Carpe Diem — XXIX Concurso El tintero de oro

Carpe Diem — XXIX Concurso El tintero de oro

Carpe Diem | Concurso El tintero de oro | Relato | Diciembre | 2021 | XXIX Edición: CUENTO DE NAVIDAD de Charles Dickens | concursoeltinterodeoro.blogspot.com

Concurso El tintero de oro para Diciembre de 2021. En esta edición —la XXIX— se propone un cuento de Navidad. El mío, por desgracia, va fuera de concurso.

CUADRO DE CONTENIDO




El concurso

Este concurso lo convoca la web concursoeltinterodeoro.blogspot.com y es una idea original de David Rubio. Se trata de la XXIX Edición y está dedicada a CUENTO DE NAVIDAD de Charles Dickens. Para ver todos los detalles puedes ir —haciendo clic en el título— a la página de la web dedicada a esta edición: CONCURSO DE RELATOS, XXIX Edición: CUENTO DE NAVIDAD de CHARLES DICKENS.

También es posible participar de este homenaje a Charles Dickens con una reseña de 'Cuento de Navidad' o comentando algunas de las varias versiones cinematográficas creadas a partir de él o cualquier otro artículo relacionado con el autor. Bastará con que cada quien lo publique en su blog entre el 2 y el 16 de diciembre dejando el enlace en los comentarios de la entrada de la web del concurso —enlace ahí arriba — que David ha habilitado para ello. Esta temporada también se puede participar fuera de concurso y hacerlo hasta fin de mes.



Bases

Sin más preámbulos, veamos las bases de El tintero de oro para la XXIX Edición del concurso:

BASES DE PARTICIPACIÓN:
    1. TEMA: Un cuento de Navidad.
    2. EXTENSIÓN: un límite máximo de 900 palabras.
    3. PLAZO: Del 2 al 16 de Diciembre.
    4. PARTICIPACIÓN: Una entrada en el blog del participante.
    5. VOTACIÓN: Los autores participantes deberán votar siete relatos otorgando siete puntos al que más os guste; seis, al segundo; y así sucesivamente. Se enviarán por correo electrónico a eltinterodeoro@hotmail.com del 17 al 26 de Diciembre. No enviar los votos supondrá la descalificación del relato.
    6. PREMIOS: El 30 de Diciembre de 2021 se celebrará la Gala de Premios anunciando los ganadores. Los tres primeros relatos recibirán un diploma digital acreditativo del mismo. Los siete primeros relatos se incluirán en la antología anual, edición en papel, de El Tintero de Oro.
    7. Todos los relatos participantes se recopilarán en formato ebook en la colección ESCRIBIENDO A HOMBROS DE GIGANTES.
    8. Todas las reseñas o artículos sobre CUENTO DE NAVIDAD serán incluidos en la revista digital.
    9. BASES de la QUINTA EDICIÓN completa aquí.



Banner

Para apuntarse hay que dejar un comentario en la entrada correspondiente de concursoeltinterodeoro.blogspot.comenlace aquí— con el enlace a la entrada de tu relato y colocar —si así lo deseas— el siguiente banner del reto en tu post. Yo lo he puesto aquí abajo para ir al concurso y en MisceláneosRetosBanner para ir a la página donde aparecen todas mis entradas del concurso.




Relato

El espíritu de la Navidad no habita en mí desde hace unos años y pensé que no iba a ser capaz de sacar nada sobre el tema. Al final se me ha ocurrido algo tras ver el vídeo de Harvey Keitel y William Hurt recomendado por David Rubio. A ver qué te parece. Un relato de 812 palabras sin contar el título.


Carpe Diem




Desde el otro lado de la calle, ella contemplaba —sin pestañear— las luces navideñas instaladas en la fachada del mercado provisional. Las primeras encendidas en toda la ciudad. Le parecieron exageradas y demasiado tempranas. Aún era noviembre. Y de golpe se acordó de otro noviembre anterior y de él.

Hacía al menos dos años que habían comenzado los trabajos de rehabilitación en la antigua Plaza de Abastos —un poco antes de la pandemia— y desde entonces, ella había pensado unas cuantas veces en Andrés: cuando pasaba por delante de las vallas de obra, cuando recordaba tiempos pre-pandémicos o simplemente cuando esperaba —como ahora— a cruzar en el semáforo.

«¿Qué habrá sido de él? —solía preguntarse—. ¿Habrá vuelto a su país, vivirá en Suecia con su hija o solo habrá seguido su camino de trotamundos?».

Las obras lo habían desalojado de su improvisada vivienda —un puesto de venta al lado del edificio principal del antiguo mercado—. Allí fabricaba —se había especializado en bisutería de cuero y metal—, vendía y pernoctaba desde hacía al menos una década. Procedente de Chequia arribara un buen día —huyendo de sí mismo— a la ciudad de ella.

Aquella no era su primera parada. Antes había estado de hospitalero en un albergue del Camino de Santiago en su variante de la Vía de la Plata. Ya se sabe lo que dicen de este viaje iniciático, te cambia la vida, y la de Andrés estaba claro que había dado un enorme vuelco, a peor.

Resultaba terrible ver cómo un gran fiasco emocional —su mujer lo dejó— le había destrozado la existencia hasta el punto de cruzar media Europa y abandonar una prometedora carrera como historiador y académico para terminar perdido —en todos los sentidos— en medio de la nada.

Ella lo comprendía tanto… casi había pasado por lo mismo: una guerra abierta con su ex marido en la que su hija era el conflicto central, volver a vivir con sus padres como única salida y —con la crisis— perder su carrera sin remedio.

Una noche lejana de noviembre él la había parado pidiéndole un abrazo desesperado, un poco de calor humano para aliviar su soledad.

—La semana pasada fue mi cumpleaños, dentro de poco es Navidad y… —había dicho— yo estoy aquí, solo.

Ella no estaba sola, tenía a su familia. Le había abrazado unos instantes y se había ido. Tanta cercanía la ponía de los nervios.

Pasó el tiempo y se anunciaron las obras en la antigua Plaza de Abastos aunque nunca terminaban de comenzar. Un día ella le preguntó cómo estaba la situación. La respuesta se redujo a un leve encogimiento de hombros y un gesto con la cabeza. ¿Pensaba que nunca llegarían a realizarse? Su tranquilidad ante el hecho más que posible de perder su ‘casa’ la dejó pasmada, pero no volvió a pensar en ello. No era asunto suyo.

Un buen día, las vallas por fin estaban puestas y Andrés y su casa habían desaparecido. En el fondo, ella también creía que aquellas obras jamás se llevarían a cabo pero…

Esa misma noche ella tuvo un sueño. Bajaba de su casa y no había vallas, el puesto de Andrés estaba en su sitio y él se afanaba dentro, cortando cuero. Se vio a sí misma caminando despacio mientras sostenía una botella de cava, dos copas y una cajita de delicatesen de chocolates variados. Él la recibía con una sonrisa y disfrutaban el espumoso en medio de una alegre conversación, aliviando su mutua soledad.

Al despertar tomó conciencia de lo imposible de una imagen onírica como aquella. Andrés había desaparecido hacía dos años y lo más seguro es que jamás volvería a verlo.

Habían bastado unas cuantas luces navideñas en el breve lapso de un semáforo para rememorar todas las sensaciones pasadas o soñadas. Y sus pensamientos volaron más allá, hasta esa filosofía que sugiere aprovechar el momento. «Porque la vida está hecha de momentos irrepetibles que no hay que dejar pasar», se dijo. Y ella era una experta en hacerlo.

Cuando al fin el semáforo cambió a verde, cruzó la calle. La entrada al mercado provisional estaba desierta y el recinto cerrado. Era tarde. Avanzó mirando las luces con gesto cansado. Pensando —con resignación y algo de nostalgia— que todo aquello ya solo era pasado.

Ya en el otro lado, se sobresaltó al sentir una mano en el hombro, giró rápido y bastante asustada. Sin embargo, no había nada que temer. Frente a ella, Andrés sonreía. Se pellizcó para comprobar que no estuviese soñando de nuevo. El cálido abrazo terminó de convencerla: aquello era real. Tras dos años sin noticias suyas, allí estaba Andrés, como si no hubiera pasado el tiempo...

Ninguno titubeó esta vez. «¡Carpe diem!», debieron pensar al unísono. Y se quedaron juntos —bajo las exageradas luces navideñas— para ponerse al día.

Quizá, por fin, habría cava y chocolates por Navidad…




mj 







Pinterest

Para acabar: si te ha gustado y usas Pinterest, puedes animarte a repinear este pin en uno de tus tableros. Es gratis y me encantaría. También puedes repinear cualquier otra imagen del post —para ello he habilitado un botón que se activa en la esquina inferior derecha, al pasar el cursor o el dedo sobre la foto—, si así lo deseas. Ya sabes, a gusto del consumidor:

XXVII Concurso de relatos EL Tintero de Oro Edición MATILDA de Roald Dahl. Junio 2021: ESPECIALes


PE: Esta temporada las cosas se me están poniendo difíciles para participar, menos mal que David ha añadido esto de presentarse fuera de concurso durante la segunda quincena del mes. A ver si en la próxima edición consigo llegar. ¡Hasta el año que viene!


Fotografía original: MJ RU1Z
Edición foto: MJ RU1Z


¡Salud y suerte! 


¿Qué te ha parecido mi relato?
Cuéntamelo aquí abajo me encantaría saberlo.

14 comentarios:

  1. ¡Hola, MJ! Si hay una frase que me pone de los nervios es esa que dice que los trenes solo pasan una vez en la vida. ¡Madre mía! Quien se crea eso su vida debe ser un infierno, ¡qué estrés! Tu precioso cuento de Navidad nos muestra que los trenes siempre pasan y que incluso, a veces es mejor esperar a subirse para valorarlos plenamente. Un fuerte abrazo y Feliz Año Nuevo!!

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    1. En fin, a veces pueden no llegar a pasar... hay vidas para todos los gustos. Pero es cierto que cada cosa tiene su momento y no otro. La precipitación casi nunca es buena.
      Gracias por tus palabras y buena entrada de año!!!
      Unha aperta, como decimos por aquí. Es que estoy leyendo un libro en gallego y se me escapa. 😁

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  2. Precioso cuento, MJ. Un pequeño milagro navideño que abre una puerta a la esperanza. Estupendo tu aporte.

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    1. Gracias, Marta. Me alegra que te haya gustado. La verdad es que no estaba segura de que fuera un genuino cuento de Navidad porque estas fechas me producen un poco de alergia desde hace unos años.
      La verdad es que con Navidad o sin ella, debería haber más 'milagros' en el mundo. A veces creo que nosotros mismos somos quienes no permitimos que ocurran. ¡Carpe Diem!

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  3. Precioso y esperanzador cuento. Nunca se sabe donde nos esperan las oportunidades, pero sea donde sea lo mejor es cazarlas al vuelo, aunque después de asegurarse de que es una verdadera oportunidad y no una quimera engañosa.
    Un beso.

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    1. Cierto. Tú sí que sabes, Rosa. A veces pueden parecer una cosa y después resultan rana. No sé, yo soy muy de la opinión de que cada cosa tiene su momento, ni antes ni después, solo hay que saber distinguirlo para no equivocarse. Y el destino es inevitable. Pero no hay que lamentarse porque no llegamos a hacer algo que dejamos pasar en su día. A lo mejor también solo es cuestión de probar mucho. O no. Es complicado.
      Un beso.

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  4. Hola, MJ. Un relato de soledades compartidas, de trenes que se pierden y de segundas oportunidades. Carpe diem, aprovecha el momento, una verdad que siempre tendríamos que tener en cuenta.
    Muy buen relato, MJ. Que pases unas buenas fiestas.

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    1. Yo cada día creo más en esta filosofía, y más con todo lo que está sucediendo aunque también pienso que lo que está para un@ nunca va a dejar de pasar. Gracias, me alegra que te gustara. Te deseo lo mismo para lo que queda de festividades, que ya es poquito.

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  5. Un título más que justificado MJ, y muy bien escrito. A veces los miedos al futuro nos paraliza a tomar decisiones y, en general, cuantos más años cumplimos más conservadores e inamovible nos volvemos. Tienen razón cuando se afirma que la pandemia lo cambia todo, hasta la línea de pensamiento.
    Finalmente, hubo abrazos, cava y chocolate, un final feliz y una continuación.

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    1. En efecto, la pandemia hace tiempo que lo cambió todo. Lo que ocurre es que much@s se niegan a rendirse ante la evidencia. Aunque, en general, la vida es constante cambio aunque no nos lo parezca.
      Y sí, me gustó por una vez dejar que fueran felices...

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  6. A mí me ha parecido un hermoso cuento que si ocurre en Navidad, cuando la soledad se agudiza más, me parece genial. Dicen que segundas oportunidades nunca fueron buenas, pero eso no se puede generalizar. Como muestra, este cuento tan verosímil que te alegras que haya ocurrido tal como lo cuentas. Solo al final, entendí el título.
    ¡Feliz 2022, MJ!

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    1. De eso se trataba, de dar el giro al final y en este caso la explicación. La Navidad cuando tienes una gran familia con la que te llevas genial son estupendas pero si no es así pueden ser una especie de tortura durante la cual has de estar feliz por narices aunque te sientas la persona más sola y aislada del mundo.
      ¡Feliz año para ti también!

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  7. Alejarse de los prejuicios, pasear de la mano de la objetividad,, y aprender a mirar más a nuestro alrededor, todo esto viene bien representado y narrado dentro de la nebulosa que forma la expresión poética del título. Muy buena aportación al tintero. Me ha gustado el relato.

    Felices fiestas y un abrazo.

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  8. Hola MJ. la vida siempre da muchas vueltas, no sabemos cual sera nuestro futuro pero demasiadas veces depende de un pequeño suceso o anécdota. Los dos protagonistas de tu relato tuvieron una segunda oportunidad después de dos años de zozobra, y estoy seguro que, aunque sea ficción, esta vez si la van a aprovechar. Muy bonito relato. Un abrazo y feliz año.

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