Verónica — XXXII Concurso El tintero de oro
CUADRO DE CONTENIDO |
El concurso
Bases
- TEMA: Un relato de terror gótico que incluya un personaje, objeto o lugar de alguno de los relatos de Edgar Allan Poe.
- EXTENSIÓN: un límite máximo de 900 palabras.
- PLAZO: Del 4 al 18 de Junio.
- PARTICIPACIÓN: Una entrada en el blog del participante.
- VOTACIÓN: Los autores participantes deberán votar siete relatos otorgando siete puntos al que más os guste; seis, al segundo; y así sucesivamente. Se enviarán por correo electrónico a eltinterodeoro@hotmail.com del 19 al 29 de Junio. No enviar los votos supondrá la descalificación del relato.
- PREMIOS: El 3 de Julio de 2022 se celebrará la Gala de Premios anunciando los ganadores. Los tres primeros relatos recibirán un diploma digital acreditativo del mismo y serán incluidos en la antología en papel que se publicará en Amazon.
- Todos los relatos participantes se incluirán en el ebook digital ESCRIBIENDO A HOMBROS DE GIGANTES
- Toda la información sobre la quinta temporada AQUÍ.
Banner
Relato
Verónica
Hubo quien intentó burlar a la Parca alargando el velatorio, quien hizo que le instalaran un campanario de Bateson en el ataúd o una bandera para hacer señales, quien utilizó fármacos irritantes o sonidos insoportables para demostrar que seguía en este mundo. Usaron todo el abanico de trucos ya probados y otros originales pero —pese a sus denodados esfuerzos— ninguno lo consiguió. Uno tras otro terminaron muriendo antes de tiempo y de la peor manera: enterrados vivos.
A Verónica no le importó que esa larga retahíla de familiares epilépticos pasados y presentes no la incluyera a ella, ni que la temida catalepsia fuera solo uno de los síntomas de esa terrible enfermedad u otras parecidas que tampoco sufría. Sintió que era parte de una cruel maldición y que antes o después pasaría por lo mismo. Incluso su nombre formaba parte de una especie de broma macabra consumada por su propio padre —gran admirador de Edgar Allan Poe—, quien la llamó así en honor a Berenice —uno de sus numerosos personajes sepultados vivos a quien, para colmo, terminaron por arrancarle todos los dientes—. «Espero que no me ocurra lo mismo —solía pensar—, odiaría perder la dentadura.» Ambos nombres significaban lo mismo: la portadora de la victoria. Verónica esperaba en secreto hacer honor a los antropónimos de ambas y salir triunfadora de la prueba que el destino le tenía reservada. Ideó un plan, segura de que funcionaría.
Ahora eran otros tiempos, sí, ahora las máquinas podían vigilar esas cosas, ahora podían echar a andar sus engranajes, soltar todo el vapor necesario y avisar a quien fuera pertinente de que alguien seguía vivo a pesar de que sus constantes vitales parecieran apagadas, pero nuestra protagonista no se fiaba. ¿Y si las modernas maquinarias fallaban? Tras muchas cavilaciones llegó a la conclusión de que dejar su seguridad en manos de terceros o de entes inanimados no solo podía resultarle peligroso sino también incontrolable. Por ello decidió confiar tan solo en sí misma y la única manera de hacerlo era mantenerse despierta a toda costa.
«Dicen que el ser humano es capaz de pasar un máximo de doscientas sesenta y cuatro horas seguidas sin dormir —escribió en su diario—, yo ya llevo más de trescientas y sigo siendo la misma. Sé que desde hace unos días he cambiado un poco mis hábitos. Algunos dirían que he traspasado algunas líneas peligrosas, sin embargo yo me encuentro mejor que nunca, dueña de mi propia vida pero también de mi propia muerte. Estoy segura de que conseguiré burlar a eso que llaman la muerte prematura.»
Al principio de su voluntaria vigilia todo parecía ir bien, pero pronto empezó a acusar miradas reprobatorias. Las broncas y peleas por cosas sin importancia molestaron a algunos. Otros comenzaron a notarla rara. Primero en pequeños detalles como escasez de memoria o poca concentración, pronto derivó en falta de reflejos y lentitud, mostraba unos ojos cada vez más abiertos y dilatados. Cuando la vieron hablarle al aire, el asunto pasó de extraño a preocupante. Empezó a ausentarse en periodos más y más largos hasta que desapareció del todo.
«Hoy he visto un anuncio interesante —dejó escrito en su diario—, Catalepsia. Vive tu entierro. El juego de escape más pequeño del mundo. Una recreación de tu funeral, pero estás vivo.»
Lo dejó marcado con un “de Interesante a Muy Interesante”.
«Quiero probarlo. —Escribió debajo—. Puede que me sirva de entrenamiento.»
El ahogo y la estrechez la agobiaban. Estaba oscuro y costaba respirar. Notó el calor en los pies e intentó moverse dentro de aquel cubículo, segura de estar en el interior de un ataúd. Peleó con su propio cuerpo sin lograr hacerse con su control, presa de su propia materialidad. Cerró los ojos para concentrarse mejor y focalizar sus fuerzas en un único punto: los dedos de los pies. Notaba la quemazón pero no conseguía reaccionar y apartarse de ella. Lo deseó con todas sus fuerzas y sonó un clic. Una luz cegadora se abrió paso en sus lastimados ojos para mostrar un rojo intenso detrás. ¡Llamas! La alarma de peligro atravesó su cerebro y estalló. Soltó una patada al aire.
—¿Cómo te encuentras? —pregunté.
Verónica logró balbucir algo ininteligible.
—Sigue la luz —ordené—. ¿Cómo te llamas?
—Ve… ró… ni… caa…
—Tranquila, estás a salvo —dije—. Has salido.
—¿Dón... de… es... to… y...?
Supe después que Verónica entendió:
—En Catalepsia. Vive tu entierro.
—¡¡Nooo!! —gritó aterrada.
—Todo está bien —traté de tranquilizarla—. Ya puedes irte.
Verónica se incorporó. Lo que suponía un féretro solo era una cama de hospital. Estaba conectada a un montón de máquinas, con sus engranajes y el vapor de sus chimeneas. Una especie de estufa de carbón calentaba sus extremidades inferiores. Varios rostros desconocidos se arremolinaban a su alrededor. Estaban sonrientes.
Verónica seguía sin entender. «Es solo un juego», se repetía, pero ninguna de aquellas personas parecía formar parte del mismo. Cuando atravesó la puerta de salida miró de soslayo hacia el edificio y leyó el cartel:
“Catalina. Clínica del sueño.”
Definitivamente el cuento de Allan Poe que me inspiró en esta ocasión fue Berenice, donde la catalepsia cobra una importancia especial en el desarrollo de los acontecimientos. Y la catalepsia era el tema principal que quería incluir dentro de los requisitos del reto. También tuvo mucho peso el relato El entierro prematuro y he usado en cierta manera el nombre Berenice y al propio Edgar Allan Poe como autor preferido del padre de la protagonista.
PE: Si has llegado hasta aquí, supongo que estarás preguntándote algunas cosas sobre este relato. Lo primero que he de confesar es que lo de ‘Catalepsia. Vive tu entierro’ no se me ha ocurrido a mí, es completamente real —si quieres ir a su web solo has de hacer clic en el título— y di con él cuando buscaba información sobre la catalepsia. A continuación comparto su vídeo de cabecera:
En cuanto al making of del relato, el nombre de Verónica-Berenice fue fundamental. No quería usar el original y busqué equivalencias en español. De ahí salió una referencia muy apetecible para utilizarla en el texto. Quise darle un toque Allanpoeano usando frases más largas y recargadas pero sin llegar a imitar su lenguaje ni a asimilarlo a un lenguaje antiguo. Quería que fuese actual sobre todas las cosas. Lo que sí quise plasmar es un personaje obsesivo y tener a un narrador diferente que fuera contando desde fuera lo que le ocurría a la protagonista. Me pareció necesario incluir algo de sus propios pensamientos y, para ello, usé el elemento del diario. Igual es algo demasiado manido, no sé. Y le di también un toque de steampunk con eso de las máquinas de vapor llenas de engranajes, que se pueden interpretar también como una visión particular o, por qué no, alucinaciones que tiene Verónica por la falta de sueño. También me pareció esencial incluir un final sorpresivo como los que usa Allan Poe y espero haberlo conseguido.
Cuando comencé el relato no estaba segura de saber cómo hacerlo. David e Isra me dieron ánimos. ¡Gracias, chicos! Espero no haber defraudado con mi texto. Ha sido divertido componerlo como si fuera un rompecabezas.Foto edición: MJ RU1Z
.png)
Me ha parecido muy bueno, todo el tiempo lo he leído con mucho gusto, dejándome atrapar por tu imaginación. Además, el miedo a morir enterrado vivo es de mis temas favoritos en Poe, y tú lo has defendido con mucha elegancia, con un estilo elaborado, rico y muy atrayente.
ResponderEliminarLa parte verídica del juego es curiosa, lo has aprovechado de maravilla, y tu análisis estupendo. Sería interesante que todos lo hiciéramos de nuestras historias.
Enhorabuena y suerte!
Un abrazo
Gracias, Maite. La verdad es que estoy contenta con el resultado. Y más teniendo en cuenta que he pasado unas semanas complicadas a todos los niveles. Hubo momentos en los que pensé en desistir porque no iba a ser capaz de escribirlo a un mínimo nivel. Pero es bien cierto que las musas han de pillarte trabajando y fue ponerse, dedicarle un poco de tiempo y empezar a encajar.
EliminarEn cuanto a lo del making of debo confesar que no fue idea mía sino de Isra, otro de los participantes, que con un gran criterio nos contó el suyo con mucho más detalle que yo el mío. Sería un gran aporte educativo que todos lo hiciéramos con nuestros textos, por eso me animé.
Un beso.
Hola, MJ. " El entierro prematuro" se lee con angustia y alivio al final.
ResponderEliminarTu relato engancha y mantiene la tensión narrativa hasta el sorprendente final.
Vivimos con Verónica su angustioso temor y los trepidantes sucesos con que rematas tu singular historia.
Buena narrativa que por momentos recuerda el estilo obsesivo de Poe.
Suerte en el Tintero
Un abrazo
Gracias, Paco. Yo quería traerme el problema de la catalepsia a tiempos más actuales, pero eso planteaba un problema gordo y es que ahora existen modos de saber si alguien está aparentemente muerto. Por ello el planteamiento de la trama se complicaba, así que había que obligar al personaje a obsesionarse de un modo enfermizo con el problema y a perder de algún modo el contacto con la realidad para hacer creíble el asunto. Al final creo que fue un acierto y que ello enriqueció la trama definitivamente. Mi gran problema siempre son las tramas, así que este año he decidido trabajarlas más y creo que el esfuerzo va dando sus frutos poco a poco.
EliminarUn abrazo.
Un gran relato, MJ. Mantienes muy bien la tensión a lo largo de todo el cuento y perfilas muy bien ese personaje tan obsesivo que por momentos parece que provocará su propia muerte. La sorpresa final me ha encantado, por eso. Logras una historia original e introduces las referencias a Poe con mucha sutileza. Fantástico todo. Felicidades y mucha suerte.
ResponderEliminarGracias, Marta. Me alegra que te hayas fijado en ese detalle de que el personaje podría provocarse la muerte. De hecho, esa fue mi primera opción pero al final se me fueron cruzando por el camino otras cosas como lo del scape room y me fueron llevando, o mejor dicho fueron llevando a Verónica, por otros derroteros y creo que la trama quedó mucho mejor.
EliminarMuchas gracias por tus palabras. Un beso.
Hola JM, una de las fortalezas de tu historia es su originalidad, la otra que logras despertar el interés hasta el sorprendente final. Y precisamente ese final me ha encantado. Enhorabuena. Suerte en el reto...
ResponderEliminarGracias, Ana. Me alegra haber conseguido todas esas fortalezas que comentas. Y en cuanto al final, creo que es una característica de los relatos de Poe y también del relato o microrrelato moderno, del que está considerado como un revolucionario o predecesor. Y por eso mismo me propuse incluirlo sí o sí.
EliminarUn beso.
Muy buen relato. he leído poco a Poe, solo tres relatos para esta iniciativa de El tintero de oro, pero ya en uno sale el tema del enterramiento en vida. Se ve que sí que es algo abundante en la obra del autor. Me has mantenido enganchada de principio a fin con la intriga de lo que terminaría sucediendo con verónica y ese giro final con su punto de humor, me ha gustado mucho. Por fin respiré tras haber contenido el aliento toda la lectura, ja, ja.
ResponderEliminarUn beso y suerte en el concurso.
Gracias, Rosa. Ya sé que el terror no es de tus géneros preferidos y supongo que te supondrá un esfuerzo. A mí siempre me ha gustado aunque tampoco había leído mucho Poe y lo poco que leí fue hace mucho por lo que ya ni me acordaba. Debo decir que resultaron algo molestas todas esas frases en latín y francés que incluye cada dos por tres porque no domino ninguno de los dos idiomas. Y esas referencias mitológicas o a obras antiguas que tampoco conozco. Ya lo contaré en la reseña. Y me resultó difícil como nunca leer sus cuentos porque no me enteraba de nada. Influyó que estaba pasando por un momento bastante estresante. No disfruté la lectura nada de nada. Muchos cuentos tuve que leerlos varias veces. Está claro que no era mi momento Poe. Me costó lo suyo todo: primero leer y después escribir el relato. Así que me quedo satisfecha con que te haya enganchado, intrigado y sorprendido. Es que esta mujer casi se mata sin pretenderlo.
EliminarUn beso.
Hola,MJ. Vaya problemón la catalepsia, la pobre protagonista trataba de superarlo , pero al final no fue capaz de vivir con normalidad. Un relato opresivo, claustrofóbico por momentos y que transmite gran desasosiego al lector. Mucha suerte en el concurso. Saludos.
ResponderEliminarGracias, Pedro. Me satisface haber conseguido transmitir ese desasosiego que dices te ha producido. De eso se trataba. Nuestros miedos a veces nos superan tanto que no nos permiten vivir de manera decente.
EliminarSaludos.
Las historias sobre catalepsia siempre me han sobrecogido, a pesar de que hoy día ya han pasado a la historia. Aun así, pensar en que ello pudiera llegar a pasar, me refiero a ser enterrado vivo, me resulta espeluznante.
ResponderEliminarEn este relato, Verñonica jugó con fuego y jugar con fuego es muy peligroso, pues te acabas quemando, metafóricamente hablando.
Me ha gustado mucho tu relato.
Un saludo.
A mí también me daban mucho miedo, eso de encontrarte enterrada viva y no poder escapar del ataúd me ponía los pelos de punta. Aunque hoy en día hay medios de sobra, al menos en el mundo civilizado, para que eso no suceda, no creas que sería tan raro que pasase. Si tienes un accidente lejos de tu casa y por lo que sea no se sabe lo que te pasa puede ser que acabes mal parad@. En fin, que la posibilidad está ahí siempre. Hace poco vi un episodio de Bones en que el muerto acababa asesinado por accidente por el embalsamador, ya que se levantaba de la mesa de embalsamar y el otro lo apuñalaba presa del pánico. La cuestión es que terminaba muerto. Por lo menos no lo enterraban vivo.
EliminarTienes razón que es algo espeluznante y terrible. Y mi Verónica jugó con fuego en todos los sentidos. Sí.
Gracias y un saludo.
Hola guapa , un relato que te atrapa desde el primer momento , ya que eso de la catalepsia , hoy en día casi no se ve , pero hace un par de décadas atrás era lo más normal del mundo , ya que a muchos que padecían de esta enfermedad , los enterraban con una cuerda atada a la muñeca , y dejaban una pequeña campana fuera de la tumba , si está sonaba , y estaba cerca el enterrador , podría salvar al pobre enterrado vivo , me a gustado mucho , te deseo suerte en el tintero , besos de flor.
ResponderEliminarHola, Flor. Sí, tienes razón, hace poco se usaban esas campanas, aunque debía haber alguien cerca que te oyera. Igualmente no creo que resultara agradable encontrarse encerrad@ dentro de un ataúd aunque terminaras saliendo. Mejor no tener que pasar por el trance.
EliminarGracias. Besos para ti también.
Hola MJ. El entierro prematuro es seguramente de los relatos mas angustiosos de Poe, por lo que de real cuenta en el mismo, sobre todo para los ciudadanos del siglo XIX que tenían mas posibilidades de sufrir un entierro en vida. Trasladas muy bien esa angustia a la protagonista, que se obsesiona con el asunto hasta el punto de perjudicar seriamente su salud y sus facultades de entendimiento, lo que la lleva a una situación que puede interpretarse como cómica o trágica a partes iguales. esperemos
ResponderEliminarpues nada, el comentario que se ha quedado a medias... esperemos -decía- que Verónica haya aprendido la lección e intente disfrutar más de la vida y obsesionarse menos con sus miedos. Muchas suerte en el Tintero. Un abrazo.
EliminarCierto, Jorge. Es lo que ocurre con los miedos cuando se apoderan de nosotr@s de forma irracional. Verónica creía que estaba predestinada a sufrir algo tan horroroso y casi termina por provocárselo ella solita sin tan siquiera sufrir la enfermedad. Al final pudo terminar muerta llevada tan solo por sus propios miedos y creencias. Pero seguro que terminará recobrando la razón y disfrutando más su propia vida.
EliminarUn abrazo.
He esperado con mucho interés tu relato y, como ya intuía, me ha encantado. Y tambien me ha sorprendido: no me esperaba ese making oficial que me resulta tan interesante o más que el relato. Porque ayuda a comprender y ayuda a aprender.
ResponderEliminarA expensas de un comentario más extenso, te apunto algunos momentos destacables.
El punto steampunk sin la estética steampunk funciona muy bien. Vapor. Ese concepto penetra y da color, pero sin trasladar demasiado el contexto, solo lo justo, y solo para darle personalidad a la historia: hace creíble lo demás, por mucho que se base en hechos reales, que lo importante aqui no es ser, sino parecer.
El narrador, que de pronto irrumpe como personaje. Inesperado. Chocante. ¿Como puede saber? Y aquí nace otro nivel de comprensión de la historia. Como prueba, en ese punto he parado de leer y he vuelto al principio. Resultado, he cambiado de perspectiva. Oh, eso mola. Bastante. La historia de hace más poliédrica, se añaden interrogantes. Como lector, me pongo a la defensiva. ¿que has hecho?¿A que demonios estas jugando? Hum. Me siento retado. Me encanta.
(Este concurso me esta dejando material para estudiar la Voz que no veas...)
Poe. Yo lo he imitado, tu te lo has merendado. A veces hay que escribir con muy poca vergüenza. ¿Solo a veces? Acaso el exceso de respeto sea una falta de respeto. Ese final convirtiéndolo todo en mundano, en real, si lo onírico por inexplicable puede ser real, es una sublime traición a todo este mundo de perversión y misterio.
Traidora: me encanta.
Me encanta que te encante, Isra. La verdad es que este cuento lo he empezado sin saber muy bien cómo continuar y menos cómo terminarlo. Eso me suele ocurrir siempre. Pienso en una trama y empiezo a apuntar cosas. Pero la mayoría de las veces no se me ocurre cómo seguir. Entonces empiezo a escribir. Escribo el comienzo y me atasco. ¿Cómo sigo? Me suelo preguntar. En ese punto sucede algo, veo algo, alguien dice algo que me hace encender la bombilla y vuelvo a escribir. En este caso lo del narrador se me ocurrió al final. Me dije: y por qué no hago que forme parte de la trama. Al cambiar el pronombre todo dio un vuelco y me pareció fantástico, me sorprendió a mí misma. Casi todo el tiempo desde el principio estaba segura de que Verónica moriría, que esa obsesión la llevaría irremediablemente a la muerte, pero entonces vi lo del scape room y decidí incluirlo. Y dar una última vuelta de tuerca con ese final vino rodado. Es como si el relato tomara las riendas y se fuera escribiendo a sí mismo. Es lo que en NaNoWriMo dicen que es ser un pantser. Y eso de las vueltas de tuerca es muy propio de ese mismo reto, aunque nunca antes lo había hecho en un relato. Me gusta el resultado. Creo que es uno de mis mejores relatos. Lo del steampunk ya fue una ida de olla que te debo a ti y a tu comentario en el post de David Rubio. Al final me tiré a la piscina con todo.
EliminarPor eso, gracias, gracias, gracias, me has estimulado a sacar lo mejor de mí.
Ah, y lo del making of fue culpa tuya y de tu homónimo en el post de publicación de tu relato, que aún tengo pendiente comentar...
Eliminar¿Qué podría decirte? Pues que tus mejores relatos están aún por venir. Estoy convencido. Que debes plantearte retos mas ambiciosos, pues son los que realmente te harán esforzarte, y alguien definió el trabajo como la distancia que nos separa de nuestros sueños. Que esa actitud tuya es la que te puede hacer crecer y mejorar. Que la ilusión y las ganas que se reflejan en tus palabras son el combustible que necesitas para llegar a donde quieras ir.
EliminarY que yo quiero estar ahí para poder leerlo. Un abrazo.
¡Mil gracias de nuevo, Isra! Como dicen los italianos.
EliminarMe gusta el relato, el toque steampunk.
ResponderEliminarComo todo lo que contás, sobre como escribiste.
Un abrazo.
Gracias, Demiurgo. Un placer escribirlo y contar cómo lo hice, aunque solo fue un resumen porque el tiempo apremiaba.
EliminarUn abrazo.
Muy buen relato, me hiela la sangre el solo pensar en el entierro de personas vivas, muy bien escrito, mucha suerte en el concurso, saludos. PATRICIA F.
ResponderEliminarGracias, Patricia. A mí también me la hiela. De pequeña me obsesionaba mucho el tema Y a Poe y sus coetáneos parece que también.
EliminarSaludos.
Hola, JM. Me encantó tu relato. Elegiste un tema tremendo, el entierro de un vivo, que no solo preocupa a los que padecen catalepsia. Tu relato transmite claramente la angustia y los sentimientos de la protagonista y el final es una perlita. Un abrazo
ResponderEliminarSí que es tremendo, Mirna. Incluso se han hecho películas acerca de ello. Hasta un psicópata que te entierre viva, eso sí que sería puro terror del más espeluznante. Y en la época de Poe era una enorme preocupación. Aunque hoy eso parece casi impensable, en realidad no es imposible del todo, así que...
EliminarQuería darle un remate sorprendente y se me hizo la luz en un momento dado. La aproveché sin dudar. Celebro que te gustara.
Un abrazo.
Hola, MJ:
ResponderEliminarUn relato cautivador, en fondo y forma, el que nos regalas, compañera. gracias. Y me ha encantado el final, por su optimismo, a la vez que me ha parecido una decisión valiente de autoría por tu parte (por eso de romper la teórica imposición de que un cuento gótico debe tener un final tremebundo).
Tu uso del lenguaje es ágil y funcional (se acompasa al estado mental del personaje y de las situaciones). Tus frases no resultan largas, sino que detalladas. Y el toque "steampunk" está logrado.
Un placer leerte, MJ.
Un abrazo.
Gracias, Nino. Como le he explicado antes a Isra, nada ha sido premeditado sino que ha surgido por el camino, como si el relato tomara las riendas de su propio devenir. La verdad es que el final me quedó un tanto abierto, no sabemos si Verónica se cura o insiste en sus propias locuras, ya que para ella son reales y lo de la clínica como que le chirría, así que...
EliminarGracias por tu valoración, siempre se aprende de ese tipo de cosas.
Me alegra haberte hecho pasar un buen rato lector.
Un abrazo.
Cuando era adolescente hubo una inmensa corriente de historias de miedo con la catalepsia de por medio. El miedo a quedar encerrado en tu propio ataúd era el elemento donde solían pivotar. Con tu relato lo has experimentado al máximo, con un ritmo fluido y un narrador sorpresivo que se descubre al final. Un final fantástico que, como dices, te deja pensando si todo ha sido una alucinación, un juego o algo más retorcido.
ResponderEliminarMe gustó mucho, MJ. Hay mucho oficio, no solo en el relato sinl en todo lo que le rodea. Mucha suerte en el Tintero y un abrazo.
Gracias, Pepe. No sé si es cuestión de oficio porque la mayor parte del tiempo no sé lo que estoy haciendo, pero sí noto que cada vez me resulta más fácil sacar mejores resultados. Y eso que este relato y los de Poe me resultaron especialmente complicados debido al mes tan idem que he pasado por otras cuestiones. Creí en muchos momentos que no iba a ser capaz de sacarlo adelante pero al final...
EliminarUn abrazo.
Hola Maria José, ni me imagino ese agobio terrorífico de estar enterrada viva, y además, hay un juego al respecto, mare mía. Da que pensar hasta donde se puede ser más macabro en la realidad y no en la ficción. Es para pensárselo. Un abrazote
ResponderEliminarEn primer lugar, no me llamo María José, la jota no corresponde a José. Te dejaré que juegues un poco a adivinar mi nombre, je, je. En cuanto a lo que comentas, sí que es el colmo de lo macabro pero ya sabes que siempre hay gente pa'tó. Yo también me sorprendí con el scape room y su presentación, la del vídeo, por eso no pude dejar de incluirlo en el relato. Me dejó de piedra.
EliminarUn abrazote.
Hola, MJ. Original propuesta como relato de terror gótico. Me ha gustado mucho lo bien documentado que está el relato, la atmósfera opresiva y claustrofóbica que le das en algún pasaje está muy lograda. Es un acierto las pinceladas Steampunk que haces surgir en el juego de Catalepsia. Buen relato de terror gótico, me ha gustado.
ResponderEliminarSuerte en el Tintero, un abrazo.
Gracias, Carles. Me alegra que te haya gustado. Lo que tenía muy claro es que no quería imitar ni seguir al pie de la letra los relatos de Poe, que deseaba hacer algo en el tiempo presente y con la morfología actual, que debía basarme en los relatos de Poe pero usar mi propio estilo, mi propia voz. Y me mantuve fiel a este pensamiento.
EliminarUn abrazo.
Ha sido una lectura muy interesante. Provocas varios cambios de perspectiva del final y tambien cambios temporales. me descoloca un poco el cambio de narrador, pero al final se reubica uno.
ResponderEliminarEl puntito de humor con la banderita para avisarde que seguia viva, tambien me ha gustado; te arranca una sonrisa en medio de la tension que va acumulando la prtagonista. Y la idea del escape room con el tema del propio entierrro me parece genial; como para patentarla.
saludos y suerte
Hola, Gabiliante. La verdad es que no quería hacer un relato en primera persona. Por eso el narrador es alguien ajeno a la protagonista, pero también quería que Verónica contase por su propia boca cómo se sentía y para ello usé el diario. Al final, cuando doy a conocer al verdadero narrador creo que la trama queda redonda. No fue algo premeditado, pues surgió sobre la marcha pero creo que ganó en fuerza e interés.
EliminarLo de la banderita es completamente real, te lo juro, aunque resulte gracioso. Imagino que era la versión barata de la campanilla y puede resultar un tanto grotesco pero es absolutamente verídico. Y en cuanto al scape room es una idea real, no es broma, está en Barcelona e imagino que ya lo habrán registrado porque no creo que un juego sea objeto de patente.
Saludos.
Un problema real el de la catalepsia, pero felizmente superado. No quiero imaginar a esas pobres personas enterradas en vida, despertando en un habitáculo tan claustrofóbico, sabiendo que morirán agónicamente de asfixia o paro cardíaco, por el terror sentido ante una situación sin aparente escapatoria.
ResponderEliminarDicen que hubo casos , en que cuando sacaban ciertos ataludes para hacer limpieza de tumbas. los encontraban arañados por dentro.
Que miedito.
Un abrazo.
Sí, Francisco, y tanto. A mí me obsesionó bastante cuando era pequeña y se contaban este tipo de historias. Hoy es muy difícil que pase aunque no imposible. Algún caso se ha dado. Pero siempre se contaban historias de gente que aparecía boca abajo dentro del ataúd, imagínate.
EliminarMiedo a lo bestia.
Un abrazo.
Hola, MJ. Agobiante es la palabra que mejor define a tu relato. Siempre nos han contado historias de personas enterradas vivas y tener esa "maldición" en tu familia ha de ser preocupante y enloquecedor. Desde luego, lo último que a mí se me ocurriría es jugar a un scape room llamado catalepsia.
ResponderEliminarTe deseo lo mejor en el concurso. Un abrazo.
Ya pero es que tú no eres Verónica. Y hay que darse cuenta de su comportamiento obsesivo hasta lo autodestructivo. Visto como un entrenamiento no es algo tan descabellado, hay que darse cuenta de que hay gente que se divierte haciendo este juego. Hay que reconocer que debe producir mucha adrenalina y a quien le guste eso, estará encantado.
EliminarGracias, Bruno. Un abrazo.
Hola, MJ. Al final he llegado a tu relato que es el último de la lista. Como el resto de historias lo he leído por la mañana, no quiero darle excusas a Morfeo para que me venga con pesadillas. Yo me quedo con el toque modernista de la época, el apogeo del vapor que era el no va más y casi me suena de CiFi vintage.
ResponderEliminarEn cuanto a la historia en sí, ese miedo obsesivo a morir antes de tiempo es como querer hacer trampas a La Parca en esa última partida que todos sabemos que vamos a perder.
La evolución de la trama es de auténtica pesadilla como cuando al soñar te desdoblas y eres a la vez protagonista y espectador de la misma. Lo dicho, una historia para leer a mediodía y no a medianoche.
Saludos y suerte.
Esa ciencia ficción vintage que dices es el toque steampunk que le he dado. De hecho mi relato está ambientado por lo menos en la actualidad, si no en un futuro.
EliminarLa obsesión no es solo por morir antes de tiempo sino por esa terrible forma de hacerlo. Amanecer dentro de un ataúd ha de ser cuando menos espeluznante.
En cuanto a la trama, le di un par de giros, me gustó mucho jugar con ella. Celebro que te haya horrorizado. Eso quiere decir que ha sido un objetivo conseguido. ¡Bien!
Saludos.
Los mundos paralelos "steampunks" dan un toque de relieve analógico a las historias que las hace más próximas en mi opinión. Así que me ha parecido buena opción, las máquinas antiguas tienen un encanto clásico.
Eliminar...Ahora ella ya sabía que era lo primero que debía hacer. La avaricia del abogado y albacea de la familia no tuvo en cuenta que Verónica fuera capaz de enfrentarse a sus miedos. Esos de los que se iba valiendo para que ella depositara toda su confianza y poderes en él. Valdemar era un reconocido picapleitos que llevaba los asuntos las familias principales de la sociedad. Su otra faceta era como precursor del espiritismo con resultados sorprendentes en sus reuniones. Pero ninguno de estos ricos comerciantes sabía nada acerca del incienso de adormidera que se quemaba o de los tés con láudano que se servían para ayudar a la autosugestión de los participantes.
Verónica se dirigió a las oficinas de Monsieur Auguste Dupin y en la siguiente sesión espiritista desenmascararían al canalla abogado, pero eso ya forma parte de otra historia...
Saludos.
Tu facilidad, JM, para crear historias a partir de otras me flipa. Ahora, no has dejado a nadie en el tintero —nunca mejor dicho— y me han encantado esos detalles de los espiritistas que no conocía. Sigue así.
EliminarSaludos.
Hola MJ la verdad que el relato me ha gustado mucho me parece muy bueno. Bien escrito y ya el making of y el video me han dejado to loca. Suerte Un saludo.
ResponderEliminarJa, ja, ja. No es para menos, ¿eh? Ese scape room debe ser solo para iniciados. Yo no me meto en un ataúd ni de coña. Un saludo.
EliminarHola MJ, el tema de la catalepsia siempre me impresionó, y por lo que cuentas en tu relato a tu protagonista también.
ResponderEliminarImpresiona leer tu relato, todo lo que pasó la protagonista hasta el momento en que despierta en esa clínica del sueño.
Un abrazo y suerte en el concurso
Puri
Es que es un tema —en dos palabras— im presionante. Hasta el jueguecito del scape room que al final me dejó requete impresionada: divertirse en una situación como esa, para mí, impensable. Pero hay quien es yonqui de la adrenalina, si no no se explica.
EliminarGracias y un abrazo.
Hola, MJ.
ResponderEliminarHas creado un personaje obsesivo, de esos que esperas que en su final le suceda lo inimaginable, porque de alguna manera se presta a ello. Por eso cuando llega el desenlace este sorprende, rompiendo con la trama y engrandeciéndolo.
Muchísima suerte en el concurso.
Un beso.
Hola, Irene. Iba a darle un final más trágico pero después me puse a jugar con la trama y ese revulsivo del sueño me pareció lo más acertado, encajaba con la trama y desenjacaba al lector. Parece ser que no es el final más gótico pero tampoco quería imitar el estilo sino basarme en él y darle otro aire. Parece que al final lo conseguí.
EliminarGracias y un beso.
Hola,MJ, me ha parecido un relato muy original. Mezcla modernidad con un toque retro que me encanta. Enhorabuena!!
ResponderEliminarGracias, Mª Dolores. Me alegra que te haya gustado.
EliminarUn beso.
Hola MJ, un relato muy original que te mantiene todo el tiempo pendiente de él. Genial!! Abrazos
ResponderEliminarGracias, Nuria. Celebro haberte hecho pasar un buen rato... o malo, por aquello del terror. ;)
EliminarAbrazos para ti también.
Me ha gustado. ¡Gran trabajo!. Funciona bien engrasado, tiene un toque de distanciamiento muy brechtiano, que se agradece sobre todo para evitar los tremendismos a la hora de recurrir a Edgar Allan Poe buscando efectos ilusorios a la búsqueda de catarsis y esas cosas. En ese sentido viene al pelo, el vídeo de catalepsia. Distanciamiento desarrollado con gran profesionalidad y manejo de elementos narrativos. Enhorabuena, y gracias por el aporte.
ResponderEliminarGracias, Javier. Este relato ha sido una sorpresa hasta para mí misma. He tenido un mes digamos... 'complicado', y hubo momentos en que creí que no llegaría a terminarlo. Lo que hice fue dejarme llevar por las cosas que iba encontrando —como el vídeo de Catalepsia— e ir acoplándolas y haciéndolas mías en la medida de mis posibilidades. Estoy contenta con el resultado. Espero seguir escribiendo a este nivel o, incluso, mejorándolo.
EliminarGracias de nuevo. Un abrazo.
Siempre espero tus aportaciones al Tintero con entusiasmo, y, como siempre, no me decepcionas. Me ha parecido un relato súper innovador en todos los sentidos. La trama se me hizo compleja, al punto que tuve que leerlo una segunda vez para entenderlo mejor y, sin embargo, ¡aún se me vuela la cabeza! ¿Ese juego fue parte de su imaginación?
ResponderEliminarPensar que una empresa en la vida real realiza estas actividades me ha parecido perturbador, lo que le da cierta gravedad de verosimilitud a tu relato.
¡Genial relato!, me ha encantado.
Te deseo mucha suerte en el concurso.
Un abrazo.
P.D: amo el steampunk, lo que encontrarlo en tu relato me ha encantado.
Oh, gracias, Cynthia. No tenía ni idea de que despertara tanto tus espectativas. Lo que tuve claro desde el principio es que a pesar de que se tratara de un homenaje a Poe no iba a intentar imitarlo, quería hacer algo propio y que se notara. Debo confesar que las cosas me vinieron dadas por los elementos que fui encontrando por el camino —como lo de Catalepsia— y mi mérito fue asimilarlos de la mejor manera que supe. Tengo la impresión de que estoy avanzando bastante en mi aprendizaje y eso me gusta. Espero no decaer en próximos escritos.
EliminarGracias de nuevo y un abrazo.
PD: que conste que es mi primer aporte de steampunk. Fue una ida de olla que tuve dialogando con David e Isra y, al final, decidí tirarme a la piscina y usarlo, ¿por qué no? Celebro que te haya encantado.
Por fin he llegado al último relato. Me falta leer el resto de los participantes que no concursan y alguna reseña, ya ves que voy con retraso y creo que, en tu relato, está todo dicho.
ResponderEliminarA mi me ha gustado, entre otras muchos puntos que te han comentado con muy buen criterio, los cambios de voz. Imagino la dificultad que tuviste que tener para conseguirlo. El diario fue una buena estrategia. Con estos cambios nos facilitas las distintas perspectivas del relato, tanto el paisaje interno y sensaciones de Verónica, como el externo y los diversos escenarios por donde se mueve la protagonista.
Se me hace algo complicado comentar cuando no puedo copiar el relato y guardarlo para, con tiempo, ir a por él, porque soy muy lenta y me gusta hacerlo con calma. Con los compañeros Francisco y Puri me pasó lo mismo, pero entiendo que cada cual tiene sus razones para proteger sus escritos y lo respeto.
Y para terminar, destaco la trama tan bien conseguida.
Buen Trabajo MJ. Hasta pronto.
Gracias por tus palabras, creo que la trama es mi asignatura pendiente y últimamente le estoy dedicando mayor atención y empiezo a ver los frutos.
EliminarLo de impedir el copia y pega me pareció una buena idea para que nadie se apropiara de propiedades que no le corresponden y sí que resulta engorroso en el sentido que tú dices, siento que pase eso pero voy a continuar en ese plan de momento.
Un beso.
Quiero darte la enhorabuena por la puntuación que yo te he dado. Puede que sea yo quien lleva el paso cambiado, no lo niego, pero, por si te sirve de algo, a pesar del resultado final, yo sigo pensando que tu relato es muy bueno.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias, Isra. Creo que ambos vamos a contracorriente porque casi ninguno de mis votados está en la lista. Yo sí que te doy la enhorabuena por tu tintero de oro bien merecido. Para mí fuiste mi number one. Al menos ahí estuve atinada. Sabía que no iba a estar en la lista salvo alguna extraña sorpresa que no se produjo. Por aquí la gente creo que es muy tradicional y yo rompí demasiadas reglas. Ya me lo esperaba. Este ejercicio se podía tomar de dos maneras, siguiendo al pie de la letra todas las reglas del cuento gótico o basándose en él para crear algo nuevo. Y yo me decanté por la segunda. De todos modos estoy contenta con el resultado que me sirvió muy bien de aprendizaje.
EliminarGracias de nuevo, compañero y enhorabuena por tu merecido primer puesto.