Faye — Escribir jugando Julio 2022
Entrega correspondiente al mes de Julio de 2022 del Reto Escribir Jugando. Usamos los juegos de mesa para inspirar un microrrelato de cien palabras como máximo. 'Un robot, un hada y un violín marcan la composición del segundo mes del año V del desafío.
CUADRO DE CONTENIDO |
El reto
Este reto titulado Escribir jugando, es una idea original de Lídia del blog lidiacastronavas.wordpress.com: El Blog de Lídia. Llegué a él desde otro blog literario y me encantó la propuesta nada más verla: se usan cartas y dados para despertar la inspiración. Ya lo explica en el banner: Reto de escritura basado en juegos de mesa ¿Juegas? Yo respondí con un rotundo SÍ y desde Diciembre de 2020 —hace ahora más de un año y medio— estoy metida de lleno en el juego.
Banner
Para apuntarse hay que dejar un comentario en la entrada correspondiente del blog de Lídia —enlace aquí— y colocar el banner del reto en este post o en otra parte visible del blog. Yo lo he puesto aquí abajo para anunciar el reto de Lídia y en MisceláneosRetosBanner —enlace directo aquí— para ir a la página donde aparecen todas mis entradas del reto.
Normas
Y ahora, sin más preámbulos, veamos los condicionantes de Lídia para la propuesta de este mes:
- CONDICIONES GENERALES: Tema y métrica libres.
- CONDICIONES PARTICULARES: Deberá estar inspirado en la carta grande. Deberá aparecer el dibujo del dado: hada. Y por último de manera opcional, podrá aparecer algo relacionado con el violín: el año de su creación, su creador o el propio instrumento.
- EXTENSIÓN: 100 palabras máximo sin contar el título, tanto para poemas como para microrrelatos.
- PLAZO: Hasta el 31 de Julio.
Microrrelato
Te presento mi propuesta, resuelta en 96 palabras sin contar el título. Espero que te guste y la disfrutes como yo lo hice cuando la escribí.
Faye
Sonó un violín. Era extraño, me hallaba en medio del bosque contemplando el discurrir del agua de un río. Me dije: «¿Acaso tanta belleza produce alucinaciones auditivas?».
Un aleteo me sacó del ensimismamiento. Lo seguí pero solo atisbé un leve movimiento de hojas. Di un par de pasos para acercarme y tropecé con unas cuantas latas viejas. «Qué manera de estropear un paisaje perfecto», pensé.
Un suave remolino las puso en pie formando un pequeño robot que cobró vida. Ese detalle lo dejaba claro: aquella melodía y el hechizo indicaban la presencia de un hada juguetona.
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Para acabar: si te ha gustado y usas Pinterest, puedes animarte a repinear este pin en uno de tus tableros. Es gratis y me encantaría. También puedes repinear cualquier otra imagen del post —para ello he habilitado un botón que se activa en la esquina inferior derecha, al pasar el cursor o el dedo sobre la foto—, si así lo deseas. Ya sabes, a gusto del consumidor:
PE: Entre los nombres de hadas está la propia palabra ‘hada’ en inglés: Fay. Deriva de la antigua palabra inglesa faie que quiere decir ‘hada' y también se puede escribir Faye. Siendo esa la forma que yo escogí para bautizar a mi hada particular.
¡Salud y suerte!
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Genial relato, te mando un beso. Enamorada de las letras
ResponderEliminarGracias, J.P. Un beso.
EliminarMe ha encantado tu relato, gracias por compartirlo.
ResponderEliminarUn abrazo.
Gracias a ti por leerlo. Ne alegra que te haya gustado.
EliminarUn abrazo.
Qué bonita la imagen de ese hada que aparece al final, capaz de convertir los desperdicios en un divertido robot. Has combinado de maravilla los requisitos exigidos y has escrito un relato precioso.
ResponderEliminarUn beso.
Gracias, Rosa. He decidido no complicarme la vida y echar mano de la imaginación sin más. Estoy contenta de que te haya gustado.
EliminarUn beso.
Un relato que se lee muy agradable, con todos los elementos del reto de Lidia. Me ha gustado mucho. Saludos.
ResponderEliminarGracias, Ana. En estos momentos solo quiero moverme entre cosas positivas y bonitas. Me alegra haberlo podido reflejar en el texto.
EliminarSaludos.
Que bien manejas te todos los elementos del reto... Me gustó mucho la escena en el bosque que desprende un sin fin de sensaciones. Bellísimo. Un abrazo
ResponderEliminarGracias, Nuria. Se me fue ocurriendo sobre la marcha. Digamos que esa hada tan juguetona me llevó a donde quiso. Un abrazo ;)
EliminarMe encanta, MJ! Has encajado de forma muy sutil todos los elementos del reto y te ha quedado una historia de fantasía digna de cuento de hadas. Enhorabuena. Muchas gracias por tu aporte al desafío de este mes. Un abrazo grande 💜
ResponderEliminarHace no mucho tiempo creía que era incapaz de escribir fantasía, la verdad es que no he leído mucha aparte de los cuentos infantiles de cuando yo era pequeña y de cuando lo fue mi hija. Será eso lo que se refleja, que he sacado mi yo infantil. Estoy contenta con mis incursiones en el género.
EliminarGracias a ti por darnos pie a dejar volar la imaginación.
Un abrazote para ti también.
¡Hola, MJ! Un micro con una metáfora que muy bien podríamos aplicarla todos nosotros en nuestro día a día. A veces nos quedamos en la queja y el reproche por esas "latas" que nos encontramos en nuestro día a día, quizá, seguro, es mucho más constructivo utilizarlas para crear robots como hizo esa hada. Un fuerte abrazo!
ResponderEliminarSí, el reciclaje siempre es una buena opción aunque no la practique demasiada gente. A veces también nos lo ponen difícil. Por lo menos deberíamos tratar de usar los espacios públicos —y los naturales sobre todo— como si fueran el salón de casa y mantenerlos limpios y ordenados.
EliminarSiempre ves cosas en mis escritos que yo ni siquiera he pensado —al menos conscientemente—. Gracias.
Un abrazo fuerte para tí también.
Hay que tener mucho cuidado cuando se escuchan melodías en los bosques. Y más, si el bosque es imaginado.
ResponderEliminarBesitos 😘
Ya te digo... cuando el río suena... Ah no, que no era el río, que era un violín. ¡Ja, ja, ja!
EliminarBesitos para ti también.
Que bueno, si todas las latas tiradas en el campo o en el rio se levantasen y formasen un robot, pensaríamos mas en reciclar. Bien montado y bien estructurado, me encantó. Besos
ResponderEliminarGracias, Mar. Si eso pasara —que todas las latas se convirtieran en robots— igual nos terminaban comiendo a todos, en dura venganza. Entonces sí que íbamos a reciclar...
EliminarBesos.
Opino que la magia está en cualquier sitio, solo hay que creer en ella, ¿no te parece?
ResponderEliminarBonito micro, Mj :-9
Un beso.
Gracias, Mag-Magade. Por supuesto que está en cualquier sitio.
EliminarUn beso.