LOS NOMBRES EPICENOS de Amélie Nothomb
CUADRO DE CONTENIDO |
Una bella historia... de odio. Un cuento cruel, muy nothombiano, que se lee de una sentada.Sandrine Bajos | Le Parisien
Ficha
TÍTULO ORIGINAL: Les Prénoms epicènes
AUTORA: Amélie Nothomb
IDIOMA ORIGINAL: Francés
TRADUCCIÓN: Sergi Pàmies
COLECCIÓN: Panorama de narrativas
EDITORIAL: Anagrama
AÑO DE PUBLICACIÓN: 2020 | Original de 2018
ISBN: 8433980637
GÉNERO: Novela, drama
Nº DE PÁGINAS: 128
Sinopsis
Yo comento
Esta obra llegó a mí a través de un artículo que he perdido en las ondas del ciberespacio y que presentaba varias novelas cortas para leer en un suspiro. Eso me gustó, porque llevaba varias lecturas de más de cuatrocientas páginas y me apetecía algo más corto.
Además, hacía tiempo que tenía ganas de conocer la obra de esta autora y —tras ver su nombre y la sinopsis— me decidí a descargar la novela y a leerla sin más demora. Fue un acierto —atravesaba una pequeña crisis lectora—, me gustó y enganchó tantísimo que solo me costó dos ‘sentadas’ terminarla.Estructura
A pesar de que su estructura carece de fragmentación al uso en forma de capítulos no tuve el más mínimo rechazo por mis manías lectoras —me gusta parar al acabar cada tramo establecido— sino todo lo contrario, devoré sus páginas apenas sin pausa. Una lectura muy, muy satisfactoria y placentera, como hacía tiempo que no tenía. Y ahora mismo —con tanto apocalipsis rondando— no me resulta nada fácil leer, créeme.
Organizada —eso sí— en tramos de lectura separados, esta obra está contada en forma de cuento envolvente, con un ritmo tan vertiginoso y con las palabras tan exactas que es imposible no engancharse sin remedio. A ello contribuyen unos diálogos sin apenas acotaciones —solo hablan, no se especifica nada más, ni gestos ni situación— que me han parecido admirables y toda una lección de cómo narrar dialogando y, de paso, acelerar el ritmo.
Fiel a su estilo fluido, ligero y poético, la novelista conduce su intriga con un impecable sentido del tempo que va in crescendo hasta la última página.Jean-Luc Wachthausen | Le Point
La autora
Aparte de todo esto, en mi primera lectura nothombiana me llamó la atención la imagen de la cubierta, pero al ver otras portadas de la autora me di cuenta de que siempre eran fotografías de la misma mujer.
En mi camino deductivo —antes de conocer el aspecto de Amélie Nothomb— ya había llegado a la posibilidad de que la mujer retratada una y otra vez no fuera una simple modelo con la que la autora estuviera obsesionada, sino que se tratara de ella misma. Y tenía razón.
Esto —además de una característica bizarra— me habla de una gran originalidad por parte de la escritora, de un ego gigante o de ambas cosas juntas. Sea como fuere, avisa de que lo que vamos a encontrar tras unas portadas con retratos y sombreros estrambóticos no puede ser nada trivial.
Nacida en Bruselas —aunque ella prefiera decir que fue en el país nipón—, enseguida tuvo que irse a vivir a Japón —su padre era diplomático— donde pasó su primera infancia y aprendió japonés. Pronto se trasladaría a China, a otros países de oriente y a los dos anglosajones más importantes y no regresó hasta los 17 años a su Bélgica natal, pero nunca se olvidó de su amado Japón, a dónde volvió —tras terminar la carrera de filología— para trabajar en una gran empresa nipona.
Es una escritora que ha recibido algunos de los más importantes premios otorgados a los autores de habla francesa. Y, al parecer, muchas de las ideas insertadas en sus libros surgieron fruto de las conversaciones que tuvo con un italiano —durante finales de los ochenta y la década de los noventa— chateando a través de los medios predecesores de Internet. Lo que corrobora su modernidad en todos los sentidos.
Amélie Nothomb suele publicar una obra anual —a pesar de producir una media de cuatro cada año— y sus fans —entre los que ya me incluyo— están siempre a la espera de lo nuevo de esta original autora, quien tiene un ejército de detractores tan amplio como de seguidores, como les ocurre a todos los grandes.Los personajes
‘Los nombres epicenos’ es una historia francamente femenina, con tres mujeres como protagonistas —más o menos directas— enfrentadas a un villano masculino. Mujeres que forman parte de la vida del antagonista en relaciones estrechas de amor, odio e indiferencia.
Dos de ellas sufren una evolución extraordinaria en sus personalidades y la tercera es muy sólida desde el principio:
Hay la mujer que se resiste a casarse porque es lo que toca, pero aun así lo hace a regañadientes, empujada por su entorno. Durante un tiempo vive en un sueño, pero termina por despertarse a la realidad y recomponerse de la mejor manera.
Hay la mujer que jamás se creyó la película y se mantuvo firme desde los primeros acontecimientos sin decaer ni una sola vez.
En todo caso, que Reine te sirva de ejemplo: dos veces, hace veinte años y ayer, se ha enfrentado a él. ¿Por qué no tuviste el mismo instinto?
Y hay la niña que durante una temporada está muerta en vida debido a un tipo de relación paterno-filial muy oscura. La hace madurar de forma prematura y tomar una decisión terrible.
Entre sus once y sus catorce años, la chiquilla había estado muerta durante algunos siglos. Aquellos años de celacanto le habían permitido acceder a los archivos del Infierno.
La temática
Hay quien acusa a esta autora de repetir temática continuamente, de estar obsesionada con las relaciones paterno-filiales. Pero lo cierto es que también explora cuestiones vitales y comportamientos estereotipados en general. Puede que tengan algo de razón —yo solo he leído este libro suyo— pero lo hace con las ideas tan claras y lo presenta de una manera tan extraordinaria que envuelve al lector sin remedio.
Nothomb desentraña el drama de Épicène moviéndose entre la tragedia shakespeariana y la epopeya homérica.Sub_zero
Familia, amor, odio, venganza… arrepentimiento y una enorme mentira constituyen la esencia de ‘Los nombres epicenos’. Amélie da las claves acerca de cómo la venganza es un arma de doble filo que puede terminar volviéndose en contra de quien la usa.
Él no se desenoja. […]Una vez solo, él opta por el enojo. Para alimentarlo, decide vengarse. […]No se desenojará nunca.
Valoración
4/4 books
Una historia de venganza.
¡Hola, MJ! Pues una historia que gire en torno a la venganza, siempre es una historia que me interesa. Desconocía tanto a la autora como la polémica que gira a su alrededor, pero al parecer tiene una voz propia y una forma de narrar amena con lo que al menos una de sus novelas caerá ahora que me la has descubierto. Un abrazo!
ResponderEliminarAl parecer este no es uno de sus mejores libros. No quiero ni imaginarme cómo serán esos, a mí éste ya me dejó enamorada así que... Espero que te guste porque ya te digo que tiene tantos defensores como detractores pero sus obras, incluidas las portadas, son parte de su performance y emanan gran originalidad.
EliminarEspero que cuando la leas la disfrutes tanto como yo.
Un abrazo.
Leí hace tiempo Higiene del asesino y no me quedaron ganas de repetir con la autora, aunque siempre he tenido un run run que no me deja tranquila pasando de ella. Esta novela podría ser la que me reconcilie. Voy a apuntarla porque esas tres mujeres enfrentadas a un hombre siempre son tentadoras. Me ha recordado, levemente, a Tres de Dror Mishani.
ResponderEliminarUn beso.
La definen como un cuento. Y hay quien dice que tiene obras mejores que esta. Todas las premiadas. Pero a mí, no sé si ha sido el momento o la temática, me ha encantado. Espero que si te animas también te guste.
EliminarUn beso.
PD: No conozco a Dror Mishani pero me lo apunto.
Me he ido a buscar a Dror Mishani pero siento decirte que esta novela es muy diferente. Nada de thriller, es más una historia de sentimientos, yo la he calificado como un drama. Así que... no sé si cumplirá tus expectativas.
EliminarYa me imaginaba que no tendrían nada que ver, pero lo de las tres mujeres en relación al mismo hombre, me la recordó. No obstante, para mí Tres tampoco es un thriller al uso. Para mí es una historia de personajes y sentimientos aunque tenga su parte de intriga.
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