Dos de LITERATURA CLÁSICA
CUADRO DE CONTENIDO |
Presentación
1. FELICIDAD CONYUGAL de León Tolstói
Ficha
TÍTULO ORIGINAL: Семейное счастие
AUTOR: León Tolstói
IDIOMA ORIGINAL: Ruso
TRADUCCIÓN: Carola Tognetti
EDITORIAL: Greenbooks Editore
FORMATO: Kindle Edition
AÑO DE PUBLICACIÓN: 2021 | 1ª Ed. 1859
ASIN: B08SC8C11X
GÉNERO: Novela, clásica
Nº DE PÁGINAS: 96
Sinopsis
Yo comento
En alguna parte leí que esta obra sería diferente si Tolstói la hubiera escrito al final de su vida y no al principio de su carrera, como fue el caso. De todos los comentarios vistos sobre ella creo que este es el único con el que estoy de acuerdo.
León Tolstói y esposa |
Para una escéptica del matrimonio como yo este título ya no auguraba nada bueno. El libro está bien escrito —su autor lo avala— y no digo que no sea acertado el contenido —refleja una realidad existente en aquel momento— pero la sociedad paternalista que describe me produce arcadas, y lo que más me duele es que desde que este libro vio la luz poco o nada hemos avanzado en ese terreno.
Edición original de 1859 |
No me ha gustado el comportamiento del protagonista —un hombre maduro que se casa con una menor—, algo ya bastante reprobable, que no contento con ‘educar’ a la chica a su conveniencia para llevarla por donde él quiere —o se supone que debe ir—, cuando la consigue se comporta como un auténtico niño mimado, celoso y frio, porque su hermosa y joven esposa goza —o casi debería decir ‘sufre’— de la admiración de otros hombres que ella no ha buscado.
Serguéi Mijáilich, que ya no estaba en su primera juventud, era alto, corpulento y, según creía yo entonces, siempre estaba alegre; sin embargo, aquellas palabras de mamá se me quedaron grabadas, y todavía hace seis años, cuando tenía yo once y él me hablaba de «tú», jugaba conmigo y me llamaba «niña-violeta», de vez en cuando me preguntaba, y no sin temor, qué haría si de pronto a él se le ocurriera casarse conmigo.
Por el contrario, me ha gustado eso de que la protagonista se aburriera de su papel de madre y esposa —por supuesto tiene nodriza y criados— y que quisiera obtener algo más de la vida. Pero el esposo tiene bien aprendido el papel que le toca y no permite que ella se salga del suyo de ninguna manera. Si lo hace, la castiga con el látigo de su indiferencia. Y eso, se supone que es el verdadero amor, un hombre que siempre ha de dirigir los pasos de la fémina que es como una niña a quien hay que proteger porque ella misma no es capaz de hacerlo sola.
Por momentos me horrorizaba mi indiferencia por el crío y me preguntaba: «¿Seré peor que las otras mujeres? ¿Qué puedo hacer? —pensaba—. Quiero a mi hijo, pero soy incapaz de encerrarme con él los días enteros, me aburro; y no estoy dispuesta a fingir por nada del mundo».
El matrimonio y el amor verdadero que nos muestra aquí Tolstói no solo me parece deplorable sino que me indigna que sea causa de admiración, incluso por las generaciones actuales. Es increíble que no hayamos aprendido nada.
Vivíamos por separado: él con sus ocupaciones, en las que yo no tenía para qué participar, y ahora tampoco quería, y yo con mi ocio, que ahora no lo ofendía ni lo apesadumbraba como antes.
Creo que ya es tiempo de que el amor de pareja evolucione. Que la pasión desaparece con el tiempo... eso será porque no la hemos trabajado lo suficiente. Yo no creo que aunque el amor cambie con los años —porque también las personas cambian— haya que resignarse a la imagen que nos brinda Tólstoi. Pienso que la vida en pareja hay que trabajarla todo el tiempo y por ambas partes porque si no —como dijo aquel— el amor para toda la vida que se empeñan en vendernos como un cuento de hadas termina siendo una auténtica película de terror.
Adaptaciones
Esta novela fue adaptada muchas veces para el teatro aunque haya sido imposible averiguar qué compañías y en qué teatros. Quede como muestra la realizada durante los setenta en Televisión Española en el mítico Estudio 1, y si lo deseas puedes visionarla completa y gratuita tan solo haciendo clic en el título siguiente:
- 1972: Felicidad conyugal, adaptación teatral de Marcial Suárez, con dirección y realización de Alberto González Vergel y con actuación de Fernando Delgado, María José Goyanes, Mayrata O'Wisiedo, Pastora Peña, Nélida Quiroga, José M. Navarro, Gloria Ronzy, José Yepes y José Albiach.
Valoración
2/4 books
Amor conyugal desfasado.
2. MIEDO de Stefan Zweig
Ficha
TÍTULO ORIGINAL: Angst
AUTOR: Stefan Zweig
IDIOMA ORIGINAL: Alemán
TRADUCCIÓN: Roberto Bravo de la Varga
COLECCIÓN: Cuadernos del Acantilado, 85
EDITORIAL: ACANTILADO
FORMATO: Papel
AÑO DE PUBLICACIÓN: 2018 | 1ª Ed. 1913
ISBN: 8416748969
GÉNERO: Novela, clásica
Nº DE PÁGINAS: 144
Sinopsis
Yo comento
Esta historia tiene bemoles. Me gusta la manera en la que está planteada —en plan thriller— y el ritmo trepidante que le ha imbuido su autor, pero en cuanto al contenido… me ocurre algo parecido a lo que me produjo la lectura de ‘Felicidad conyugal’.
Stefan Zweig |
Esta podría decirse que es la otra cara de la moneda, la de alguien que es infiel en su matrimonio y cuando la pillan, se da cuenta de que está a punto de perder lo mejor que tiene en la vida y quiere rectificar, pero no ve el modo de hacerlo sin que pase lo inevitable.
Cuando la puerta se cerró, fue como si cerrasen la tapa de un ataúd. El mundo estaba muerto, vacío, sólo quedaba su propio corazón palpitando violentamente contra el pecho, aumentando con cada latido el dolor que se apoderaba de su cuerpo petrificado.
Lo que no me ha gustado es que la protagonista —al igual que en la novela de Tolstói— sea una mujer. Tanto en una como en la otra da la sensación de que un autor masculino se ha puesto en la piel de un personaje femenino para endosarle un papel que por antonomasia es masculino. El del infiel que lo tiene todo pero —para darle chispa a la vida— necesita nuevas experiencias con otras parejas sexuales y ello pasa a formar parte de su cotidianidad.
Fotograma de la adaptación de Roberto Rosellini |
Tener un amante no supuso, de entrada, ningún cambio en el mecanismo que regulaba su existencia, al contrario, vino a ampliar aún más su felicidad, como un tercer hijo o un coche, por lo que pronto su aventura le pareció tan banal como cualquier otro placer socialmente permitido.
Puede que Zweig trate de equiparar los mundos masculino y femenino y mostrarnos que ambos sexos —en el fondo— no somos tan diferentes, pero la forma de terminar la historia es lo que —para mí— la ha estropeado. Está muy sobrepasada. Y —como no— la lección a la fémina vuelve a hacer acto de presencia. Me ha sobrecogido y enfadado a partes iguales el camino que ha tomado el autor para rematar la trama. Y no digo más, porque no quiero desvelar este retorcido desenlace.
Adaptaciones
Esta novela —a diferencia de la anterior— sí dio para varias adaptaciones en distintos idiomas a través de los años y con una española bastante destacada, nominada a siete Goyas, incluido mejor guion original:
- 1928: Angst-Die schwache Stunde einer Frau —Silenciosa acusación—, largometraje de Hans Steinhoff, con Elga Brink, Henry Edwards y Gustav Fröhlich.
- 1936: La Peur, largometraje de Viktor Tourjansky, producido por Standard Films, Prociné.
- 1954: Non credo più all'amore (La paura) —Ya no creo en el amor—, largometraje de Roberto Rossellini, con Ingrid Bergman, Mathias Wieman, Edith Schultze-Westrum y Klaus Kinski.
- 1992: La peur —película para televisión—, de Daniel Vigne, con Nicola Farron, Maurice Baquet, Cinzia de Ponti y Hanns Zischler.
- 2007: Oviedo Express, largometraje de Gonzalo Suárez, con Carmelo Gómez, Benjamín Olmo, Aitana Sánchez-Gijón, Maribel Verdú y Mariola Mayo.
Valoración
3/4 books
Miedo trepidante muy bien contado.
En resumen
Me niego a hacer mía esa filosofía. E insto a todo el que quiera vivir un amor duradero que se ponga manos a la obra y que lo trabaje como cualquier otra cosa en la vida. Esa idea de que te casas —firmas un papel— y ya está todo hecho y dicho y que tiene que discurrir por un determinado camino no es una buena filosofía de vida. A ver si empezamos a vivir amores maduros y nos dejamos de chorradas. El hecho de que un autor admirado a nivel literario e histórico escriba algo como esto no tiene por qué convertirse en una máxima de vida para la mayoría, no confundamos. El verdadero amor es otra cosa muy distinta que debemos buscar y sobre todo trabajar, nada más.
En cuanto a ‘Miedo’ me ha ocurrido algo parecido. Son dos historias muy diferentes pero tienen ese punto en común que siempre termina con una lección paterno-moralista a la protagonista femenina. Si fueran ellos los infractores no pasaría lo mismo. Y aquí entra la ausencia de feminismo en ambos, por lo que no deben ser tomados —ninguno de ellos— como ejemplo para nadie. Avancemos de una vez, por favor.
Con todo esto —en mi descargo— he de decir que ambos libros son muy buenos. Y lo son desde el punto de vista literario. A una obra de arte se le ha de pedir que cause impresión en quienes la contemplan y en estas dos obras está más que cumplido el reto, para bien o para mal. Los personajes de ambos no me han dejado para nada indiferentes, ni creo que dejen a nadie. Solo espero que más gente saque las conclusiones correctas a partir de estos textos.
Aun así debo apuntar lo que el mismo Tolstói dijo de ‘Felicidad conyugal’ en una carta a Botkin donde le pide que detenga la edición de la obra, que queme el manuscrito e incluso que acepte la devolución del dinero que ha cobrado por un relato cuya visión, lectura y recuerdo le parecen una tortura:
Estuve dedicado a un trabajo insignificante […] Es una porquería vergonzosa […] Me pareció una porquería tan deshonrosa que no logro sobreponerme a mi vergüenza y creo que nunca más volveré a escribir […] la mierda vergonzosa que es esta obra abominable; una mancha para mí no solo como autor sino como ser humano […] Por algo quería yo publicarlo con pseudónimo.
No he leído Felicidad conyugal, pero sí Miedo. Me gustó mucho y para nada le vi las pegas que le pones. Si hubiera estado escrita hoy por supuesto que me hubiera indignado y seguramente la habría abandonado al poco de empezarla, pero hay que ponerse en la época en que fue escrita. En 1913, creo que ya el hecho de sacar una mujer adúltera, de buena familia y "felizmente" casada, era un prodigio de adelanto a su época. Además tampoco me pareció que la juzgara, solo cuenta la historia de un matrimonio en el que la mujer (del hombre sabemos mucho menos) no conoce al marido, no sabe cuáles pueden ser sus reacciones y de ahí le viene el miedo. Me pareció una gran novela como todas las del autor.
ResponderEliminarDe la de Tolstoy no puedo hablar porque ya te digo que no la he leído, no obstante el hombre tiene fama de haber sido bastante déspota con su mujer, aunque tampoco estoy yo muy versada en su biografía.
Pero bueno, esa es mi opinión. Nunca juzgo los libros sin tener en cuenta la época en que se escribieron. Al contrario, suelo utilizarlos para saber cómo eran las cosas en aquel momento. Y he visto que a veces lo que podría parecernos una escena bochornosa por su machismo o por cualquier otra cosa, en realidad está criticando ese mismo machismo o esa otra otra cosa.
Un beso.
Hola, Rosa. Pero no me negarás que la forma de actuar del marido no es aberrante y desproporcionada. A mí me hace eso y no le miro a la cara en su puñetera vida. La parte del miedo está bien pero el resto me parece de película de terror. Sé que él es el ofendido pero la reacción sobrepasa lo imaginable. Y eso de que eran otros tiempos y por eso ya hay que admitirlo no me parece ni justo ni bueno. Desde luego si el autor lo hizo en forma de crítica puede valer pero no me parece un comportamiento decente de ninguna manera. Aunque ella le haya puesto los cuernos. No sé , tengo la sensación de que estos autores son adorados escriban lo que escriban. Y estos dos libros no me parecen ejemplo de nada. Màs que contra los autores voy contra esos lectores que idealizan lo que escriben autores bien considerados.
EliminarEl amor ideal que describe Tolstói ni es tal ni debe ser considerado como tal. Este autor, por lo que he podido observar, tenía gran diferencia de edad con la mujer y ese ya no es un buen punto de partida, además tenía una relación con la religión un tanto enfermiza y unas ideas muy suyas sobre cómo debería funcionar un matrimonio. No me parece bien que se tomen sus ideas como ideal a seguir solo porque se llama Tolstói. Eso es lo que me molesta de estos libros.
Ese final de miedo lo he visto criticado por otros lectores, aunque sospecho que por motivos diferentes. Pero ambos libros hablan del maltrato psicológico a la mujer, y eso se ha interiorizado tanto que se ve normal e incluso se justifica de algún modo. Y no, yo no lo voy a justificar aunque lo digan Tolstói y Zweig. Aunque no niegue sus capacidades literarias y de creación de personajes sean excelentes.
Ibsen, sin ir más lejos y por poner de ejemplo a otro grande, trataba estos temas de forma mucho más moderna y respetuosa. Y de sus obras sí podemos sacar enseñanzas de vida, aunque aquellos fueran otros tiempos.
EliminarMe reconocerás que la mujer ha sido maltratada siempre a lo largo de la historia y no por ello visto desde los tiempos modernos ha de ser justificado porque las convenciones morales fueran distintas en aquel momento ¿no crees?
Un beso.