LA CONJURA DE LOS NECIOS de John Kennedy Toole
CUADRO DE CONTENIDO |
Una disparatada, ácida e inteligentísima novela. Pero no sólo eso, también es tremendamente divertida y amarga a la vez. La carcajada escapa por sí sola ante las situaciones desproporcionadas de esta gran tragicomedia.El editor
Ficha
TÍTULO: La conjura de los necios
TÍTULO ORIGINAL: A Confederacy of Dunces
AUTOR: John Kennedy Toole
IDIOMA ORIGINAL: Inglés
TRADUCCIÓN: Ángela Pérez | José Manuel Álvarez Flórez
COLECCIÓN: Compactos #38
EDITORIAL: Anagrama
AÑO DE PUBLICACIÓN: 2006 | 1ª Ed. 1980
ISBN: 9788433920423
GÉNERO: Novela, humor, sátira
Nº DE PÁGINAS: 392
Sinopsis
Yo comento
Sea como sea, aquí está al fin:
Estructura
Estructurada de forma lineal en catorce capítulos desiguales divididos en unos cuantos subcapítulos numerados con números romanos, esta novela está contada —en su mayoría— en tercera persona por un narrador que sigue a varios personajes, pero también tiene partes narradas en primera persona por el protagonista, así como algunas piezas epistolares, usando los diálogos —como es habitual— para mostrar a todos los actores en todo su apogeo.
Se trata de diálogos incisivos, que complementan a la perfección todo lo demás para dibujarnos un ambiente muy particular —made in Nueva Orleáns— que me ha recordado una barbaridad los mundos orleannianos de Truman Capote, y al mismo tiempo realizada en un estilo muy Queneau. Ahí es ná.
'A conxura dos necios' en el Teatro Principal de Ourense |
Autor
John Kennedy —un nombre un tanto revelador— Toole quiso escribir una obra maestra —lo mismo que su ‘alter ego’ Ignatius—, tenía una madre bastante presionadora —como Ignatius—, fue vendedor de perritos y trabajó en una fábrica de pantalones —ídem Ignatius—, era de Nueva Orleáns —también Ignatius—, detestaba las formas del mundo de los 60 —igual que Ignatius—, luego… ¿era Ignatius? ¡Ja, ja! No necesariamente. Pero sí que es verdad que algunos personajes tienen mucho de su autor e Ignatius —en esencia— es en cierto modo clavadito a su papá literario.
John Kennedy Toole |
O no tanto… en realidad, la mayoría de sus atributos —gorro, bigote, ideas medievalistas, pasión por los perritos calientes— pertenecían a otro: al profesor Bob Byrne. Un hombre muy bien considerado por sus compañeros y también por sus alumnos —como Toole—, y a esto es a lo que se reduce todo su parecido con Ignatius —cuya personalidad habrá que atribuirla genuinamente a la inventiva de su autor— pues a pesar de usar características personales propias y ajenas a John Kennedy Toole es, en definitiva, producto de su ingenio y de las armas literarias a su alcance.
Toole e Ignatius |
Sí, la vida de Ignatius tiene algunos puntos en común con la de John Kennedy, pero sus destinos fueron dispares. No cabe duda de que la biografía de Toole no fue ningún camino de rosas, en parte debido a su madre y a lo que ella esperaba de él, un episodio ‘desagradable’ durante su estancia en el ejército y la frustración que le produjo no llegar a ver publicada su novela —para él una obra maestra— parece que pudieron ser los detonantes de su trágico final suicida, aunque no fuera ningún inadaptado estrambótico como el personaje que había creado.
Solo me relaciono con mis iguales, y como no tengo iguales, no me relaciono con nadie.Ignatius J. Reilly
Nada más alejado de Toole, considerado como alguien querido por sus amigos y respetado en los cenáculos académicos. El profesor más joven del Hunter College —donde sus alumnos le tenían en gran estima— y especialmente dotado para el baile, el teatro y la parodia.
Ignatius J. Reilly
Por otro lado, el protagonista de ‘La conjura…’ es un ser idealista pero desagradable, casi vomitivo, aunque en determinados momentos pueda llegar a ser encantador y dulce, a su manera. Así lo define el escritor que leyó el manuscrito de Toole por primera vez y que hizo posible su publicación:
Un tipo raro, una especie de Oliver Hardy delirante, Don Quijote adiposo y Tomás de Aquino perverso, fundidos en uno.Walker Percy
El Ignatius del Tennessee Williams Literary Festival |
Yo añadiría Groucho Marx entrado en carnes... Es decir, alguien que —para bien o para mal— no te deja indiferente. Alguien que hace tiempo ha pasado a la historia como un personaje icónico e imposible de imitar, y mucho menos de superar. Alguien que está a punto de sufrir una gran metamorfosis y en su camino trata de arrastrar a otros para mejorarles la vida y, por ende, arreglar a toda una sociedad, la de Nueva Orleáns. Y alguien que está completamente rodeado y arropado por unos secundarios tan atrayentes e icónicos como él mismo.
Los personajes
Tenemos al típico negro sureño que trabaja por lo mínimo para no ser detenido por vagabundear y suelta verdades como puños. A la proxeneta explotadora del Barrio Francés. A la camarera que quiere ser estrella del escenario con mascotas poco colaboradoras. Al millonario heredero completamente inútil para manejar sus negocios y a sus trabajadores, a quienes explota de manera casi obscena, especialmente a una empleada que debería estar jubilada hace años —por no decir décadas— y que tiene una esposa obsesionada con la gimnasia que lo sabotea constantemente. A la típica viuda americana alcohólica que se deja engatusar por cualquiera y se queja de un hijo sin oficio ni beneficio. A la activista universitaria y única amiga de Ignatius. Al policía inútil obligado a disfrazarse para pillar a los delincuentes sin que lo expulsen del cuerpo. Al vendedor de salchichas con varios puestos ambulantes, único ser ‘normal’ en todo esto.
Ignatius y su madre en el 'Noche de Alegría' del Huntington Theatre |
La temática
Todos ellos conforman un entramado que hace posible tocar de lleno esos problemas sociales que subyacen en la trama y que no son ninguna banalidad. Retratan de maravilla los conflictos raciales, la explotación laboral, la prostitución, la homosexualidad, pero sobre todo los problemas causados por unas relaciones familiares enfermizas: las de una madre viuda excesivamente controladora y protectora de su único hijo. Y todo ello para retratar la sociedad capitalista americana de los sesenta y sus problemas:
La posesión de algo nuevo o caro sólo reflejaba la falta de teología y de geometría de una persona. Podía proyectar incluso dudas sobre el alma misma del sujeto.Ignatius J. Reilly
Una temática que se puede resumir en tres palos: la moderna esclavitud, la ética del trabajo y el destino.
La sátira
Siendo un alivio que el lenguaje usado sea de todo menos correcto y que el autor haya sido tan audaz como para no ponerse a sí mismo censura de ningún tipo. Quizá eso le costó más de una década de retraso en la publicación de esta novela, y su propia vida.
Esta ciudad es famosa por sus jugadores, prostitutas, exhibicionistas, anticristos, alcohólicos, sodomitas, drogadictos, fetichistas, onanistas, pornógrafos, estafadores, mujerzuelas, por la gente que tira la basura a la calle, por sus lesbianas… gentes todas que viven en la impunidad mediante sobornos. Si tiene usted un momento, estoy dispuesto a discutir con usted el problema de la delincuencia; pero no cometa el error de fastidiarme a mí.Ignatius J. Reilly
Rebelión en la fábrica del Huntington Theatre |
Obra maestra
No obstante, todo ello la hizo merecedora de ser considerada una verdadera obra maestra. Justo en eso que un día su autor soñó para ella —aunque él nunca lograra vivir ese momento—. Y a pesar de que el célebre editor Robert Gottlieb —que rechazó editarla— pensara que "no trataba de nada", fue una novela que logró el máximo galardón para las obras escritas en inglés: el premio Pulitzer conseguido en 1981. Y lo hizo partiendo de una premisa formulada por un gran escritor satírico —al que sin duda Toole admiraba— que dijo:
Cuando en el mundo aparece un verdadero genio, puede identificársele por este signo: todos los necios se conjuran contra él.Jonathan Swift
Adaptaciones
De momento —que yo sepa— solo se han hecho unas cuantas adaptaciones. Cinco en forma de obra de teatro —cuatro americanas y una en gallego y que fue representada sorprendentemente en mi propia ciudad—, una lectura, un monólogo, una obra musical y otra en forma de libro de cocina.
Aunque, por otro lado, la que podríamos considerar la última adaptación o, mejor, consecución —otro libro—, retrata a la perfección su no adaptación cinematográfica. Intentada en varias ocasiones hasta la fecha, pero imposible de ser llevada —de momento— a la gran pantalla. En el camino se presentaron demandas, se destruyeron lugares de filmación —el huracán Katrina—, se rompieron amistades, se destrozaron reputaciones, las compañías de producción quebraron y algunos actores murieron. ¿Una especie de maldición? Puede.
LECTURA:
- 1982: Lectura del libro realizada por el actor especialista en voces Kerry Shale para Book at Bedtime de BBC Radio 4.
MONÓLOGO:
- 1990: Adaptación del libro a monólogo por Kerry Shale para el Adelaide Festival, en el Gate Theatre de Londres y para BBC Radio.
TEATRO MUSICAL:
- 1984: A Confederacy of Dunces, obra de teatro musical producida por Frank Galati —profesor de teatro de la Northwestern University— fue representada en la Universidad Estatal de Louisiana y protagonizada por Scott Harlan —un actor profesional de Nueva York— acompañado por estudiantes de la universidad como actores voluntarios y ante la madre del autor, Thelma Toole. El coreógrafo fue Peter Amster, quien contó con Edward Zelnis como responsable de la música.
TEATRO:
- 2002: A conxura dos necios, obra teatral dirigida por Ánxeles Cuña Sarabela de la Compañía Sarabela en el Teatro Principal de Ourense, patrocinada por la Diputación de Ourense y Caixa Nova en la que es —de momento— la única adaptación de la novela realizada en España.
- 2009: A Confederacy of Dunces, obra teatral adaptada y dirigida por Mary Machala con Brandon Whitehead para el Book-It Repertory Theatre de Seattle.
- 2010: A Confederacy of Dunces, obra teatral adaptada por Tom Key —director artístico de Theatrical Outfit de Atlanta—, representada en el Balzer Theater bajo la dirección de Richard Garner y protagonizada por Aaron Muñoz.
- 2015: A Confederacy of Dunces, obra teatral protagonizada por Nick Offerman en The Huntington Theatre de Boston. Guion de Jeffrey Hatcher y dirigida por David Esbjiornson.
- 2019: A Confederacy of Dunces, obra teatral protagonizada por Charlie Talbert y dirigida por Francine Segal para el Tennessee Williams New Orleans Literary Festival (TWNOLF) y representada en el George and Joyce Wein Jazz and Heritage Center.
LIBROS:
- 2015: A Confederacy of Dunces Cookbook: Recipes from Ignatius J. Reilly's New Orleans de Cynthia Lejeune Nobles, ofrece recetas inspiradas en la comida deliciosamente común y siempre sabrosa de Ignatius y sus secuaces. Macarrones y filetes "deliciosos", Pork and Beans del Oficial Mancuso y Bloody Marys del Dr. Talc, la legendaria ensalada de pollo de los grandes almacenes D. H. Holmes, las probables ofertas de la ficticia panadería alemana y una entrevista en profundidad con el gerente general de Lucky Dogs. Una mirada alegre pero impecablemente investigada a la comida de la década de 1960, que reafirma la singularidad y la atemporalidad tanto de la cocina de Nueva Orleans como del cómico tour de force de Tool
- 2022: The Unfilmable Confederacy of Dunces: How Ignatius J. Reilly Defeated Hollywood de Stephan Eicke. Un libro que cuenta la notable historia de la no realización cinematográfica de ‘La conjura de los necios’. Con apariciones —entrevistas exclusivas, documentos internos y correspondencia privada— de celebridades como John Belushi, Steven Soderbergh, Stephen Fry, Robin Williams, Warren Beatty y Harvey Weinstein, entre otros.
Valoración
3/4 books
Una novela loca con muchos elementos cuerdos.
Dos veces lo he leído ya y en ambas, me ha costado entrar, pero una vez dentro, ha sido muy gratificante. Es ciertamente una obra irreverente, muy incorrecta y muy buena. Esta segunda vez tenía la ventaja de que ya conozco Nueva Orleans (post Katrina) y eso le da un plus a la lectura. Publicaré el domingo la reseña.
ResponderEliminarUn beso.
Pues estaré pendiente de la reseña, que será estupenda como siempre.
EliminarA mí no me costó entrar sino más bien terminar. La verdad es que no es el tipo de humor que más me gusta pero reconozco que tiene mucho valor.
Qué suerte haber estado físicamente en el escenario del 'crimen'. A ver qué nos cuentas...
Un beso.
Excente reseña, muy bien completada por fotos y demás detalles del enorme impacto audiovisual que ha tenido. También es muy interesante tu opinión, y la advertencia que haces al posible lector. Yo he leído opiniones muy opuestas de esta novela. Por lo visto, o la amas o la odias. También que su calidad es irregular, que no es obra maestra porque hay capitulos sobrantes. En todo caso, si ha sido un éxito, guste o no, quiza sea porque es un personaje único en la historia de la literatura, y la sociedad lo siente como un icono representativo de la rebeldía.
ResponderEliminarUn abrazo
Bueno, ya hace tiempo que la leí, pero no me quedó esa impresión de que sobraran capítulos, la verdad. Para nada. Para mí su calidad literaria está fuera de toda duda, pero siempre hay quien se cree más listo que nadie y deja ese tipo de valoraciones. Además, tampoco me veo con la autoridad de emitir juicios semejantes. Yo veo que está bien escrita y estructurada, que me guste o empatice más o menos con su protagonista ya es otra cosa, pero ello no le resta ni un ápice de su valor literario intrínseco. Y la temática que trata es del todo acertada y universal. Creo que es eso lo que hace de esta obra algo intemporal y vigente hoy en día, rebeldía aparte del protagonista.
EliminarUn abrazo.
Irreverente y muy políticamente incorrecta, sí. Una historia que quizá hoy encontraría muchos más problemas para publicarse. Yo no la había leído hasta ahora y coincido con lo que dices, cuesta un poco entrar en ella pero a partir de un punto el mundo de Ignatius te absorbe por completo. La sátira y el surrealismo de algunas situaciones es tremendo. Una reseña estupenda, MJ. Me ha encantado conocer tu opinión. Un beso.
ResponderEliminarPues no sé si sería más o menos difícil publicarla dado que hoy cada quien puede autopublicar, pero siempre hay quien se enfrenta a lo establecido y habla de lo que quiere y como quiere. Creo que en definitiva la censura nos la ponemos nosotros mismos.
EliminarLos personajes de esta novela son un tanto histriónicos pero retratan una sociedad existente en el momento y no tan alejada de la actual —salvando las diferencias lógicas del momento— y por ello siguen gustando y empatizando con el lector. Ahí radica su genialidad.
Gracias por tu comentario. Siempre me gusta intercambiar opiniones.
Un beso.
¡Hola, MJ! Fantástica reseña en la que como siempre, nos regalas una entrada minuciosa, documentada y presentada con primor. Un lujo para el tintero el contar con tus aportaciones. Con esta novela no puedo ser objetivo, es una de mis debilidades y creo que de las pocas que he releído en tres ocasiones.
ResponderEliminarPor supuesto que es incorrecta políticamente, solo las que lo son perduran en el recuerdo, las otras desaparecen porque en realidad no superan el momento concreto en que se escribieron. El mérito de Toole es lograr un personaje tan discutible moralmente y que logres empatizar con él. Encima, no cae en el tópico moralista de que el mismo evolucione hacia un momento de epifanía moral en el que se vuelva bueno y sensible. Ese es para mí el punto fuerte. Otro mérito es mostrarnos que, en realidad, la sociedad es un cúmulo de individuos que se buscan la vida e intentan sobrevivir, que cada uno tiene sus locuras, cada loco con su tema, aunque no todos tengan el valor de reconocerlas en público.
Hoy, con esta corriente moralista, imagino que los editores le dirían que dulcificara a Ignatius, que retocara el trato de ciertos personajes. La sociedad es mucho más compleja que ese ideal mundo de Fantasía con el que parecen empeñados en moralizarnos. Un abrazo!
Pues fíjate que en el género novelesco no me da la impresión de que cale tanto esa supuesta moralidad de lo políticamente correcto.
EliminarEn cuanto a Ignatius, aunque es un personaje raro y vomitivo, en el fondo tiene sus razones y quiere hacer cosas buenas, aunque sus métodos sean muy cuestionables. Está claro que es un tipo con mucha personalidad y que no va a cambiarla por más que avance la trama. Eso sería una tomadura de pelo al lector. A mí me costó terminar la novela porque me resultó agobiante por momentos. Ignatius es lo que se define como alguien bastante 'intensito' y eso termina por aburrir. Aunque el resto de personajes tampoco se queda atrás. Yo no creo que vuelva a leerla, pero nunca se sabe...
Un abrazo!
Magnífica y detallada al máximo reseña tanto biográfica como bibliográfica.
ResponderEliminarMe parece una lástima que lo más destacable sea que el lenguaje es incorrecto ( hace 20 años, esto ni se habría mencionado). Difiero contigo en que no sean la misma persona.
Creo que Ignatius es el autor mismo y hay una identificación plena de lo mas íntimo. El narrador habla con el mismo tono y mismo ingenio wue ignatius.
Creo wue el famoso editor que no lo edito tenía razon: no explica nada. Puede alguien imaginar contar esta historia sin ignatius y la voz desde narrador? Tendría algún interés la historia?
Aunque no sea exactamente la idea, se puede aplicar aquello de que el medio es el mensaje. Es radicalmente más importante el continente que el contenido.
Me recordó al guardián entre el centeno ( un paso previo , una generación antes) y a Torrente.
Abrazoo, MJ
Bueno, acerca de lo autobiográfico del protagonista no soy yo quien lo dice, sino el autor de una biografía sobre Toole muy documentada. Siempre hay bastante de los personajes en el autor pero eso no tiene por qué ser tan textual. Es cierto que solemos escribir sobre lo que conocemos y creo que eso es lo que hizo aquí Toole, armar una especie de puzle entre él mismo —o sus experiencias— su profesor y quién sabe qué otros. Creó un personaje antisistema y como tal tuvo que darle las caractrísticas necesarias para convertirlo en alguien así.
EliminarLo de la incorrección en las formas no es lo más destacable, sino una más de las características de esta novela tan particular. ¿Que no explica nada? Yo creo que lo explica todo y muy profundamente, solo hay que leer entre líneas. Yo no le veo conexión con el guardián, aunque lo de Torrente ya es otro cantar... y esa es la parte que más detesto de ambos personajes. ¡Qué le vamos a hacer! Esta clase de tíos me repelen.
Abrazoo, Gabi.
Hola MJ Pedazo de reseña, he aprendido un montón mas ignorada lo de las obras de teatro y los libros que existían sobre la obra y el autor. Gracias por el trabajazo y por ilustrarnos. Un abrazo.
ResponderEliminarGracias, Ainhoa. Yo también aluciné acerca de las adaptaciones. Incluso me ha quedado alguna en el tintero, teniendo en cuenta todos los ríos de tinta que ha soltado esta obra. Gracias a ti por leer.
EliminarUn abrazo.
Se lo comentaba hace un momento a nuestra compañera y reseñista Rosa, que somos muy afortunados en tintero por contar con vosotras tres, incluyo a Marta. Dais además una opinión personalísima cada una de vosotras de las impresiones que os causa el autor, obra y personaje principal, con lo cual tenemos un mapa completo, que, a pesar de leer La Conjura, vosotras lo completais, y desde luego, MJ, esto es de agradecer.
ResponderEliminarUn abrazo y hasta pronto.
Gracias, Isabel. A mí me gustaría tener un intercambio de impresiones más profundo, pero la mayoría no se anima ni siquiera a leer los libros propuestos, con lo que malamente pueden dialogar sobre ellos.
EliminarA veces me da la sensacion de que todo este esfuerzo cae en saco roto, pero me lo tomo como una experiencia personal con la que disfruto por segunda vez de todos los entresijos de la lectura de turno.
En fin, te agradezco un montón que leas la reseña y que la comentes y que, además, nos tengas a las tres en tan buena consideración. Solo por personas como tú ya merece la pena.
Un abrazo. Nos leemos.