Juego diabólico — Un jueves, un relato | 30.05.24

Juego diabólico | Reto 'Un jueves, un relato' | Microrrelato | 30 de Mayo | 2024 | Deshojando relatos

Esta es mi décima vez —consecutiva— en este reto. Unas pocas líneas que deberán contener las premisas propuestas por Cecy, la autora del blog 'Deshojando relatos'.

CUADRO DE CONTENIDO

• El reto
1. ¡Cuando el diablo mete la cola!
2. Banners
• Microrrelato
• Pinterest

El reto

Esta es mi décima participación en este reto. Pero déjame que te lo presente. Un reto que esta semana lidera Cecy —enlace aquí—, la autora del blog Deshojando relatos, consistente en la creación de un microrrelato que deberá incluir las premisas propuestas por ella para esta semana, y cuyo lema es:

¡Cuando el diablo mete la cola!

Como su autora nos dice en su post original de esta edición —enlace aquí—, pudiendo encontrar el listado de participantes y sus enlaces —aquí— para ir a todos los ejercicios de la semana en curso, las premisas e imagen para esta ocasión —30 de Mayo de 2024— son:

PREMISAS:

1. PREMISA 1: Escribe un micro donde sea importante tomar una decisión que conduzca a tu protagonista a la fortuna o a la ruina.
2. PREMISA 2: Que sea una invitación a navegar en las profundidades de la naturaleza humana.
3. EXTENSIÓN: Un límite máximo de 350 palabras.
4. PLAZO: Toda la semana del 30 de Mayo.
5. PARTICIPACIÓN: Una entrada en el blog del participante.

Banners

Para apuntarse hay que subir el enlace a tu micro en los comentarios de la entrada para la convocatoria del 30 de Mayo —enlace aquí— y colocar el banner del reto en tu post o en otra parte visible de tu blog. Yo lo he puesto aquí abajo para ir al reto de Mag y en MisceláneosRetosBanner para ir a la página donde aparecen mis entradas del reto hasta el momento. Como extra, dejo la propuesta —banner LECTOR cero— para hacer —si lo deseas— un comentario de estilo sobre mi texto. Quedas invitad@.

Microrrelato

Aquí te presento mi décima propuesta juevera del año. Un texto de 350 palabras justas que espero disfrutes tanto como yo lo hice durante el proceso creativo.

Juego diabólico

Damián barajó con cuidado sus cartas del tarot. Cortó. Y le dio la vuelta a la última de ellas. Ante esta, la adrenalina fluyó y el corazón sonó estrepitosamente en sus oídos. Era la número quince: “The devil”. La volteó para mostrarla a la cámara de su portátil. Lo mismo que hicieron los otros seis participantes.

Solo tres habían conseguido sacarla… Y seguían en el juego.

Volvieron a barajar, cogiendo del montón tres cartas al azar para colocarlas en línea. Levantaron al unísono —frente a la cámara—, la que ocupaba el centro de la terna. Damián sonrió. Allí, sobre su mesa, estaba el único demonio, mirándole de nuevo. «¡Soy el ganador! —se alegró—. ¡Y a la primera!». Su corazón bombeaba con tanta fuerza y velocidad, que logró ponerlo colorado.

Según las reglas colgadas en la dark web, tenía un plazo de siete días para ejecutar la acción requerida y subir al siguiente nivel. Había estado practicando, así le delataban sus manos manchadas y el punzón sucio que descansaba sobre la mesa. Pero solo habían sido ensayos más o menos burdos.

Durante los siguientes días de entrenamiento cogió una manía: echarse las cartas. No es que supiera demasiado acerca del tarot y sus secretos arcanos, pero le gustaba el ritual y quería demostrarse a sí mismo que la suerte —llámese destino— estaba de su lado.

Cada jornada, la carta número trece —The death— salía en la tirada. Aquello no tenía importancia, se decía a sí mismo. Solo corroboraba que sucedería lo previsto y se autoafirmaba en ello.

Y llegó el séptimo día. Cogió un par de punzones —por si alguno fallaba—, se los metió en el bolsillo y se fue al callejón elegido donde vivía su objetivo. Era pan comido.

Se le acercó sigiloso mientras dormía. Sacó uno de sus punzones y levantó la mano describiendo el ángulo justo para clavarlo en el punto preciso.

Ella fue más rápida, deslizando una mano en su bolsillo para robarle el otro punzón. Damián solo oyó el sonido gutural que produjo al introducírselo en el cuello.

Igualmente, pasó al siguiente nivel.

mj 

Pinterest

Para acabar: si te ha gustado y usas Pinterest, puedes animarte a repinear este pin en uno de tus tableros. Es gratis y me encantaría. También puedes repinear cualquier otra imagen del post —para ello he habilitado un botón que se activa en la esquina inferior derecha, al pasar el cursor o el dedo sobre la foto—, si así lo deseas. Ya sabes, a gusto del consumidor:

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PE: Cuando leí por primera vez esta convocatoria no entendí nada. Eso de «cuando el diablo mete la cola…» no me decía nada. Fue cuando leí alguno de los relatos participantes que logré comprender. Y así, cuando ya lo creía perdido, pude aventurarme a participar en este reto por décima vez consecutiva.

Una curiosidad: Desde hace un tiempo estoy usando las IAs para crear las ilustraciones de mis relatos y algunos posts y, en esta ocasión, quise plantearle a mi IA de confianza que usara manos manchadas, sin decir manchadas de qué. La idea me la dio una de las fotos que la propia IA había creado de motu proprio. Pero la IA se negó a usar ese argumento diciendo que era una idea demasiado comprometida y no generó ninguna imagen con ella.

¡Salud y suerte!

¿Qué te ha parecido mi décimo micro juevero del año? Cuéntamelo aquí abajo me encantaría saberlo.

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Fotografía: Realizada por MJ RU1Z —a partir de un texto— usando la IA de bing.com/create
Foto edición: MJ RU1Z