Segunda entrega correspondiente al mes de Septiembre de 2022 del Reto Escribir Jugando. Usamos los juegos de mesa para inspirar un microrrelato de cien palabras como máximo. 'La justicia, la howlita y la flor Centaury marcan la composición del cuarto mes del año V del desafío.
El reto
Este reto titulado
Escribir jugando, es una idea original de Lídia del blog
lidiacastronavas.wordpress.com: El Blog de Lídia. Llegué a él desde otro blog literario y me encantó la propuesta nada más verla: se usan cartas y dados para despertar la inspiración. Ya lo explica en el banner:
Reto de escritura basado en juegos de mesa ¿Juegas? Yo respondí con un rotundo SÍ y desde Diciembre de 2020 —
hace ahora más de un año y medio— estoy metida de lleno en el juego.
Banner
Para apuntarse hay que
dejar un comentario en la entrada correspondiente del blog de Lídia —
enlace aquí— y colocar el banner del reto en este post o en otra parte visible del blog. Yo lo he puesto aquí abajo
para anunciar el reto de Lídia y en
MisceláneosRetosBanner —
enlace directo aquí— para ir a la página donde aparecen todas mis entradas del reto.
Normas
Y ahora, sin más preámbulos, veamos los condicionantes de Lídia para la propuesta de este mes:
- CONDICIONES GENERALES: Tema y métrica libres.
- CONDICIONES PARTICULARES: Deberá estar inspirado en la carta grande. Deberá aparecer el mineral: howlita o turquesa blanca. Y por último de manera opcional, podrá aparecer algo relacionado con esta flor de Bach: Centaury.
- EXTENSIÓN: 100 palabras máximo sin contar el título, tanto para poemas como para microrrelatos.
- PLAZO: Hasta el 30 de Septiembre.
Microrrelato
Te presento mi
segunda propuesta —
este mes no quedé contenta con la primera, enlace aquí, y me aventuré a una segunda—, resuelta esta vez en las
99 palabras exactas, sin contar el título. Espero que te guste y la disfrutes como yo lo hice cuando la escribí.
Justicia
—¿Justicia? —clamó—. ¡La justicia no existe!
Qué más daba que lo hubieran condenado a cadena perpetua. Por mucho que durara su encierro, no era nada comparado con su obra. Su hijo ya no estaba, y jamás regresaría. ¿Qué clase de castigo podía compensar la muerte de un niño y su vida no vivida?
Abrió el corazón de turquesa blanca, introdujo unos pétalos de Centaury y algo más, y se lo colgó al cuello. Dispuesta a solucionarlo, cruzó la puerta de la celda enfundada en su papel de psicóloga. No pudo. Pero él, sí.
Amaneció muerto en su catre.
mj
Pinterest
Para acabar: si te ha gustado y usas Pinterest, puedes animarte a repinear este pin en uno de tus tableros. Es gratis y me encantaría. También puedes repinear cualquier otra imagen del post —para ello he habilitado un botón que se activa en la esquina inferior derecha, al pasar el cursor o el dedo sobre la foto—, si así lo deseas. Ya sabes, a gusto del consumidor:
PE: Howlita —para calmar su ira—, pétalos de flor de Centaury —para que ningún 'no' a sus pretensiones la detenga— y la propina —para el asesino—, es cuanto necesita la protagonista para hacer —por fin— justicia. Pero no es fácil ponerse a la altura de un monstruo.
¡Salud y suerte!
¿Qué te ha parecido este micro?
Cuéntamelo aquí abajo me encantaría saberlo.
Creo que nada, ni la venganza más sofisticada, puede consolar de la muerte de un hijo. Pero tu relato resulta muy bueno y es todo un ejercicio de Justicia poética.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias, Rosa. No me había quedado a gusto con el primer micro y escribí este con otro enfoque. Me alegra que te haya gustado.
EliminarUn beso.
Microrrelato duro, MJ. Muy buen trabajo. Gracias por tu (segundo) aporte al desafío de este mes. Un abrazo.
ResponderEliminarSí, Lídia, lo es. Gracias a ti por tus propuestas. Un abrazo.
EliminarOtro excelente aporte MJ, me recordó la peli de "El Silencio de los Inocentes" o "El Silencio de los Corderos" quizás por el ambiente de la cárcel y el asesino. Me da gusto que al final hubiera justicia. Saludos, siempre un placer leerte.
ResponderEliminarCierto, Ana, tuve a Clarice en mente, desde luego. ¿Y quién no? Si has visto una peli tan impactante ya no puedes olvidarla. Además, tanto Jodie Foster como Anthony Hopkins los encarnaron de una manera inolvidable. Gracias. Siempre es un placer tenerte por aquí. Saludos.
Eliminar¡Hola, MJ! Siempre digo que el tema por excelencia en ficción es la venganza. Al menos a mi parecer. Y en este lo has clavado. A ver quién es capaz de juzgar la moralidad de la acción de la psicóloga. Pienso que son temas donde uno jamás puede juzgar, sino intentar encontrar un equilibrio entre la empatía y la ética. Excelente y certero micro. Un abrazo!
ResponderEliminarCuando te metan a un hijo —que encima es un niño— no creo que haya demasiado espacio para el perdón o la ética. Y, desde luego, tienen mucha miga, tanto la venganza como los juicios acerca de ella y del comportamiento de unos personajes que la manejen. Me alegra que te haya gustado. Un abrazo!
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