entre manos.
      Gracias por pasarte y por dejarme tus impresiones.
      Un beso grande.

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  2. ¡Hola MJ!
    ¡Chapeau! 👏🏻 👏🏻 👏🏻 ¡Qué reseña tan impresionante!
    Definitivamente tengo que volver a esta autora, me has dejado con muchas ganas de leer "esta pequeña gran obra". Sin duda una novela aguda y perturbadora.
    En el 2022 leí "La policía de la memoria" y me gustó mucho, me recordó un poco "1984" de George Orwell. No hice reseña por estar de vacaciones en ese momento, pero fue una novela que me dejó pensando. Ese estado policial de control y persecución y esa aceptación pasiva... y como venezolana, la historia no pudo dejarme indiferente.
    Espero que te guste a ti también, estaré pendiente de leerte, mientras me llevo tu sugerencia para una próxima lectura ;)
    Un gran abrazo.

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    Respuestas
    1. Gracias, Mariana. Sí que tiene un cierto parecido con 1984. La verdad es que la novela de Orwell sin duda ha tenido muchísima influencia sobre las distopías posteriores. Y esta no podía ser menos. A mí me chiflan las distopías. Hay muchas y de muy diferentes desarrollos y ninguna acaba bien. Lo que sí hacen es descolocar al lector y obligarlo a pensar. Creo que eso constituye una parte importante de su atractivo.
      Un abrazo para ti también.

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