TRANSBORDO EN MOSCÚ de Eduardo Mendoza

TRANSBORDO EN MOSCÚ de Eduardo Mendoza

Reseña de la novela TRANSBORDO EN MOSCÚ | Eduardo Mendoza | Histórica | 2021

Una historia disparatada que 'arrastra' a su protagonista por gran parte de Europa y Nueva York en una suerte de aventuras surrealistas que nos dan una visión clara del último tramo del siglo XX.

CUADRO DE CONTENIDO


La contraportada del post es la Plaza Roja de Moscú de 'Transbordo en Moscú' de Eduardo Mendoza
Plaza Roja, Moscú 1980

Al llegar a cierta edad, uno se da cuenta de que ha sido testigo de acontecimientos que en su momento parecieron trascendentales y luego resultaron no serlo. Y también se da cuenta de que ha vivido grandes transformaciones sociales sin advertir su importancia. A partir de esta reflexión me embarqué en este proyecto.
Eduardo Mendoza



Ficha

Portada de la novela 'Transbordo a Moscú' de Eduardo Mendoza
TÍTULO: Transbordo en Moscú
AUTOR: Eduardo Mendoza
SERIE: Las tres leyes del movimiento #3
IDIOMA: Español
EDITORIAL: Seix Barral
AÑO DE PUBLICACIÓN: 2021
ISBN: 8432238546
GÉNERO: Novela, histórica, humor
Nº DE PÁGINAS: 370



Sinopsis

Las aventuras de Rufo Batalla parecen encaminarse al remansamiento cuando contrae matrimonio con una rica heredera, pero no consigue olvidar al príncipe Tukuulo y a su exquisita esposa. La agitada transición política española ha dado paso a una prosperidad económica que parece destinada a no tener fin. Mientras, la caída del muro de Berlín culmina un proceso de transformación que presagia el descalabro de la URSS, y de repente lo que parecía una locura, la conquista del reino de Livonia, se vuelve posible.

Siempre por razones ajenas a su voluntad, Rufo Batalla viaja a Londres, Nueva York, Viena o Moscú y se enfrenta a situaciones insólitas, obligado a desempeñar papeles que nunca habría elegido. Pero cuando descubre que el servicio de inteligencia soviético anda tras el príncipe, Rufo se dará cuenta de que la vida familiar y la de agente secreto no son fáciles de compaginar.

Asiste el lector a los fenómenos sociales de la etapa final del siglo XX a través de la impagable mirada de un Rufo Batalla dividido entre una plácida existencia y su compromiso con el pretendiente a un trono de opereta. Nada de cuanto le sucede, sin embargo, le hace perder la compostura. El fin de siglo presagia cambios irreversibles.



Yo comento

Este libro me llegó a través de mi hija y su Club de Lecturasiempre termino leyendo yo los libros— que está llevado por profesores de su centro —de mediana edad— que parece ser que no tienen en cuenta para nada los gustos de la mayoría de los integrantes del Club. Tienen fijación por la novela negra y por su época de juventud —a juzgar por esta última obra— y a ella no le ha gustado en absoluto ninguno de los libros escogidos y se ha negado a leerlos.

El primeroUn lume azul— reseñado por mí aquí, a pesar de ser una excelente obra del género, es demasiado ‘fuerte’ y no apto para todos los estómagos y han continuado por otras obras similares hasta llegar a ésta que —en principioparecía graciosael nombre tronchante 'príncipe Tukuulo' es buen ejemplo de ello— pero finalmente resultó algo bien diferente.



Estructura

Con una estructura continua sin compartimentarse en ninguna clase de parte o capítulo, lo único que fragmenta el ritmo es una serie de frases sacadas de obras de la literatura universal que —para mí— tiene dos fallos: el idioma y la falta de referencias.

Supongo que se deberá a mi escasa cultura literaria pero la única que identifiquépor pura casualidad había leído sus primeros párrafos en su idioma original— y que me dio la pauta fue la primera:


It was the age of wisdom, it was the age of foolishness, it was the epoch of belief, it was the epoch of incredulity.

Sin embargo a Mendoza se le olvidó decir de dónde provienen las citaso lo hizo a propósito— pero lo cierto es que cada pocas páginas deja caer unas frases en inglés, francés, alemán, latín, o incluso catalán que —para los que no somos políglotas ni catalanes como él— resultan un tanto desconcertantes.


El Londres de 1980 sale en la novela 'Transbordo en Moscú' de Eduardo Mendoza
Londres 1980

No me habría importado tanto si lo hubiera leído en e-book pero —esta vez— lo hice en versión papel y no me paré a copiar cada cita para pasarla por un traductor, así que me quedé sin saber de dónde procedían ni de quién eran ni —por supuesto— qué decían: un punto en contra bastante grueso.

Dejo a continuación la versión en ‘cristiano’ de la cita anteriorla única identificada por mí— para no seguir su mal ejemplo:


Era […] la edad de la sabiduría, y también de la locura; la época de las creencias y de la incredulidad; […]
Historia de dos ciudades | Charles Dickens


Además, esta manera de estructurar el libro —en lo personalno es de mi gusto en absoluto, ya lo he dicho en varias ocasiones. Mis manías lectoras son de las que apuntan a cortar la lectura diaria en puntos claros de término o —dicho de otra manerame gusta parar de leer por capítulos completos: otro punto en contra.



Autor

Eduardo Mendoza es un escritor bastante popular para los lectores de habla hispana, con gran cantidad de premios y una larga carrera que algunos dicen que apunta a su final, ya que este autor tiene una edad considerable. Incluso alguno sugiere que esta trilogía pueda ser la última o penúltima de sus obras, quien sabe.

Yo lo conocía por un libro suyo que algunos dicen que es muy gracioso y genial y que a mí no me lo pareció: 'Sin noticias de Gurb'. Así que decidí darle una segunda oportunidad con esta novela. Creo que no he estado muy fina en mi elección porque —una vez leídasigue sin entrarme por el ojo derecho.


Eduardo Mendoza, autor de 'Transbordo en Moscú'

Como cabía esperar —a la vista de esta obra bastante autobiográficaMendozaentre otras profesionesfue traductor de la ONUen Nueva York y más tarde en Europa— durante años pero parece que ha tenido el mismo pensamiento que algunos médicos que piensan que sus pacientes saben tanto lenguaje técnico como ellos y nos ha dejado todas estas citas incomprensibles para la mayoría, no solo restando el valor que deberían aportar a la lectura sino convirtiéndolo en un completo lastre, pero imagino que queda muy ‘cool’.



Personajes

Imagino que al formar parte de la tercera entrega de esta serieLas tres leyes del movimiento— los personajes tienden a perder un poco la profundidad si no se han leído las dos primeras. Y eso mismo es lo que a mí me ocurre, sobre todo con el príncipe Tukuulo y Queen Isabella —su esposa—, me da la sensación de que me pierdo algo fundamental o no, pero no estoy segura.

Los demás actores de la trama están todos planteados desde un punto de vista satírico, a veces exagerado y con algunos saltos en el tiempo sin mayores explicaciones aparte de los indescifrables textos multilingües. Está la familia entre progre y artista de Rufo, la de la alta burguesía de Carol y los amigos ricachones de diversas nacionalidades de los padres de ella, así como los antiguos colegas de la carrera internacional de Rufo, espías, policía y los típicos timadores de turistas. Una fauna absolutamente estrambótica como reflejo de un mundo ya extinguido y pre-globalización.



¿Humor?

Magnífico réquiem melancólico de un siglo escrito por un narrador cuyo humor y lucidez son un regalo para sus lectores.
José María Pozuelo Yvancos | ABC

Tengo mis dudas. O será que su sentido del humor y el mío difieren. Pero no me hizo reír, a lo sumo sonreír en algunos pasajes como por ejemplo el referente al nombre de la esposa de Rufo Batalla —el protagonista—, narrado por la madre de ésta:


Yo prefiero los nombres originales, esos que los dices y ya se sabe de quién estás hablando. Por eso cuando nació la niña me empeñé en ponerle Carol. Y ahora resulta que el Papa se llama igual. ¿No es una extraordinaria coincidencia?


La Barcelona preolímpica es uno de los escenarios de la novela 'Transbordo en Moscú' de Eduardo Mendoza
Barcelona pre-olímpica

Por el contrario, encuentro su valor satírico, su forma personal de criticar los modos y maneras de la época. No niego que sean ciertas sus apreciaciones pero no comparto del todo su visión acerca de las ciudades visitadas en esta novela. Quizá la mía sea una mirada un tanto romantizada porque yo no viví —como él— en dichas urbes, pero me ha molestado un tanto que echara por tierra mucho de lo que yo vi en ellas.

Por eso, no encuentro la gracia entre sus páginas que empiezan alegremente y —conforme van adentrándose en la tramase vuelven más escépticas y amargas.



Testimonio

Escrita con alegría y libertad notables, Transbordo en Moscú remata la mirada mendoziana a la segunda mitad del siglo XX […] Una gran obra contemporánea.
Nadal Suau | El Cultural

Aunque debo reconocer que lo que más me gustó fue su carácter testimonial del escenario español e internacional de los últimos veinte años del siglo pasado. Un gran resumen de los acontecimientos y del discurrir de una época que explica en gran medida el devenir actual.


El Nueva York de 1990 sale en la novela 'Transbordo en Moscú' de Eduardo Mendoza
Nueva York 1990

Desde la caída del Muro de Berlín, no faltan sucesos como la conversión de algunas ciudades europeas en parques temáticoscomo el caso de Venecia—, la construcción de la Barcelona Olímpica, o la Sevilla de la Exposición Universal. Los cambios del antiguo Bloque Comunista y la Transición Española. La bonanza económica y muchas otras cosas que configuraron el final del milenio, amén de los temores que había ante el comienzo del nuevo.


La caída del Muro de Berlín también sale en la novela 'Transbordo en Moscú' de Eduardo Mendoza
Caída del Muro de Berlín

Lo que algunos han definido como crónica jocosa y exagerada de la segunda mitad del siglo XX quizá no lo sea tanto. Ya sabes lo que dicen… de aquellos polvos vienen ahora estos lodos. Y no hace falta más que encender los noticieros un día cualquiera para ver que Mendoza no andaba nada errado. Después de todo, vivió esta realidad en primera persona, como él mismo dice:


Rufo Batalla soy yo.
Eduardo Mendoza



Valoración

El aspecto testimonial de esta obra me ha gustado bastante, lo he encontrado muy esclarecedor de las situaciones vividas en estos días, pero algunos otros aspectos de la misma —como ya he expuesto antes— no me han gustado. Así que mi valoración se ha quedado en un grado intermedio y solamente le he dado un LE sin la última ‘E’. Estuve dudando entre un ‘me gustó’ o dejarlo solo en un ‘estuvo bien’ y, finalmente, decidí dejarlo en la más alta. Por eso...

Mi valoración es:
2/4 books
Gráfico de puntuación de ELEEA books: 2 de 4
Me gustó
Historia sarcástico-satírica sobre el final del s.XX

PE: Cuando empecé este libro creí que iba a hacerme reír como Wilt de Tom Sharpe —reseña aquí— pero aunque empezó en un tono más distendido y parecía prometer risas, al final se dirigió hacia otros derroteros más serios, aunque completamente certeros. Es la segunda obra que leo de este autor —el año pasado leí la celebrada ‘Sin noticias de Gurb’— y debo confesar que no acabo de cogerle el gusto a un escritor que ha sido muy premiado y del que much@s hablan maravillas. Puede que no haya leído dos de las mejores novelas de Mendoza, no sé, pero tampoco estoy segura de seguir insistiendo en su obra después de estos dos sonados ‘fracasos’ por mi parte. Ya veré.


Fotografías:
Miranda loves travelling | Foto de Moscú 1980 de Tarcisio
Mylondon.news | Foto de Londres 1980 de John Downing/Getty Images
Ara.cat | Foto de Barcelona 1991 de Pere Virgili
Archidaily.co | Foto de Nueva York 1990 de Grégoire Alessandrini

¡Salud y suerte!
La firma de MJ RU1Z para los posts de ELEEAbooks

¿Conocías a Eduardo Mendoza? Si es que sí, ¿te gusta su forma de narrar?

6 comentarios:

  1. He leído mucho a Eduardo Mendoza, pero de sus novelas de humos la única que me ha gustado es Sin noticias de Gurb. De esta serie de Las tres series del movimiento no he leído ninguna. De la serie del detective anónimo he leído las tres primeras y la tercera me aburrió y no volví sobre él. Yo te recomendaría las que me parecen sus mejores novelas (y muy muy buenas): La verdad sobre el caso Savolta, La ciudad de los prodigios y Una comedia ligera.
    Un beso.

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    1. Gracias por tus recomendaciones, Rosa.
      La verdad es que lo pensé al leer su lista de premios. Quizá es mejor empezar por un libro de los premiados, que creo que son los que me recomiendas. Porque estos dos no terminaron de gustarme del todo. El de Gurb tiene mucha fama y está muy bien considerado pero fue escrito por entregas para un periódico o revista, no recuerdo, y los que así han sido hechos por lo general siempre me acaban resultando pesados y aburridos. Hasta el propio Mendoza no se explicaba el éxito que había tenido, algo que suele ser un misterio.
      En fin, tus recomendaciones quedan apuntadas. Gracias de nuevo.
      Un beso.

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  2. ¡Hola, MJ! Creo que he comentado en alguna ocasión que fue gracias a Eduardo Mendoza que me aficioné a la lectura. En mi adolescencia, las lecturas que me daban en el colegio, clásicos sin duda pero absolutamente alejados de los gustos del joven que era entonces, lograron que aborreciera abrir un libro. Y seguramente jamás lo hubiera vuelto a hacer si un buen día no hubiera aparecido una comercial de Círculo de lectores con una oferta de tres novelas. Una de ellas fue El laberinto de las aceitunas de Mendoza. Lo leí en dos tardes, algo que pensaba que era inaudito para mí por entonces. Y me reí, me reí muchísimo. Descubrí que la literatura no era ese tostón que me daban en clase, que podía ser algo ameno y disfrutable. Luego leí El misterio de la cripta embrujada con igual resultado. Hace un par de años, en un Sant Jordi, tuve la suerte de decírselo en persona mientras me firmaba una de sus novelas. Su reacción fue un muchísimas gracias, se lo agradezco mucho.
    Así que fíjate si con Mendoza no puedo ser objetivo, ja, ja, ja... No sé esta novela como estará, es cierto que son muchos años de escritura y no siempre se puede estar a buen nivel. Pero sin duda será uno de los libros que compre en Sant Jordi, como agradecimiento de que fuera él quien me aficionara a la lectura primero y luego a la escritura. Un abrazo!!

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    1. Ah, pues no lo sabía. Mi incorporación al Tintero es relativamente reciente...
      Esta novela es la tercera parte de una trilogía. He leído algunos comentarios sobre ella y muchos coinciden en que las dos primeras estaban mejor y que esta última no estaba a la altura para cerrar la trilogía. Será porque su final es muy tranquilo y seguramente los que lo piensan hayan esperado algo espectacular como cierre. Ya sabes que para cada lector es diferente. A mí no me gustó lo de las citas sin referenciar porque me hubiera gustado saber de dónde salen y hubiera podido ir a leer esos libros o disfrutarlas de otra manera. Eso unido a que la mitad de ellas estaban en idiomas que no conozco y que se me hizo cuesta arriba meterlas en un traductor... pues me desagradó. También esperaba algo más humorístico pero quizá nuestro sentido del humor difiere o no tengo yo los ánimos muy alegres últimamente.
      En cuanto a la parte histórica, me pareció una interpretación bastante lúcida la suya. Y une enorme lección de por qué el mundo está pasando por la situación actual. Ese aspecto me encantó y se lo recomiendo a tod@ el/la que esté interesad@.
      De todas maneras te digo como a Rosa que me apunto tus recomendaciones respecto a este autor, que estoy segura de que es bueno y algo suyo me llegará a gustar mucho, muchísimo.
      Un abrazo!!

      PD: Lo de la literatura escolar merecería un par de vueltas... mi hija lo ha pasado hace poco y aunque ahora les dan para leer algunas obras juveniles siempre hay clásicos que no saben ni cómo leer, sobre todo porque les falla el vocabulario y la manera antigua de expresarse.

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