OGAWA, YOKO
Nacida el 30 de marzo de 1962 en Okayama, Japón | GÉNEROS: Novela, Contemporánea | INFLUENCIAS: Paul Auster, Haruki Murakami, Mieko Kanai, Kenzaburō Ōe, Ana Frank.
BIOGRAFÍA
Yoko Ogawa —de soltera Hongo— nació en la ciudad de Okayama, situada al suroeste de la isla Honshū, la mayor de Japón. Allí vivió con su familia inmersa en una comunidad de la secta sintoísta Konkōkyō, cuyos objetivos son superar los desafíos de la vida y alcanzar el Wagakokoro —un corazón pacífico y alegre— a través de la fe. Allí, su abuelo paterno era uno de los líderes, y su padre trabajaba como funcionario gubernamental.
Enseguida se interesó por la literatura. Le gustaba leer, escribir y dibujar mucho más que participar con sus compañeros en cualquier clase de actividades grupales más físicas. Durante su infancia leyó obras adaptadas al público infantil —como los libros de Pippi Calzaslargas y Mary Poppins— y le tomó el gusto a las fábulas de animales. Aunque lo que verdaderamente la inspiró para dedicarse a la escritura fue El diario de Ana Frank, un texto que le influiría a lo largo de toda su carrera.
El corazón y la mente de Ana eran tan ricos […] su diario demostró que las personas pueden crecer incluso en una situación tan confinada. Y escribir puede dar libertad a las personas.Yoko Ogawa
Durante su etapa de formación académica —en la prestigiosa y exclusiva universidad privada de Waseda en Tokio— se familiarizó más ampliamente con la literatura clásica japonesa, además de estudiar las obras de autores occidentales tan renombrados como F. Scott Fitzgerald, Truman Capote y Raymond Carver. Y tuvo ocasión de conocer en profundidad —gracias a su profesor Motoyuki Shibata, primer traductor del autor americano— la obra de Paul Auster —una verdadera inspiración para ella—. De este escritor piensa que:
Escribe literatura hablada: parece que ha escrito una historia que alguien le ha contado, en lugar de crearla él mismo. ‘Así es como me gustaría escribir’. Como si yo fuera solo un medio para transferir una historia del mundo exterior.
Con semejante cóctel educativo, la posibilidad de éxito tenía que ser muy alta. Influenciada, además, por escritores japoneses clásicos como Tanizaki Jun'ichirō, o por otros contemporáneos como Haruki Murakami —su favorito— o Kenzaburo Oé, quien ha dicho de ella:
Yōko Ogawa es capaz de dar expresión a los mecanismos más sutiles de la psicología humana en una prosa que es suave pero penetrante.Kenzaburō Ōe
Sin embargo, tras graduarse en la universidad en 1984, se empleó como secretaria de la Facultad de Medicina de la Universidad de la ciudad de Kurashiki. Un empleo que abandonó —apenas dos años después— tras su matrimonio con su entonces novio, un ingeniero de una empresa siderúrgica. Lo que no dejó fue su pasión por la escritura, a la que le dedicó todo su tiempo libre mientras su esposo estaba en el trabajo.
Éste fue el primer sorprendido cuando Yoko recibió un premio como nueva autora por su primera obra —Desintegración de la mariposa—, y que sería el primero de una larga retahíla de galardones importantes, en Japón y más allá de sus fronteras: Premio Kaien 1988, Premio Akutagawa 1990, Premio Yomiuri 2004, Premio Izumi 2004, Premio Tanizaki 2006, Premio Shirley Jackson 2008, Premio Independent Foreign Fiction 2010 y 2014 y Premio American Book 2020, entre otros.
El Premio Yomiuri por ‘La fórmula preferida del profesor’ fue su primer gran éxito, del que vendió —solo en Japón— más de un millón de ejemplares y que terminaría adaptado al cine, como algunas otras de sus obras. Además, le proporcionaría su gran salto internacional. Desde entonces ha publicado en The New Yorker, A Public Space y Zoetrope, es decir, ha conseguido un palmarés bastante sobresaliente.
Y es que con su estilo sencillo —aunque basado en la acumulación de detalles—, y que contiene profundas descripciones de sus protagonistas —mayoritariamente mujeres—, donde cuenta cómo éstos observan, sienten y razonan, reflejando la sociedad japonesa y especialmente el papel de las mujeres en ella, se puede llegar muy lejos.
Si tenemos en cuenta que su obra posee un tono variado, desde lo surrealista a lo grotesco, salpicada con algunos elementos humorísticos que dan a sus novelas y relatos un aire ambiguo e inquietante —otro plus— aunque para la autora no tenga demasiada importancia el argumento, la genialidad está servida. Pues —según ella misma ha confesado— suele partir de una imagen que llega a su mente, y empieza a imaginar cómo se ha podido llegar a esa situación y qué tipo de personajes podrían haberla protagonizado. Su objetivo siempre es representar la vida interior de esos personajes, y lo hace con bastante éxito en muchos lugares del mundo:
Yoko Ogawa está considerada como una autora de culto en Japón, Francia y Alemania, gracias a 'El embarazo de mi hermana', que vendió más de 300.000 ejemplares, que fue galardonada con el prestigioso Premio Akutagawa en 1990, y que la encumbró a situarse en el lugar más destacado dentro de las letras niponas.El editor
Es decir, Yoko Ogawa ha logrado —sin proponérselo— una carrera literaria que marcha viento en popa y a toda vela sin habérselo propuesto previamente, algo que ella misma expresa de la siguiente manera:
No me propongo alcanzar propósitos ni superar cumbres. Solo me centro en escribir la siguiente línea, la siguiente palabra. La constancia y repetición en dicho proceso acabará alumbrando una nueva novela.Yoko Ogawa
Como curiosidades, se puede decir que es fanática del equipo de béisbol de los Hanshin Tigers, y también es admiradora de la cantante Motoharu Sano, hasta el punto que en 1993 la llevó a publicar una colección de relatos —Angelina— inspirada en sus canciones. Sus autores japoneses favoritos son Yasunari Kawabata, Osamu Dazai y Junichiro Tanizaki.
Actualmente, reside en la ciudad de Nishinomiya, junto a su esposo y su hijo, a quienes mantiene en un total anonimato, completamente alejados de los focos mediáticos. Y es —después de Haruki Murakami— la autora japonesa más popular y traducida del mundo.
Interesante semblanza biográfica de la autora. Tengo varios libros suyos entre mis pendientes, pero aún no me he animado con ninguno. Espero hacerlo pronto.
ResponderEliminarUn beso.
Te animo a ello, Rosa, creo que vale la pena leerla. Te aviso de que su obra es bastante ecléctica, tocando géneros muy diferentes. una novela suya igual no tiene nada que ver con las demás. Yo ahora estoy leyendo una distopía, la anterior fue una historia mucho más personal, aunque con un final provocador. En fin, una autora muy interesante, tanto en el panorama nipón como a nivel mundial.
EliminarUn beso.