Bajo el mar... de nuevo — Un jueves, un relato | 28.03.24

Bajo el mar... de nuevo | Reto 'Un jueves, un relato' | Microrrelato | 28 de Marzo | 2024 | La trastienda del pecado

Esta es mi primera vez en este reto. Unas pocas líneas que deberán contener las premisas propuestas por Mag, la autora del blog 'La trastienda del pecado'.

CUADRO DE CONTENIDO

• El reto
1. En el fondo del mar...
2. Banners
• Microrrelato
• Pinterest

El reto

Esta es mi primera participación en este reto. Pero déjame que te lo presente. Un reto original —enlace aquí— de La trastienda del pecado, consistente en la creación de un microrrelato que deberá incluir las premisas de Mag para cada jueves. Esta semana toca:

En el fondo del mar...

Como su autora nos dice en su post original de esta edición —enlace aquí— y donde también puedes encontrar el listado de participantes y sus enlaces que te llevarán a todos los ejercicios de la semana en curso, las premisas e imagen para esta ocasión —28 de Marzo de 2024— son:

PREMISAS:

1. PREMISA 1: Escribe un micro relacionado con una ciudad sumergida en el océano.
2. PREMISA 2: Deberá contar con un giro final totalmente inesperado.
3. EXTENSIÓN: Un límite máximo de 350 palabras.
4. PLAZO: Hasta el 28 de Marzo.
5. PARTICIPACIÓN: Una entrada en el blog del participante.

Banners

Para apuntarse hay que subir el enlace a tu micro en los comentarios de la entrada para la convocatoria del 28 de Marzo —enlace aquí— y colocar el banner del reto en tu post o en otra parte visible de tu blog. Yo lo he puesto aquí abajo para ir al reto de Mag y en MisceláneosRetosBanner para ir a la página donde aparece mi única entrada del reto hasta el momento. Como extra, dejo la propuesta —banner LECTOR cero— para hacer —si lo deseas— un comentario de estilo sobre mi texto. Quedas invitad@.

Microrrelato

Aquí te presento mi primera propuesta juevera del año. Un texto de 350 palabras justas que espero disfrutes tanto como yo lo hice durante el proceso creativo.

Bajo el mar...
de nuevo

Kirke se despertó bastante agitada y empapada en sudor. Abrió los ojos y contempló el paisaje. Siempre la calmaba mirar por la ventana circular que tenía delante de su cama. Cómo no iban a relajarla el bosque de algas agitado por las aguas y los peces de colores que nadaban en su jardín acuático. Y aquel silencio sepulcral...

De pronto, rompió a sonar una melodía: «Sweet dreams are made of this…»

Se extrañó porque en su habitación nunca entraban dispositivos electrónicos. Buscó el origen de la música, sin encontrarlo. Por la puerta cuadrada que tenía delante se colaba la luz rojiza del amanecer, inundándolo todo. Salió a la terraza y respiró el aire cargado de sal.

Kirke nunca había dormido bien, pero aquellos sueños eran demasiado... cómo decirlo, vívidos. La experiencia sensorial, ofensivamente real. Y había un detalle, ella nunca soñaba. Al menos hasta...

De golpe, aquella noche de juerga con dos completos desconocidos invadió su mente. Recordó cómo un repentino tirón le impidió abandonar el barco, y cómo el brusco arranque la había sentado en el asiento de popa, así como el paseo hasta una cueva, y el regreso al amanecer. En medio, solo quedaba la nada. Y, ahora, los sueños.

Tenía que hacer algo, y resolvió regresar a la gruta, su única pista. Dentro, todo era nuevo para ella. Había dos argollas en la pared y un ascensor al fondo. Entró en la cabina y el aparato arrancó automáticamente hasta pararse en un pasillo tubular levemente iluminado. Sin embargo, la certeza de moverse por un lugar conocido era evidente, y supo llegar a través del laberinto de pasadizos hasta la habitación que usaba en sus sueños.

—¡Bienvenida, comandante Kirke! —resonó una voz que iluminaba las paredes con cada sílaba—. Jefa, la hemos echado de menos.

»¿Qué tal ha estado su experiencia terrestre? —inquirió—. Esperamos que sus vacaciones le hayan resultado placenteras y, sobre todo, fructíferas.

—Gracias. Han estado bien —disimuló, aterrada, mientras pensaba si no habrían ido demasiado lejos con el experimento. Sus recuerdos como jefa de aquel lugar estaban completamente borrados. ¿Y si nunca regresaban...?

mj 

Pinterest

Para acabar: si te ha gustado y usas Pinterest, puedes animarte a repinear este pin en uno de tus tableros. Es gratis y me encantaría. También puedes repinear cualquier otra imagen del post —para ello he habilitado un botón que se activa en la esquina inferior derecha, al pasar el cursor o el dedo sobre la foto—, si así lo deseas. Ya sabes, a gusto del consumidor:

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PE: Esto ha sido tan inesperado como improvisado. Rebeca me comentó que ahora ya no me animaba a escribir y, dicho y hecho, me puse manos a la obra. Y esto es lo que me ha salido. Espero al menos entretener. La verdad es que me he basado en otro relato escrito hace un tiempo para el desaparecido #fuegoenlaspalabras que convocaba la misma Rebeca en su blog. Aquí dejo el enlace a ese texto complementario, por si quieres pasarte:

«Bajo el mar...»

¡Salud y suerte!

¿Qué te ha parecido mi primer micro juevero del año? Cuéntamelo aquí abajo me encantaría saberlo.

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Fotografía: Freepik.es | Estructura futurista submarina para Freepik.
Foto edición: MJ RU1Z