Mascarillas fuera, mascarillas dentro

Dentro de cinco días se acaba la obligatoriedad de llevar mascarillas en espacios públicos exteriores y la campaña en contra de la negativa de alguna gente de quitárselas se recrudece. Esta es mi opinión al respecto.

CUADRO DE CONTENIDO Antecedentes Yo opino Indignación Los expertos Conclusión Pinterest

Antecedentes

Como segundo año consecutivo —desde que empezó este infierno viral— y cada vez que comienza el verano, los índices publicados por el gobierno acerca de los contagios y muertes casualmente bajan a lo bestia. Después de tanta mentira, tanta manipulación y tanto despropósito yo ya me creo poquita cosa. No hace mucho leía el artículo que escribí —enlace aquí— cuando al empezar el curso académico nos amenazaron a todos los padres con la retirada de la custodia de nuestros hijos si no los enviábamos al colegio cayera quien cayese. Y ten por seguro que muchos han caído literalmente.

También es cierto que todos los presidentes comunitarios —incluído el que me toca— han pedido la retirada de las mascarillas en los espacios públicos exteriores. Y es comprensible, sí. Ya estamos tod@s bastante hart@s a estas alturas de la película. Lo malo es que el porcentaje de vacunados —entre los que me incluyo por suerte— todavía es muy bajo, por no calificarlo casi de ridículo. Y continuamente aparecen diferentes variantes cada vez más contagiosas. Mientras, seguimos haciendo —desde que terminó el estado de alarma— como que no pasa nada y obviando las normas sanitarias todo lo que podemos. Para muestra un botón:

Feijoo pide que se cambie la ley para poder retirar la mascarilla en exteriores. Cree que se puede hacer en las comunidades que presenten buena evolución y porcentaje de vacunación.

La Voz de Galicia
31 de Mayo de 2021

Y como era de esperar, el señor Simón ha tenido que pronunciarse. Aunque no es santo de mi devoción, en los últimos tiempos me he dado cuenta de que muchas de las cosas que apoya no le queda otro remedio que secundarlas. Este personaje tiene una personalidad un tanto contradictoria, donde tienen cabida el idealismo por salvar el mundo y el afán por defender lo indefendible siempre en pos de una clase política que ni se lo merece ni se lo agradece. Y, claro está, se ha pronunciado al respecto o más bien, ha anunciado o avisado lo inevitable:

Vamos a tener que ir progresivamente modificando la obligación de uso de las mascarillas y eso es algo en lo que estamos trabajando. Es posible que alcancemos el objetivo de tener vacunada al 70 por ciento de la población en verano y es posible que antes de alcanzarlo se llegue al acuerdo de no hacer obligatorio el uso de las mascarillas en algunos lugares abiertos.

Director del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias
Fernando Simón

Llegados a este punto tengo mis dudas acerca de la necesidad de costear un Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias en España que nada más sirve para abalar las malas decisiones del politiquillo de turno e ir dando bandazos para adecuarse a lo que éstos les piden. En cuanto a proteger a los ciudadanos... sigo dudando.

Yo opino

En este estado de cosas el verano se presenta infernal como el año pasado, aunque por razones bien diferentes. Ya me las prometía felices con la vacunación hecha y todo un pelín más controlado que el año anterior pero ¡no!, con este asunto de quitar la mascarilla en los espacios públicos exteriores —mucha gente se cree que es en todos, exteriores e interiores— se me ha chafado el asunto. Y espero que no me tomes por la aguafiestas que quiere someter a todo el mundo al suplicio mascarillero estival.

Indignación

No soy tampoco una enferma mental como ha dado a entender algún periodicucho de primera clase y tirada nacional. Ayer me espantaba leer un artículo que hablaba de los que nos vamos a negar a quitarnos las mascarillas y lo hacemos solo porque eso significa perder la protección a la exposición inevitable al virus. Nos tildaba de enfermos mentales, de fóbicos sociales, de maníacos, ¡sí, sí! tan bestia como suena. Al parecer toca el momento de lavar el coco de la gente una vez más. Para ello, los señores creadores del 'Ministerio de la Verdad' vierten toda la porquería de este mundo para neutralizarnos usando mentiras y el recientemente encumbrado arte de la manipulación. Me ha indignado hasta el infinito, como te puedes imaginar...
¡Mascarillas fuera!

Los expertos

Por contra, los expertos —los verdaderos, los que sí saben— siguen advirtiendo de que hay una variante muy contagiosa con transmisión comunitaria —la delta o India— y que hay que seguirse protegiendo aunque estemos vacunados porque estas vacunas que nos están poniendo no protegen de los contagios —no son esterilizantes— y solo rebajan la gravedad de los síntomas.

...todas las vacunas que tenemos en la actualidad permiten que las personas se infecten... la gran esperanza son las vacunas esterilizantes que bloquean el contagio.

Viróloga del CSIC
Margarita del Val

Consecuencias: para estar protegidos tendremos que pasar todo el verano con las agobiantes mascarillas FFP2, que aquí a más de cuarenta grados no te dejan ni respirar. O eso, o no salir a la calle cuando haya gente. ¿Soy 'fóbica social' por obligación o de motu propio? ¡Venga ya! Yo diría que soy precavida o preventiva en el peor de los casos.

Conclusión

En resumen, el día 26 de junio se acaba la obligatoriedad por ley de usar mascarillas en espacios exteriores, mucho antes de alcanzar la ansiada inmunidad del 70%. Otros países han hecho esto mismo —como Gran Bretaña— y han tenido que recular poco después. Veremos que sucede aquí...

Yo soy capaz de aventurarme a hacer una predicción: nos empezaremos a contagiar poquito a poco, después más deprisa y todo ello se esconderá para no fastidiar la temporada turística. Al acercarse septiembre echaremos las manos a la cabeza y nos volverán a confinar. ¿Te suena?

Y vuelta a empezar... ¡Mascarillas dentro!

Pinterest

Para acabar: si te ha gustado y usas Pinterest, puedes animarte a repinear este pin en uno de tus tableros. Así lo dejarías guardado a buen recaudo. También puedes repinear cualquier otra imagen del post —para ello he habilitado un botón que se activa en la esquina inferior derecha, al pasar el cursor o el dedo sobre la foto—, si así lo deseas. Ya sabes, a gusto del consumidor:

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Fotografías originales: Pexels.com | Foto de portada de Engin Akyurt en Pexels | Fotos para pin de Engin Akyurt en Pexels y Pexels | Foto de contraportada de Maksim Goncharenok en Pexels
Edición foto: MJ RU1Z

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PE: Yo no pienso salir a la calle sin mascarilla —por muy vacunada que esté—, ya que antes o después tendré que cruzarme con alguien, a no ser que vaya por el monte o un descampado. No pienso tirar por tierra los últimos dieciseis meses de sacrificio para esquivar el virus. Pueden llamarme loca —como decía la canción— pero yo no estoy loca. ¿Y ellos...?
INCISO: Parece que en mi comunidad —Galicia— hay un poquito más de cabeza... —para más detalles sigue el enlace aquí— y se quitarán o no según las circunstancias.

A 12 de Julio la cosa ya está desbocada... aquí en Galicia han empezado a cerrar parques. Los han precintado y la gente ha quitado los precintos. El botellón desmadrado. No sé cómo terminará el verano pero me temo que algo nos van a ir recortando porque la curva sigue subiendo imparable... y eso que según Simón solo iban a ser un par de casos de la variante Delta...
Ver para creer...
Por eso, aquí y ahora, sigo emitiendo mi ya tradicional grito de guerra:

¡Salud y suerte!

¿Estás vacunad@?

Si la respuesta es negativa dime ¿vas a hacer caso a esta nueva norma sin sentido?

¿Qué opinas de todo esto?