Entrega correspondiente al mes de Enero de 2023 del Reto Escribir Jugando. Usamos los juegos de mesa para inspirar un microrrelato de cien palabras como máximo. 'Un cromlech, la flor de Australia —Hibbertia o flor de Guinea— y el ópalo' marcan la composición del sexto mes del año V del desafío.
El reto
Este reto titulado
Escribir jugando, es una idea original de Lídia del blog
lidiacastronavas.wordpress.com: El Blog de Lídia. Llegué a él desde otro blog literario y me encantó la propuesta nada más verla: se usan cartas, dados, piedras y flores para despertar la inspiración. Ya lo explica en el banner:
Reto de escritura basado en juegos de mesa ¿Juegas? Yo respondí con un rotundo SÍ y desde Diciembre de 2020 —
hace ahora casi dos años— estoy metida de lleno en el juego.
Banner
Para apuntarse hay que
dejar un comentario en la entrada correspondiente del blog de Lídia —
enlace aquí— y colocar el banner del reto en este post o en otra parte visible del blog. Yo lo he puesto aquí abajo
para anunciar el reto de Lídia y en
MisceláneosRetosBanner —
enlace directo aquí— para ir a la página donde aparecen todas mis entradas del reto.
Normas
Y ahora, sin más preámbulos, veamos los condicionantes de Lídia para la propuesta de este mes:
- CONDICIONES GENERALES: Tema y métrica libres.
- CONDICIONES PARTICULARES: Deberá estar inspirado en la carta grande. Deberá aparecer el mineral: el ópalo. Y por último de manera opcional, podrá aparecer algo relacionado con la flor de Australia: Hibbertia o flor de Guinea.
- EXTENSIÓN: 100 palabras máximo sin contar el título, tanto para poemas como para microrrelatos.
- PLAZO: Sin límites, aunque preferible el mes en curso.
Microrrelato
Te presento mi propuesta del mes de enero, resuelta en 100 palabras, sin contar el título. Espero que te guste y la disfrutes como yo lo hice cuando la escribí.
Escéptico
Nunca creí esas cosas, pero algo sucedió cuando cogí la bola de ópalo blanco. Dicen que algunos escogidos pueden ver el futuro en su interior. Yo solo vislumbré un camino repleto de flores amarillas: hibbertias.
Poco después —haciendo senderismo— me hallé frente a la réplica de aquella visión. No pude reprimir la curiosidad. Seguí la senda amarilla hasta un monumento prehistórico, por entre cuyas enormes piedras se colaban los últimos rayos de sol. Acaricié el arpa grabada en una de ellas y sucedió: dejé de ser escéptico.
Ese día, no solo pude ver el futuro... me colé dentro de él.
mj
Pinterest
Para acabar: si te ha gustado y usas Pinterest, puedes animarte a repinear este pin en uno de tus tableros. Es gratis y me encantaría. También puedes repinear cualquier otra imagen del post —para ello he habilitado un botón que se activa en la esquina inferior derecha, al pasar el cursor o el dedo sobre la foto—, si así lo deseas. Ya sabes, a gusto del consumidor:
PE: ¿Crees en lo que no puedes ver? Nuestro protagonista, tampoco... ¿O sí?
¡Salud y suerte!
¿Qué te ha parecido este micro?
Cuéntamelo aquí abajo me encantaría saberlo.
Hola, MJ. Me encanta cómo haces que tu protagonista pase de ser escéptico a creer al colarse literalmente en el futuro. Las personas que son más escépticas suelen ser aquellas también más curiosas y eso las lleva a creer al final. Muy buen trabajo. Muchas gracias por tu aporte al desafío de enero. Un abrazo y hasta pronto.
ResponderEliminarSí, Lídia, al final no le quedó otra que creer. Cómo podría ser de otra manera... la evidencia le dio en la cara.
EliminarNo sé qué pasa con estas cartas pero me producen su propio embrujo y salen siempre cosas muy chulas. Gracias por convocar cada mes un juego tan estimulante.
Un abrazo.