OPERACIÓN KAZÁN de Vicente Vallés
CUADRO DE CONTENIDO |
Nunca pensé en escribir una novela.Vicente Vallés
Ficha
TÍTULO ORIGINAL: Operación Kazán
AUTOR: Vicente Vallés
IDIOMA ORIGINAL: Español
COLECCIÓN: Espasa Narrativa
EDITORIAL: Espasa
AÑO DE PUBLICACIÓN: 2022
ISBN: 8467063688
GÉNERO: Novela, contemporánea, histórica, espionaje, thriller
Nº DE PÁGINAS: 424
Sinopsis
Su punto de partida es el nacimiento en Nueva York en 1922 de un niño para el que los servicios de inteligencia soviéticos diseñan el más audaz plan de espionaje jamás imaginado. Años después, Lavrenti Beria, el sanguinario jefe de la policía bolchevique, presentará ese plan a Stalin, que se apropiará del operativo y lo convertirá en una misión personal y extremadamente secreta.
A través de las páginas de la novela, el lector recorrerá desde la Revolución Rusa en 1917 hasta las elecciones americanas del siglo XXI, pasando por los horrores de la Segunda Guerra Mundial, el desembarco de Normandía, la Guerra Fría, la caída del Muro de Berlín en 1989, el colapso de los regímenes comunistas en los años 90 y la actual injerencia rusa en las democracias occidentales.Yo comento
Estructura
Cuatro partes constituyen en líneas generales la estructura de esta novela de espionaje, precedidas por un par de citas: los versos de una canción y la máxima sangrienta de un ministro de la Unión Soviética al servicio de Stalin. Algo que nos pone en antecedentes —de manera bastante gráfica— de lo que era el país en aquel tiempo y de la herencia que arrastra desde entonces:
No solo debemos ejecutar a los culpables. La ejecución de inocentes impresionará aún más a las masas.Nikolái Krylenko | Ministro de Justicia de la Unión Soviética | años 30
Fue ejecutado durante la Gran Purga, por orden de Stalin.
La primera es una breve introducción situada en 2024 —casi in extrema res— que narra la eliminación —a la rusa— de uno de los personajes. Las tres siguientes recorren distintos lugares del mundo en diferentes intervalos temporales, avanzando y retrocediendo —mediante flashbacks o flashforwards— según lo requieren la trama y el argumento, pero resultando perfectamente entendibles.
Moscú |
Contada en tercera persona, nos va mostrando —de esta manera— los pasos de los personajes implicados —desde 1922 hasta llegar a la noche de las elecciones americanas, en noviembre de 2024— a través de más de un siglo.
Aunque esta manera de estructurar la novela no sea mi ideal —porque me gusta leer partes completas antes de colocar mi marcapáginas—, me lo han facilitado bastante las piezas menores en las que se han compartimentado estas tres grandes divisiones, regidas siempre por fechas y lugares —algo que yo diría que ya es sello personal en sus libros— y que terminaron por engancharme de principio a fin.Autor
Su autor —Vicente Vallés— se declara seguidor de los grandes del espionaje: John Le Carré y Frederick Forsyth. Y eso se nota tanto en el armado como en los detalles de la novela, que plantea una idea muy original y que —aunque muy loca y salvando las distancias— podría estar en la cabeza o —por lo menos— en los deseos del propio Putin, dándole un toque casi premonitorio de los acontecimientos actuales, al menos en lo que se refiere a ese deseo imperioso de aplastar la hegemonía americana mundial.
La cultura que se enseñaba en el KGB de aquella época, en el KGB soviético, tiene mucho que ver con lo que está pasando estos días en Ucrania.Vicente Vallés
Vallés es un periodista español con un currículum kilométrico dedicado a los informativos —autonómicos o nacionales— y a colaborar como analista político en prensa y radio. Es especialista en política nacional, aunque haya dedicado buena parte de su carrera profesional a informar sobre Estados Unidos, cubriendo las elecciones presidenciales americanas desde 1992. Y eso se nota en algunos pasajes de la novela.
En la actualidad conduce el noticiero de las 21:00 hh en Antena 3 y debo decir que es uno de mis favoritos. A pesar de que algunos se empeñen en colgarle sambenitos de una u otra inclinación política, se nota su conocimiento y pasión por la geopolítica.Premio primavera 2022
Algo que ya quedó patente en sus dos primeros libros, aunque usara un género alejado del novelesco. Se declara el primer gran sorprendido ante el éxito de ésta su primera novela y que —según sus propias palabras— nunca pensó escribir en estos términos, pero al final ha ganado el Premio Primavera de Novela 2022.
Todavía sigo en shock, no me he recuperado. Nunca pensé en escribir una novela. Cuando la empecé a escribir, nunca imaginé terminarla. Tampoco publicarla, y mucho menos que fuera candidata para un concurso, pero estoy muy contento y sorprendido.
Y la define como el cierre de una trilogía, aunque las dos primeras no sean novelas. Lo cierto es que ‘Trump y la caída del imperio Clinton’ y ‘El rastro de los rusos muertos’ —sus dos primeras obras— fueron los perfectos antecedentes necesarios para cimentar —en muchos sentidos— su última entrega.
Un siglo de historia
Para Putin, la caída de la URSS es uno de los grandes dramas del siglo XX y es necesario repararlo.Vicente Vallés
Una historia que —como dice la sinopsis— recorre los acontecimientos históricos más relevantes de casi todo el siglo XX y lo que llevamos del XXI. Así los personajes nos llevan a la Revolución Rusa, al desembarco de Normandía, a la Alemania del Este en plena Guerra Fría, a la caída del Muro de Berlín, o acompañamos —en su ascenso— al espía del KGB que llegó a presidente ruso en los albores del siglo XXI y finalmente, somos testigos de sus tejemanejes para inmiscuirse en las democracias occidentales.
Monumento a la Segunda Guerra Mundial en Washington |
Lo que décadas atrás planificaron casi como un ejercicio de ensayo en el servicio de inteligencia, una especie de juego de guerra fría, se transformaba ahora en un reto y una oportunidad que podía cambiar el mundo de una forma nunca antes explorada.
Asistimos a conversaciones privadas que nos dan una idea de las pretensiones de este líder calcado a Putin —aunque se haga llamar Iván Karlov—, lo que imagino será una cuestión de tranquilidad legal para el autor. Pues son algunos los personajes que no conservan su nombre real, aunque sus vivencias nos muestren con claridad de quienes se trata.
Espionaje
Pero este relato —a pesar de los elementos históricos— es, sobre todas las cosas, una ficción de espionaje. Vicente nos presenta espías de varios pelajes: rusos, americanos y, como no, españoles. Y una idea —para mí genial— que es la del espía durmiente, ese que se activa solo cuando resulta necesario, lo mismo que ocurre con el terrorismo yihadista.
No faltan los tres espías retirados —pertenecientes a distintas agencias— que descubren con estupefacción que deben parar algo que comenzó un siglo antes e intentan hacerlo sin ser descubiertos por las modernas tecnologías, utilizando todos los trucos de la era analógica.
Muro de Berlín |
Son ayudados por otro grupo de tres espías jóvenes que operan para otras tantas agencias. Varias generaciones del espionaje que se unen para tratar de frenar algo que podría cambiar el mundo para siempre: una operación que puso en marcha el mismísimo Stalin.
¿Lo más sorprendente? Hasta qué punto los móviles pueden proporcionar la posición exacta de cualquier persona en el mundo y así seguir sus movimientos y hacerla vulnerable. Hoy el espionaje se hace básicamente desde la silla de un despacho y frente a la pantalla de un ordenador. Y eso ocurre en esta novela como parte de una operación brillante aunque diabólica.
Valoración
4/4 books
Espionaje secular.
Hay países —como Argentina— que se sienten en deuda con Putin porque cuando el bloque occidental les dio la espalda a la hora del reparto de vacunas éste les envió la Sputnik V sin ningún problema. Hasta qué punto llega la maraña de intereses para que ahora en el país pampeano esté mal visto condenar los abusos y crímenes de Rusia a Ucrania. Vivimos en un mundo atroz, donde la manipulación —sin duda— gana la partida.
Menos mal que libros como este sirven para poner un poco las cosas en su sitio y nos proporcionan los antecedentes que debemos conocer en este asunto. Si quieres conocerlos a fondo te recomiendo que lo leas tú también.Edición: MJ RU1Z
Yo también soy una enamorada de John Le Carré del que he leído muchas novelas. Anoto esta porque me parece que tiene muy buena pinta y relata hechos del siglo XX que me resultan muy interesantes y atractivos.
ResponderEliminarUn beso.
Lo mejor es la contextualización del elemento Putin y de cómo ha llegado al momento presente. La operación que relata es complicada pero no imposible y creo que sería su ideal perfecto. Me ha parecido buenísima. No es verdad lo que dicen algunos acerca de haberle dado el premio por ser quien es. Eso solo son prejuicios tan tontos como los de aquellos que niegan que puedan existir best sellers buenos o excelentes.
EliminarUn beso.
Una excelente reseña. Pinta muy bien esa trama y la verdad es que me deja muy intrigado.
ResponderEliminarLo comentas de pasada y voy a ser claro y directo al respecto: Vallés no me cae precisamente bien. Me parece efectivamente un periodista muy manipulador, con muy poco rigor periodístico y que hace sus comentarios para efectivamente cuadrar lo que explica con su ideología política. Me parece muy, muy de derechas y muy en contra de todo lo que signifique izquierdas y otras hierbas como Unidas Podemos o el independentismo catalán. Claro, ya entramos de lleno en la arena política. Y sí, casualmente soy de izquierdas e independentista (mi faceta política, tan relativa como el resto de la personalidad individual, en eso no te equivoques). Lo cierto es que a Vallés se le pone muy a parir en Twitter y esas críticas me parecen absolutamente justas y acertadas, porque yo he visto cortes de sus intervenciones y me parecen absolutamente escandalosas, por su amarillismo, lo sesgado de sus planteamientos y todo el tufo ideológico que tira por tierra cualquier atisbo de objetividad e imparcialidad. No sé qué le pasará a este hombre, pero sospecho que es un vendido del poder, un lameculos.. Así que esos problemas atañen al panorama político español, creo. Dejada clara mi postura, la verdad es que no tengo ganas de polemizar sobre este señor. Quizá discrepes diametralmente. La verdad que hace muchos años que dejé de ver informativos de las cadenas privadas. De todas, llámese Telecinco, Cuatro o la que sea. Me cansé. Por otro lado, y una cosa no quita la otra, no discuto que pueda tener profundos conocimientos de geopolítica internacional o visiones muy acertadas, así como escribir excelentes novelas, como parece el caso. En cualquier caso me intriga mucho y me atrae, ya lo sabes también por todo ese cóctel de intriga, política y espionaje al estilo Forsyth.
Me dejas de piedra. Si llego a saber que te disgustaba tanto este periodista no te lo hubiera nombrado. En fin, tienes razón, no estoy de acuerdo en absoluto. Si en algo me gustan sus crónicas es en que no le baila el agua a ninguno. Le dice al que lo haya hecho mal lo que haya que decirle en el momento que lo merezca. ¿De derechas? No lo creo. A los partidos de derechas también les saca los colores. De twitter no se puede un@ fiar demasiado y menos de cortes descontextualizados. Ahí se vierte toda la mierda del mundo mundial, toda la que esos haters no se atreven a verter en su vida real. En fin, a mí los políticos de nuestro país me parecen de lo malo, lo peor, no hay más que ver lo que hicieron en la pandemia, en la guerra, en todas y cada una de las crisis recientes. Me dan igual los izquierda, derecha, centro, arriba o abajo, no se salva ninguno. Otra cosa son las ideologías. Simpatizo más con las de izquierdas pero cuando lo hacen mal, lo hacen mal, sean del partido que sean. No creo que haya que seguirlos ciegamente por seguir una supuesta ideología que ellos practican.
EliminarPara ser tan mal periodista, Vallés, ha llevado ya trece premios periodísticos dados por instituciones de distinto pelaje. Si no fuera buen periodista me extraña que se los hubieran dado. No sé, uno o dos, podrían colar pero ¿trece?
Nada, que me has dejado pasmá, pero bueno, todo el mundo tiene derecho a tener su opinión.
Desde luego el tema de los rusos y su influencia en la política mundial es tremendo. También, hablemos claro, en su interés descarado de desestabilizar las democracias occidentales. Estoy seguro, como apuntas, que el libro toca todos estos temas de fondo, con conexiones con todo lo que está pasando y las paranoias nacionalistas de Putin. Efectivamente, una vez más... la gran frustración, la gran herida de ver a la URSS saltar hecha pedazos. Como ya apuntaste, un tipo cargado de resentimiento y con una interpretación de la historia y de la situación mundial muy sui generis, por decirlo en palabras finas.
ResponderEliminarAunque no soy muy entendido, creo o tengo la impresión que lo del espía durmiente en realidad es uno de los temas recurrentes del género: elementos que permanecen ahí, muchas veces criados desde niños en el país enemigo por antonomasia, y que se activan en el momento justo para dar el golpe letal. Son infiltrados en el total sentido del término. Y tengo la sensación de que esta novela de Vallés debe andar por esos derroteros.
Por otro lado a mi cabeza ha venido "Los niños del Brasil", escalofriante libro y película donde se pone de relieve las cosas terribles que pueden hacerse ya a los niños/as, cuando se buscan fines políticos retorcidos.
En fin, muy buena reseña. No me tengas en cuenta la caña que le he metido al pobre Vallés. No es de mi agrado, ciertamente, pero eso aquí y ahora es colateral.
Saludos.
Pues sí, aciertas de pleno. Aunque creo que aquí va un paso más allá...
EliminarHace muchos años vi la peli de "Los niños del Brasil" y resultaba espeluznante. Ha venido a mi memoria muchas veces durante mi vida como algo terrorífico. Nunca la hubiera relacionado con este libro pero, pensándolo bien, tiene sentido hilar una con la otra. En fin, a mí esta novela me ha encantado, ya lo dije en la reseña.
Gracias por leerla y lamento que Vallés te caiga tan mal.
Saludos.
Ahora que lo pienso, seguro que fue primero el espía durmiente que el terrorista durmiente. Y estoy por ver que ha sido un invento ruso aunque los americanos también lo han usado a placer y ahora sus 'técnicas' perversas les explotan y nos explotan en la cara.
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